A principios de enero del 2020 la BRI X partirá nuevamente hacia Letonia. Estará mandada por el teniente coronel Emilio Hermoso, con experiencia en seis misiones internacionales con diferentes objetivos. Hermoso ha estado en Kosovo -en dos ocasiones-- en Macedonia, en Irak, en el Líbano y en Kuwait.

-La Brigada vuelve a estar en primera línea en una misión internacional con el objetivo de mantener la paz y evitar cualquier conflicto. ¿En qué se diferencia esta misión con respecto a otros cometidos de paz?

-Hay una diferencia muy clara con respecto a otras misiones y otras operaciones. La República de Letonia es un país estable, soberano y que funciona con normalidad, con una adecuada gobernanza. La misión que tiene el contingente no es resolver un conflicto, sino evitarlo. Es una misión de presencia avanzada, para evitar que la confrontación que hay normal entre países dé paso a un conflicto armado, que luego es de muy difícil resolución.

-Estar al cargo de la defensa del Norte y Noroeste de Europa, de la zona de la Alianza, requiere un alto grado de preparación y de coordinación con las demás fuerzas de la OTAN. ¿Es la BRI X una de las unidades más valoradas del Ejército español?

-Sí, sin duda. Muestra de ello es la participación de esta brigada en misiones en el Líbano y en Irak. Esta brigada está especialmente valorada en el Ejército de Tierra y, en general, en la Alianza por los medios que tiene y el personal. Tiene medios con una gran potencia de fuego, con protección, movilidad y, sin duda, también por la preparación y la integración. En el caso del batallón que mando, ha estado durante tres años en un proceso muy demandante y riguroso, el proceso VJTF (Fuerza de Muy Alta Disponibilidad en la OTAN), que requiere interoperatividad con otro Ejército. Esto forma parte del bagaje de la Unidad. Además, yo diría que la BRI X es especialmente valorada por la evolución propia del mundo. Durante bastante tiempo, con el auge del terrorismo, lo que más se demandaban eran unidades ligeras que fueran fáciles de proyectar y actuar de forma rápida frente a un enemigo de una escasa entidad. Hoy en día sigue haciendo falta, pero, además, hace falta también en el Este de Europa una fuerza con mayor potencia de combate y con capacidad de disuasión. Durante bastante tiempo ha habido países que se han desembarazado de estas unidades mecanizadas y acorazadas, pero esto no ha sucedido en el Ejército de Tierra. Por suerte, ha mantenido su ritmo de modernización y a día de hoy tiene unidades modernas y personal con mucho conocimiento en el área de las unidades acorazadas y mecanizadas y experiencia de décadas en este tipo de unidades.

-¿Es la logística la principal preocupación de la Brigada?

-La principal preocupación de la BRI X es el cumplimiento de la misión, disuadir y llegado el caso defender a los países de la Alianza. La logística es un aspecto clave en esta parte, pero no es la principal preocupación. La logística no es compleja, es complicada, por la lejanía del escenario y las condiciones en las que se desarrolla la misión.

-Regresan un año después en las mismas condiciones climatológicas. ¿Esta experiencia facilita la planificación?

-La experiencia por parte de los contingentes previos es de gran ayuda. El anterior contingente que fue pertenecía a este mismo regimiento y hay mucho trasvase de conocimiento entre un batallón y otro. Esto es importante porque las operaciones en un clima de frío intenso, como en Letonia, con temperaturas que pueden llegar a -20 grados, la clave del éxito es el cuidado del detalle y cualquier fallo puede tener consecuencias muy graves. El Ejército de Tierra lleva operando más de dos años en Letonia y se ha generado mucho conocimiento y se han implementado muchas medidas para mejorar el rendimiento tanto del personal como de los medios. Todo esto forma un sistema muy riguroso de lecciones aprendidas que se lleva a cabo dentro del Ejército de Tierra.

-¿Qué condiciones encontrará el contingente?

-Las condiciones estarán determinadas por el frío, la humedad y la escasez de luz, sobre todo durante los primeros meses. Todo esto favorece el aislamiento y dificulta las tareas más sencillas, que se hacen más complicadas en estas condiciones. Otros condicionantes son el hielo, el barro y un terreno muy arenoso, lo que lleva al límite a nuestros medios. Se están adoptando medidas para valorar el rendimiento del personal y de los medios. A día de hoy, los contingentes que están yendo operan a pleno rendimiento.

-¿Cuántos hombres se desplazarán a Letonia y con qué material contarán?

-El contingente tiene una entidad de batallón, aproximadamente unos 400 hombres. Los materiales fundamentales que despliega España son el vehículo de combate de infantería Pizarro y el carro de combate Leopardo 2E, ambos de tecnología y fabricación españolas; el vehículo de combate de zapadores; morteros pesados; aviones tripulados por control remoto de tipo de control aerotáctico; equipo de reconocimiento y una unidad de apoyo logístico robusta y dotada de los medios necesarios para asegurar el mantenimiento y el abastecimiento de la operación. La logística es una responsabilidad nacional y el contingente es autosuficiente.

-Usted tiene experiencia en misiones internacionales. ¿Es esta diferente a las anteriores?

-Esta es diferente a la de Irak, que era una misión de estabilización, y las del Líbano, que es una misión de interposición. Letonia es un país seguro y estable, pero requiere la presencia de una fuerza capaz de disuadir y de evitar que esa confrontación que existe dé paso a un conflicto armado de difícil solución. Nadie se aventura a ocupar un país que dispone de una fuerza moderna y dispuesta a defenderse eficazmente.

-¿Con quiénes compartirán vivac?

-La unidad en la que se encuadra el contingente español va a estar formada por nueve naciones contribuyentes y compartiremos vivac con la nación anfitriona, Letonia. Esta es una buena oportunidad para conocer a otros profesionales, para ver otra forma de trabajar, para adaptarse a ella y, sin duda, es una experiencia enriquecedora.

-En la misión anterior, la Brigada dejó un buen sabor de Córdoba en el Este de Europa. ¿Se consideran ustedes embajadores?

-Por supuesto. Cada soldado que sale fuera de nuestras fronteras debe ser un auténtico embajador de España y, sobre todo, debe serlo por su comportamiento, su ejemplaridad y su profesionalidad. No hay mejor forma de vender la marca España que demostrando los valores que son propios del Ejército de Tierra, tales como el honor, la disciplina, la lealtad y el rigor. Si, además, a esto se añade el carácter desenfadado de nuestros hombres y mujeres -muchos de ellos son cordobeses y andaluces- todo esto facilita estrechar los lazos de amistad con otras naciones y con la población, de forma que al final de la misión queda un buen sabor de boca y hay una buena imagen tanto de España como de Córdoba. Córdoba ha sido históricamente la cuna de grandes militares que han llevado el buen nombre de España por el mundo. Y esto sigue siendo así.