Con ritmo diferente y con mucho menos ruido mediático, Marc Gasol está a punto de disfrutar el mismo sueño que vivió hace nueve años su hermano Pau: las finales de la NBA. Incluso para alguien que ha construido una carrera envidiable, con títulos mundiales y europeos y medallas olímpicas, el momento no puede ser más emblemático.

Los Raptors, con Marc en su quinteto titular, pero también con Serge Ibaka en su plantilla y el seleccionador Sergio Scariolo como ayudante del técnico Nick Nurse, disputarán a partir de la madrugada del viernes por primera vez el anillo de campeón ante los Warriors, que buscan su tercer título consecutivo. Por primera vez en cinco temporadas, los Warriors tendrá un rival distinto a Lebron James y los Cavaliers en la lucha por el anillo de la NBA, en la que asumen la condición de favoritos: hasta un 76%, según las apuestas de Las Vegas si Kevin Durant acaba jugando.

"Me siento muy afortunado, de representar a tanta gente de España, pero también de todo mi viaje", explica Marc para analizar la oportunidad que le aguarda en estas finales al mejor de siete encuentros. Será el cuarto jugador español que estará en una final. Lo hizo Pau en tres ocasiones con los Lakers (2008, campeón en 2009 y 2010), Ibaka en el 2012 con los Thunder) y José Manuel Calderón, con los Cavaliers (2018).

Sin renunciar nunca a su condición de hermano de una leyenda, Marc ha sabido escribir su propio camino y aprovechar su momento. Este le ha llegado a los 34 años, cuando la legión de fans españoles de la NBA empezaban a perder la esperanza. Eso sí, lejos de Memphis donde persiguió el sueño con todas sus fuerzas y a punto estuvo de conseguirlo. Los Spurs le arrebataron esa oportunidad en el 2013.

Han sido los Raptors los que, finalmente, le han abierto la puerta con un traspaso providencial, igual que lo fue el cambio de Grizzlies a Lakers que vivió Pau en febrero de 2008 para catapultar su carrera hacia el estrellato. En un equipo que ya añadió en verano a una super estrella como Kawhi Leonard, pero que nunca había pisado las finales de la NBA por muchas figuras que lo intentaron como Tracy McGrady, Vince Carter, Chris Bosh o DeMar DeRozan, la llegada de Marc Gasol ha servido para impulsar, al fin, una dinámica ganadora en Toronto, que solo contaba con una final del Este en su palmarés.

"Es solo baloncesto, no hay presión, es divertido", asegura Marc antes de afrontar el desafío. "No quiero mirar atrás, solo estoy focalizado en lo que se viene y cómo van a jugar los Warriors", seguía, "solo estoy viviendo el momento", asume.

"Un tipo inteligente"

Los números de Marc están alejados de lo que acostumbraba en los Grizzlies (8,6 puntos, 6,1 rebotes y 3,2 asistencias), pero su aportación defensiva y su talento han resultado claves para elevar la solidez de los Raptors. "El traspaso de Marc llevó nuestra inteligencia en la pista a otro nivel. Marc juega extremadamente inteligente y duro. Cuando tienes a un jugador así manejando al equipo, las cosas son mucho más fáciles", explica Kyle Lowry, base de los Raptors.

Frente a unos Warriors que han encontrado la mejor versión de Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green en estos ‘play-offs’, que ha barrido a Portland (4-0) en la final del Oeste, que presenta el mejor ataque de la Liga (117,3 puntos), y que confían en recuperar a lo largo de la serie a Durant, ausente en los últimos cinco partidos, el equipo de Nick Nurse tiene algunos argumentos a favor para alimentar su esperanza.

Más allá de la ventaja de campo y de que se llevaron los dos partidos de la fase regular, los Raptors cuentan con Kawhi Leonard al mejor nivel de su carrera (31,4 puntos, 8,4 rebotes y 3,6 assitencias) y han mostrado el mejor nivel defensivo de la Liga, que le ha permitido sobrevivir en siete partidos a los Sixers y remontar un 2-0 frente a los Bucks. Pero nadie duda de que necesitarán además a mejor versión de sus piezas claves (Lowry, Siakam, Marc Gasol o Green) para plantar cara a unos Warriors que aspiran a perpetuarse como uno de los mejores de la historia.