Ramón Serrano Rioja, exgobernador militar de Córdoba y Jaén y jefe de la antigua Brigada Motorizada XXI, actual Brigada X de Cerro Muriano, ha fallecido a los 86 años de edad.

El funeral será mañana, miércoles, en Bailén y será también despedido a modo de homenaje en Córdoba, en un acto previsto en la iglesia de la Trinidad, a las 13.00 horas.

Nacido en Sevilla, en 1934, en el seno de una familia de tradición castrense, y estrechamente ligado a Córdoba, tuvo su última aparición pública en la parroquia de San Andrés Apostol, en un emotivo acto de la cofradía de la Esperanza, a cuya imagen impuso el fajín de general de Brigada el pasado mes de febrero.

Su padre, coronel del Ejército, fue destinado en el cuartel de Lepanto cuando tenía diez años de edad, y desde entonces su vida lo ligó estrechamente a Córdoba.

En 1953 ingresó en la Academia Militar de Zaragoza, donde finalizó sus estudios castrenses cuatro años más tarde. El destino volvía a ligarlo a la ciudad de Córdoba y al cuartel de Lepanto. Sin embargo, fue un destino efímero pues se alistó para marchar a Sidi Ifni, por entonces bajo protectorado español, donde las tropas españolas se enfrentaron a las marroquíes por los territorios del norte de África.

De vuelta a Córdoba pocos meses después, logró el ascenso a capitán, e inició una carrera militar que lo llevó de nuevo a Zaragoza, Córdoba, Madrid, Alicante y Sevilla. El general Serrano fue la máxima autoridad castrense en Córdoba durante el fallido golpe de Estado del 23-F.

Durante su etapa de general de la Brigada Mecanizada XXI, la unidad cordobesa estrenó su primera misión internacional de paz en Bosnia-Herzegovina en 1994.

Amante de las tradiciones cordobesas, las tabernas y el flamenco, fue pregonero de la Romería de Santo Domingo, cronista oficial y un asiduo de los actos organizados por la Brigada Guzmán el Bueno X, donde siempre recibió el respeto y afecto de sus miembros y familia.