La fase final de la Copa del Rey de balonmano que arrancará este viernes en el Madrid Arena plantea una cuestión inimaginable hace apenas unos meses: ¿Es posible un ganador distinto al Barcelona Lassa?.

Una duda que nadie se hubiera atrevido, ni tan siquiera a sugerir al inicio del curso, dada la incuestionable superioridad del equipo azulgrana, pero que ahora sí parece pertinente, tras los inesperados tropiezos sufridos por los de Xavi Pascual en el campeonato liguero.

La derrota (28-29) encajada el pasado 13 de abril ante el Fraikin Granollers, que puso fina a una racha de 176 partidos consecutivos sin perder del Barcelona en todas las competiciones nacionales, despertó las dudas sobre la infalibilidad de los azulgranas.

Una cuestión que ya se había empezado a insinuar, aunque muy tímidamente, tras el empate (26-26) cedido por los catalanes en la pista del Quabit Guadalajara o con la agónica victoria (29-30) lograda ante el Recoletas Atlético Valladolid, gracias a un gol del islandés Aron Palmarsson con el reloj ya a cero.

Resultados que abren un mínimo resquicio a la sorpresa, pese al innegable cartel de máximo favorito con el que el Barcelona afrontará una fase final, en la que los de Xavi Pascual intentarán encadenar su quinto título copero consecutivo.

Aunque no lo tendrá fácil el conjunto azulgrana, que iniciará mañana (20:30) su andadura en el torneo ante uno de los equipos que en más apuros le ha puesto esta temporada, el Recoletas Atlético Valladolid.

El cuadro "pucelano", que debuta en una fase final de la Copa del Rey, intentará volver a llevar al límite a los barcelonistas, tal y como ya hizo en el encuentro disputado el pasado mes de marzo en Huerta del Rey, con su tradicional juego entre central y pivote.

La pareja que conforman Adrián Fernández y Abel Serdio ya puso contra las cuerdas a los azulgranas en un choque en el que el Barcelona se alzó finalmente con el triunfo (29-30) con un postrero gol de Palmarsson, que se perderá el partido de mañana por una rotura fibrilar en el gemelo de la pierna derecha.

Pero si intenso se perfila el duelo de cuartos de final ante los vallisoletanos, no menos duro se antoja el posible enfrentamiento de semifinales, en el que el Barcelona podría encontrarse con el Fraikin Granollers, que parte como claro favorito en su eliminatoria ante el Ángel Ximénez Avia Puente Genil.

El Fraikin Granollers ya demostró con su "histórica" victoria (28-29) en el Palau Blaugrana que es capaz de competir de tú a tú con el conjunto barcelonista, algo que pocos equipos pueden decir, al menos en el panorama nacional.

Mucho más enconada todavía se presenta la batalla en la otra parte del cuadro, en la que el BM Logroño La Rioja, el Helvetia Anaitasuna, el ABANCA Ademar de León y el Quabit Guadalajara pugnarán por un puesto en la gran final.

Una lucha en la que el conjunto riojano, finalista ya el pasado año, parece partir con una ligera ventaja, dado el excelente momento de forma por el que atraviesan los de "Jota" González, que llegan a Madrid tras encadenar siete victorias ligueras consecutivas.

De hecho, el BM Logroño La Rioja tan sólo ha encajado una derrota, ante el Barcelona, en toda la segunda vuelta, un dato que no debería relajar a los logroñeses en el duelo de cuartos que les medirá con el Helvetia Anaitasuna, que ya apeó a los riojanos de la gran final en la Copa del Rey disputada hace dos años en Pamplona.

Igualmente pareja se intuye la eliminatoria de cuartos de final que enfrentará al ABANCA Ademar de León y el Quabit Guadalajara, dos equipos que ya saben lo que es ganarse mutuamente esta campaña, tras la victoria lograda por los alcarreños en León y la de los leoneses en Guadalajara.

Un duelo en el que todas las miradas se centrarán en el portero del Quabit José Javier Hombrados, el hombre que ha hecho posible desde su cargo como presidente de la Federación Madrileña que la fase final se dispute por primera vez en la capital, una Copa del Rey que deberá refrendar sobre la pista si es o no de verdad la edición más abierta de los últimos años