Sin el brillo del partido de Serbia, sin la intensidad del día de Italia, pero con la misma determinación y el mismo espíritu, España se abrió paso también frente a Polonia en los cuartos de final que dan acceso a la lucha por las medallas y se impuso por 90-78. La selección ya está entre los cuatro mejores del Mundial, la barrera en la que se había estrellado en las dos últimas ediciones, y le abre todo un camino de esperanza e ilusión de aquí a que acabe el torneo. De momento las semifinales, todo un éxito se mire como se mire, en la que se medirá este viernes al ganador que saldrá este miércoles del Australia-República Checa.

Ricky Rubio, una vez más,con 19 puntos, 9 asistencias y 5 rebotes, y Rudy Fernández, con 16 puntos y 5 de 5 en triples, encendieron la luz en un encuentro sufrido de principio a fin para los jugadores de Scariolo que, en esta ocasión, tuvieron que ponerse el mono de trabajo y sufrir para dejar a su rival en la cuneta.

No es casualidad que Polonia se haya plantado en la pelea por los puestos de honor. Desde el primer instante exigió la máxima concentración a la selección. No es un equipo con el talento de la selección española, pero es un bloque sólido y constante, que está en un momento de confianza espléndido. Por ejemplo, el del base nacionalizado A.J. Slaughter, que estará esta temporada en las filas del Betis, un manejador extraordinario de balón, muy complicado de parar en el uno contra uno. Pero en ese setado de gracia se encuentran varios jugadores del combinado de Mike Taylor.

Problemas de Marc

A la selección le costó un mundo abrirse camino en el partido porque además del carácter granítico de Polonia se encontró con un problema adicional: las malas sensaciones de los dos grandes: tanto Marc Gasol como Willy Hernangómez.

El pívot catalán, en concreto, ha trabajado bien los aspectos imprescindibles: la defensa, las ayudas, la generación de juego, pero no está fino cuando ataca el aro. En ocasiones porque los rivales se cierran sobre él. Pero también en ocasiones porque parece falto de confianza. Sin la chispa suele tener. Willy tampoco consiguió darle un relevo adecuado cuando estuvo en la cancha. Y ese aspecto desequilibró el juego de la selección y facilitó la defensa de Polonia. Por suerte, Ricky se encargó de tirar desde el inicio del equipo, bien acompañado por Rudy Fernández y el trabjo de ambos le dio cierta iniciativa a la selección, aunque ene todo momento con la soga la cuello (22-18, m. 10) porque Polonia castigaba, además, las fisuras defensivas del equipo español.

La aparición de Juancho Hernangómez en el tercer cuarto resultó providencial. Con tres triples nada más iniciarse el cuarto y uno adicional de Rudy, le dio a España los mejores minutos del partido y también su máxima ventaja (38-28, m. 14) hasta ese instante. Ese aire llegó de forma providencial para el equipo de Scariolo, al que se le veía sufrir sobre la cancha. Pero no fue el golpe que podía esperarse en el partido. El acierto en el triple (6 de 10 hasta ese instante) duró lo que duró y Polonia, con su ritmo constante y también con su descaro, en un encuentro en el que no tenía nada que perder, volvió a ponerse en manos de Slaughter y Wzaczysnki, el jugador del Unicaja, para apretarle las tuercas a su rival e irse con un 46-41 al descanso, q ue dejaba todo abierto para el segundo periodo.

Rudy y Ricky, decisivos

Regresaron los jugadores de Scariolo a la cancha con mejor actitud y más agresividad en defensa, consciente de la oportunidad que tenían delante. Pero quien más convicción le puso de inicio fue Rudy Fernández, que ha ido de menos a más en el campeonato, y está entrando en la fase decisiva del campeonato con un papel protagonista. Con dos triples de inicio de tercer cuarto dio un nuevo empujón a las aspiraciones españoles (58-44, m. 24). Pero nadie fue capaz de darle el relevo con garantías. Así que el tono intermitente, las desconexiones, los problemas para atacar sobre todo en estático, se mantuvieron en la selección para que continuara la agonía en cada posesión y en cada defensa (67-58, m. 30).

Con Willy Hernangómez mucho más efectivo en el inicio del último periodo y, sobre todo, con el protagonismo de Ricky Rubio, que despejó la incertidumbre con dos triples consecutivos a falta de cuatro minutos (82-72, m. 36), España acabó de levantar cabeza y añadió otro oportunidad de oro a su ya deslumbrante historia.

Ficha técnica

España: Ricky Rubio (19), Rudy (16), J. Hernangómez (14), Claver (6) y Gasol (10) -cinco inicial-, Ribas (1), Oriola (2), W. Hernangómez (18) y Llull (4), Beirán (-), Rabaseda (-) yQuino Colom (-).

11 de 28 triples (Rudy, 5). 34 rebotes, 11 ofensivos (Claver, 5). 28 asistencias (Ricky, 9)

Polonia: Slaughter (19), Hrycaniuk (8), Cel (3), Ponitka (9), Waczynski (15) -equipo titular-, Balcerowski (-), Sokolowski (11), Olejniczak (-), Laczynski (-), Gruszecky (-) Koszarek (3) y Kulig (10).

10 de 29 triples (Slaughter, 4) 31 rebotes, 10 ofensivos (Ponitka, 11). 19 asistencias (Slaughter, 6).

Parciales: 22-18; 24-23; 21-17; 23-20

Árbitros: Jorge Vázquez (PR), Yohan Rosso (Fra) y Takaki Kato (Jap).

Incidencias: partido de cuartos de final disputado en el Oriental Sports Center de Shanghái ante unos 10.000 espectadores.