La selección española de balonmano tratará de dar mañana (17:30) un nuevo paso hacia los Juegos Olímpicos de Tokio con un triunfo sobre Egipto, que aseguraría a los "Hispanos" la clasificación para los torneos preolímpicos.

Es el objetivo mínimo con el que arrancó el Mundial de Alemania y Dinamarca un conjunto español que llega muy mermado por las lesiones al decisivo encuentro con el equipo norteafricano.

De hecho, el técnico Jordi Ribera tan sólo podrá contar, tras decidir no incorporar a ningún nuevo jugador, con quince balonmanistas, tras las bajas confirmadas del central Dani Sarmiento y el lateral Dani Dujshebaev.

Las ausencias de Sarmiento, que aquejado de una rotura de fibras deberá permanecer más de tres semanas de baja, y de Dujshebaev, que con una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha se perderá previsiblemente lo que resta de temporada, condicionarán las alternativas del equipo español.

Especialmente en ataque, donde si Joan Cañellas asume, como parece más probable, la dirección del equipo junto con Raúl Entrerríos, el navarro Iosu Goñi quedaría como único lateral izquierdo.

Esta circunstancia obligará al conjunto español a demostrar uno de sus puntos fuertes, como siempre destaca el seleccionador Jordi Ribera, la polivalencia de los jugadores de primera línea, capaces de actuar con fiabilidad tanto varias posiciones.

No es raro, de hecho, ver a jugadores como el lateral derecho Alex Dujshebaev actuar de central con su equipo el Kielce polaco o al propio Goñi alternar la posición de lateral y central en el Pays D'Aix francés, tal y como también ocurre con Joan Cañellas.

Pero por encima de bajas o tácticas, el partido con Egipto será una cuestión de orgullo y carácter para un equipo español, que no está dispuesto a quedarse otra vez fuera de los Juegos Olímpicos.

Dolidos todavía por su ausencia en Río, los jugadores españoles se han fijado como objetivo fundamental la clasificación para Tokio 2020, conscientes muchos de ellos de que por edad serán sus últimos Juegos.

Para ello, los "Hispanos" no podrán fallar mañana en el Jyske Bank Boxen de Herning (Dinamarca) ante una selección egipcia, que bajo la dirección del español David Davis no sólo logró empatar (30-30) con Hungría, sino que también puso en numerosos aprietos (24-27) a toda una potencia como Suecia.

Liderado por el incombustible Ahmed Elahmar, el conjunto egipcio cuenta con peligrosos lanzadores como Ali Zeinelabedin o Yahia Omar, sin olvidar, como no al jugador del Montpellier Mohamed Shebib, un pivote no muy grande pero tremendamente efectivo en la línea de seis metros.

Estos argumentos ofensivos obligarán a España a mostrar su mejor versión en defensa si quiere sellar su clasificación para los torneos preolímpicos.

No obstante, la derrota no supondría el final de la carrera olímpica para los "Hispanos", que todavía podrían lograr el billete para Tokio de manera directa, si logran ganar el Europeo de 2020, o través de los preolímpicos para los que se repartirá dos nuevas plazas en el Campeonato de Europa que se celebrará el próximo año en Austria, Noruega y Austria.