El Ángel Ximénez Avia y el Atlético Valladolid Recoletos se juegan el sábado en tierras pontanas dos puntos muy importantes, que pueden tener su peso en oro al final de la temporada. El factor campo puede ser determinante para los pontanenses y se confía en la victoria.

El balonmano vallisoletano, por historia, títulos y afición es uno de los cuatro más importantes de España y de alguna manera está obligado en su nueva etapa a ser uno de los protagonistas de las próximas temporadas. La gran virtud de este equipo es sin duda alguna su conjunto, sin desmerecer para nada sus individuales. La portería está bien defendida por el veterano Javier Díaz, un guardameta que siempre se le ha dado bien la localidad pontana. La veteranía de los jugadores de campo, Diego Camino y Fernando Hernández, unido a la juventud de Abel Sergio , Rubén Río, Víctor Rodríguez y Dani Dujshebaev, que por cierto todo indica que jugará la próxima campaña en el Kielce, un poderoso equipo polaco, se configuran como la columna vertebral de un equipo que tras la primera vuelta suma tres puntos más que los pontanenses. Eso sí, los de Puente Genil tienen a su favor haber ganado en su feudo el primer partido de liga y tener un calendario en casa más llevadero que el conjunto de Pucela.

En cuanto al cuadro pontanés, ha entrenado con normalidad durante toda la semana. Están con molestias Josic y Manu, aunque, si no hay sorpresas de última hora, Quino Soler, podrá contar con toda la plantilla. La vuelta de Mario Porras es la novedad más importante, ya que Chispi lo hizo en el mes de diciembre.

No cabe duda que el apoyo de la afición será determinante en este choque que se presume igualado y que se puede decidir por detalles mínimos. El partido comenzará a las seis y media de la tarde y será dirigido por el asturiano Fernández Fernández y el castellano leonés Martín Franco.