Los trabajadores del Córdoba sumaban hoy su tercer mes sin cobrar sus nóminas, lo que ha llevado a situaciones más que comprometidas en el día a día de los empleados. Este periódico ya informó que uno de ellos abandonó el club hace una semana ante los impagos y que casi media docena de ellos pretendía hablar con el presidente y máximo accionista, Jesús León, para que solucionara, al menos en parte, la falta de liquidez.

El Córdoba comunicó ayer, a través de su departamento de comunicación, que «desde hoy» empezará a regularizar los pagos a empleados y proveedores, empezando por la primera nómina que se debe, la de febrero y que «en los próximos diez días» terminará de abonar el total de la deuda que mantiene.

TODO EMPEZÓ EN PUCELA

La falta de liquidez del club blanquiverde tiene un origen en la negociación, más que discutible, realizada con el Valladolid por los traspasos de Álvaro Aguado y Sergi Guardiola, a los que este periódico ha tenido acceso. El importe total de dichos traspasos supera los seis millones, IVA incluido, aunque llama la atención que el centrocampista jiennense se haya vendido por una cifra muy por encima de las expectativas y del coste de mercado. De hecho, el pasado verano, desde el club ya se reconoció que en Pucela interesaba Álvaro Aguado y que la cifra de traspaso que se barajaba no llegaba, entonces, al millón de euros. Sin embargo, en la negociación final ese precio casi se multiplicó por tres. El de Guardiola, por su parte, es más alto, aunque posiblemente, el interés inicial del Getafe de cobrar un porcentaje y no una cantidad fija -como así ha sido finalmente- por liberar al jugador de su cesión tuvo que ver en ese cambio de cantidades por uno y otro. Aparte, el Córdoba se reserva un 12% de futuras ventas de cada uno de los jugadores y otras variables por rendimiento de cada uno de los futbolistas. En cualquier caso, la cantidad asegurada para el Córdoba está en el entorno de los seis millones.

UNA COMPAÑÍA FRECUENTE

Otro aspecto llamativo es que, según fuentes de la negociación consultadas por este periódico, las citas con el Valladolid por parte del Córdoba estuvieron comandadas por su director general, Alfredo García Amado. Aún más sintomático resulta que en más de una reunión, sobre todo en el inicio de las negociaciones entre el Córdoba y el Valladolid, García Amado estuviera acompañado de su socio en la agencia de representación Mesas Sport, José Mesas. Hay que recordar que Mesas no es agente de Aguado ni de Guardiola. De hecho, Mesas ha acudido a algún partido del Córdoba acompañando al director general blanquiverde. Una de las últimas veces que se les vio juntos en un palco fue en el Martínez Valero, en Elche.

Justo tras el partido, García Amado llevó al presidente, Jesús León, a Barcelona. En teoría, se suponía que en la Ciudad Condal el director general había encontrado finalmente financiación para los pagarés. Pero de nuevo se pinchó en hueso y 24 horas después el asturiano estaba en Sevilla, de nuevo con León, en una cita con otro interlocutor para intentar, de nuevo sin éxito, financiación para los pagarés.

Un descenso del Valladolid a Segunda atrasaría los pagarés por el traspaso de Aguado hasta 2022

Finalmente, al menos en principio, parece que se ha logrado dicha fuente de financiación. El contrato de Álvaro Aguado fue el que más retrasó la operación. Tal y como informó este periódico a principios de diciembre, el Getafe, Guardiola, el Córdoba y el agente del jugador tenían prácticamente cerrado el acuerdo para el traspaso del delantero al Valladolid. Sin embargo, el pase de Aguado suscitó no pocos problemas y retrasos.

A EXPENSAS DEL VALLADOLID

A pesar de que ya en diciembre y enero acababa de producirse en la entidad cordobesista el primer impago de nóminas en esta temporada, el Córdoba aceptó que el Valladolid, siempre que estuviera en Primera, pagara el traspaso del jugador en 22 pagarés, teniendo el primero fecha de 31 de agosto del 2019 y pagándose el último el 31 de mayo del 2021. Sin embargo, si el Valladolid desciende finalmente a Segunda División esos 22 pagarés se convierten en 36, nada menos. Por lo tanto, en caso de que el Valladolid milite en Segunda la próxima temporada, el último pago por Álvaro Aguado se iría hasta el 31 de agosto del 2022.

En ambos contratos se incluye una cláusula tipo, en la que los clubs declaran que no han requerido, ni utilizado los servicios de ningún intermediario deportivo, pero también incluyen otra en la que «no existe contrato o acuerdo por el que se haya pagado o haya que pagar, directa o indirectamente» por los trabajos de negociación y traspaso de los jugadores «a algún directivo o empleado» del Valladolid y del Córdoba.

La sensación que se percibe tras la lectura de los contratos es la misma: la de un club vendedor que no tiene ninguna prisa por cobrar u obtener liquidez lo más inmediatamente posible y sí como un club que negocia como una entidad solvente, sin problemas de cash a corto plazo y más preocupado por obtener un ingreso mensual fijo en los próximos años. Porque el contrato de transferencia de Sergi Guardiola sigue las mismas pautas. Para empezar, se traspasa el 100% de los derechos federativos del delantero, cuando diversas informaciones han indicado en los últimos meses -incluso años- que el futbolista tenía un porcentaje de sus propios derechos. El Valladolid realiza un pago inmediato de 600.000 euros, la mitad para el Córdoba y la otra mitad para el Getafe, en lo que supone el primer pago al club azulón por la liberación del jugador.

COMO UN CLUB SOLVENTE

Con el resto, de nuevo el Córdoba ‘actúa’ como una entidad sin necesidades perentorias a corto plazo y recibirá ese dinero en otros 22 pagarés, el primero de ellos con fecha de vencimiento el 31 de julio del 2019, por lo que el último se percibiría el 31 de mayo del 2021.

Pero al igual que en el caso de Aguado, el contrato especifica que, en caso de descenso a Segunda, el Valladolid abonará el importe en 36 pagarés, el último a abonar el 31 de julio del 2022.

A EXPENSAS DEL VALLADOLID

El importe adicional que abonará el Valladolid en caso de continuar en Primera será de 600.000 euros más IVA. y se pagarían antes de que se cumplan 30 días desde el final de Liga en Primera División. 600.000 euros que tienen destinatario. Evidentemente, la negociación de esa forma de pago en la que García Amado llevó la voz cantante y no en pocas ocasiones junto a su socio en Mesas Sport ha provocado una situación kafkiana y más que prevista, dado el ‘histórico’ de impagos del Córdoba, que ya en diciembre, en pleno proceso de negociación acumulaba más de una nómina de impagos a la plantilla.

El Córdoba asegura que desde hoy regularizará los pagos tanto a los empleados como a proveedores en 10 días

Paralelamente, lograr financiación para dichos pagarés provoca una pregunta, cuanto menos, inquietante. Si se busca financiación para esos 44 pagarés, el inversor que presta el dinero está obligado a hacerla: ¿los 4,4 millones serán devueltos en 22 o en 36 meses?

El club informó ayer que el dinero para el abono de las nóminas pendientes procede de la financiación de dichos pagarés y que en «diez días» esperaba tener todas las nóminas regularizadas y los pagos a proveedores.