La polémica sobre la cancelación de la visita a la Casa Blanca de los Eagles de Filadelfia, campeones de la Super Bowl, por parte del presidente de Estados Unidos Donald Trump, ha llegado a la NBA. Es tradición que el vencedor de la competición visite al mandatario americano en una ceremonia de patriotismo, pero LeBron James ha asegurado que esta vez, gane quien gane, el campeón de la NBA no acudirá a la Casa Blanca. "Sé que no importa el equipo que gané la serie de las Finales, Cavaliers o Warriors, ninguno desea una invitación".

El base de los Cavs, ganador de tres anillos (2012, 2013 y 2016), reconoció que la decisión del presidente de vetar la visita de los campeones de la NFL a los estamentos del gobierno americano, no era ninguna sorpresa. "Se trata de algo típico de él y mientras se encuentre en la Casa Blanca, estas situaciones van a continuar", expresó mientras mostraba su oposición a la forma de hacer del mandatario norteamericano. "Hay muchas cosas en las que nosotros creemos como americanos, que él no las apoya y también hay muchas personas que piensan que no hace nada por darle solución", sentenciaba.

LO QUE IMPORTA SON LOS LOGROS

James se ha mostrado contundente y ha declarado que ha llegado el momento de no permitir que las decisiones de Trump eclipsen el sacrificio de los jugadores para conseguir un título, sea Vince Lombardi de la Super Bowl o el anillo de la NBA. "Creo que lo más importante y lo que permanece para toda la vida es lo que como deportistas conseguimos en el campo todos los profesionales que competimos en Estados Unidos y ganamos un título de campeones, sin tener en cuenta quien esté en la Casa Blanca, especialmente, si hay alguien como él".

Sus declaraciones llegan horas después de la decisión del presidente de anular la visita de los Eagles de Filadeplfia. Pero no son las primeras. Stephen Curry ya se pronunció el pasado 22 de septiembre. El base de los Warriors, que en 2015 con Obama de presidente había acudido a la tradicional visita, declaró que esperaba que los campeones pudieses inspirar "cambios" al no acudir a la Casa Blanca; algo que él ya patentó el año pasado. Y es que, tras dudar sobre si asistir o no, el presidente decidió vetarle la entrada.

Ahora, tras las declaraciones de James, el base se reafirma. Los Warriors no visitarán a Trump. "El año pasado, decidí hablar por mi mismo al no querer ir a la Casa Blanca. Y cada equipo que ha ganado un campeonato desde entonces ha pasado por eso", comentó Curry. "Lo importante de todo este movimiento es que los deportistas hemos tomado conciencia de las cosas que nos afectan y educamos a las personas en la búsqueda de soluciones a las mismas".

TODOS A UNA

Las reacciones y críticas a Trump han llegado desde casi todos los estamentos de la NBA. Desde los terrenos de juegos, el alero Kevin Durant se suma a las palabras de su compañero Curry. "¿Qué otra cosa esperas que haga Trump?. Cuando alguien dice que no quiere venir a la Casa Blanca, él cancela la invitación para que la sesión de fotos no se vea mal", valoró Durant. "Mantenerse en lo que creemos es bueno para todos y nadie de nosotros, si ganamos, va a ir a Washington".

Steve Kerr, entrenador de los Warriors, añadía, desde los banquillos, que no tendría ningún problema en que algún jugador de su equipo protestaste durante la entonación del himno nacional; pues cree que es una forma de denunciar las injusticias sociales. Steve rechaza la gestión de Trump pero no quiere valorar la política de la NBA.

Quien si lo hace es el comisionado de la competición, Adam Silver, que tras conocer la nueva normativa de la NFL que prohíbe a los jugadores arrodillarse durante el himno nacional ha asegurado que en su liga esto es diferente." El 25 por ciento de nuestra liga se compone de jugadores que no son estadounidenses. Por lo tanto, es difícil decir que en el caso de la NBA se trata de patriotismo, cuando una cuarta parte de nuestros jugadores no son estadounidenses", ha declarado.