El presidente de la Federación Española de Baloncesto, Jorge Garbajosa, puede sacar pecho con orgullo. La cosecha de medallas de las selecciones de formación este verano vuelve a ser espectacular. Ya no es ninguna novedad. No es solo mérito de la federación. También de los muchos clubs y técnicos que trabajan con los jóvenes. Pero los resultados no dejan de asombrar. El último, el conseguido este domingo por la selección sub-16selección sub-16. El equipo dirigido por Dani Miret se proclamó campeón de Europa en Udine (Italia) apenas dos semanas después de que la sub-18 conquistara el oro europeo y un mes después que la sub-20 fuera subcampeona de Europa. El bronce Mundial de la sub-19 femenina y el oro en el Europeo de la absoluta femenina añaden mucho más valor al botín.

"El balance es muy positivo. Supimos superar los momentos más complicados de la competición, el grupo fue creciendo cada día y al final aparecieron jugadores determinantes, lo que nos permitió estar a un gran nivel y lograr este grandísimo resultado", asegura Miret, que ejercerá de ayudante de Carles Duran este año en el Joventut y se mantiene como entrenador del Prat, el filial verdinegro. "Podemos decir que el baloncesto en España atraviesa por un buen momento. Los chicos que suben tienen calidad y aprietan", añade.

El trabajo en equipo de algunas de las grandes perlas que mima en sus categorías inferiores el baloncesto español permitió sobresalir en la final contra Francia, un equipo con pívots dominantes (Wembanyama, de 2,18 y Raynaud, con 2,12) que acabó rendido (61-70). El acierto del base Juan Núñez (1,90; Real Madrid) o el alero Michael Caicedo (1,97; FC Barcelona) o al escolta Rubén Domínguez (1,97; Estudiantes) marcó diferencias. El azulgrana cerró el partido con tres triples en los últimos cuatro minutos para acabar con 21 puntos, los mismos que Núñez, mientras Domínguez, que fue elegido el MVP del torneo, acabó con 15.

ESTRUCTURA COMPETITIVA

No es la primera vez que las tres selecciones (sub-20, sub-18 y sub-16) se suben al podio en el mismo verano (ocurrió algo parecido en 2011 y 2013), pero sí la primera vez que las tres disputan la final continental de sus respectivas categorías. Y los éxitos no paran de acumularse. Una mirada al último lustro refleja un balance espectacular: 17 medallas en categorías de formación (10 oros, 6 platas, 1 bronce), 9 en la competición femenina y 8 en la masculina.

Has sido un verano muchísimo mejor de lo soñado, pero detrás de esto está el trabajo de mucha gente, empezando por Scariolo, cuyo apoyo es determinante. "Y aunque suene exagerado hace un seguimiento diario y es muy exigente", cuenta Alberto Lorenzo, el coordinador en la federación desde las categorías sub-16 a sub-20, que admite el peso de los clubs pequeños, de la estructura competitiva en España y, sobre todo, del alto nivel de los entrenadores en los resultados.

De la sub-20 que hace un mes cayó frente a Israel aparecen nombres muy interesantes como los del base Carlos Alocén, fichado por el Real Madrid (18 años, 1,94), del Zaragoza, donde aún jugará cedido esta temporada, Joel Parra, alero del Joventut (19 años y 2,01) o Sergi Martínez (20 años y 2,02). Pero genera muchísima ilusión la sub-18 de Javier Zamora, que ganó hace 15 días en Turquía con apariciones deslumbrantes como las de Santi Aldama, un alero de 2,11, que acabó con 21 puntos e que iniciará este año su etapa universitaria en la NCAA con Loyola Maryland, o la de del pívot del Madrid, Usman Garuba, que sumó 11 puntos y 14 rebotes.

"Había un poco de pesimismo respecto al relevo de la generación del 80 (la de Pau Gasol, Reyes, Navarro)", asegura Lorenzo, "pero yo soy un poco más optimista. Vienen jugadores muy interesantes para quedarse y garantizar el relevo en los próximos años".