Localizada en las proximidades de la localidad iraquí de Besmayah, a unos 60 kilómetros al sur de Bagdad y situada en el interior de una importante zona de adiestramiento militar, diseñada en su momento por militares estadounidenses, la base Gran Capitán que ocupan las tropas de la Brigada Guzmán el Bueno X se encuentra contigua a una base militar iraquí, en las cercanías del área de vida y adiestramiento del personal a instruir, y a no mucha distancia de la base americana, Fob Hammer.

Así trabajan las tropas de la BRI X en Irak (fuente EMAD)

En principio la base española está situada en una zona segura en la que, para acceder a ella, hay que superar un gran número de controles y vigilancias de zona, cuyo propósito es el de disuadir, detectar y dificultar, en lo posible, la infiltración y el avance hasta el área de habitabilidad de cualquier elemento hostil.

No obstante, y aun disfrutando de una situación de normalidad, teniendo en cuenta el escenario en el que viven y trabajan los soldados españoles, la construcción de instalaciones de seguridad y protección del personal, han ocupado la mayor parte del tiempo de trabajo del equipo de Ingenieros y de los recursos invertidos hasta el momento en la ZO. Entre esas medidas destaca la demarcación de todo el perímetro de las instalaciones españolas con los famosos T walls, unos bloques de hormigón con una base en forma de “T” y que, colocados en vertical, miden casi cuatro metros de altura. A esto hay que añadir la instalación de torres de vigilancia, también de hormigón, distribuidas por todo el contorno.

También, en el interior del recinto, los T walls delimitan las diferentes zonas y compartimentan los espacios dando protección a cada edificio, construcción o habitáculo de campaña. Además, repartidos por toda la base, los refugios para personal, fabricados con hormigón armado, y planificados para aguantar un eventual ataque con granadas o morteros, completan las instalaciones destinadas a proporcionar

seguridad a los soldados españoles.

Vehículo Lince español en el campo de adiestramiento en Irak (foto EMAD).

Aunque de momento ha primado la seguridad sobre todo lo demás, lo cierto es que el proyecto urbanístico de la base recoge varias zonas claramente diferenciadas, como son la de mando y control, seguridad, vida y servicios. Un área logística que incluye zonas de abastecimiento y mantenimiento. Una zona de alimentación y un área de recreo que incluye, entre otras instalaciones, un gimnasio, un locutorio de internet, una tienda, una biblioteca y un bar/cafetería.

Debido a las condiciones de calor extremo en donde se ubica la base, una zona predesértica muy árida, el adecuado suministro de energía eléctrica que permita atender holgadamente, entre otras necesidades, la climatización de todas las áreas y zonas de la base está garantizado. En principio esta necesidad queda cubierta mediante la instalación y puesta en marcha de ocho potentes generadores. Además, para garantizar las condiciones de salubridad del agua que se destine a uso sanitario, la base dispone de planta potabilizadora propia.

Comparada con otras bases españolas en el exterior --la de Marjayún en Líbano es de las mejores de Naciones Unidas--, se podría decir que la base Gran Capitán es de las más pequeñas en cuanto a la proporción entre personal que la habita y extensión de terreno disponible. Puede que, precisamente, ese sea su mayor inconveniente. Además de los soldados españoles allí desplegados, hay soldados estadounidenses, portugueses, etc.

Tropas multinacionales que operan en Besmayah (foto EMAD)

En cuanto a capacidades, la Unidad de Apoyo al Despliegue puede redactar y controlar los proyectos de obra, incluyendo el control de trabajos y dirección técnica de empresas y trabajadores civiles, y también, la ejecución de trabajos de construcción, instalaciones de fontanería y saneamiento, o instalaciones eléctricas dentro de la propia base.

--Fuente EMAD--