El Córdoba cerró la jornada 20 de Segunda a cuatro puntos de la salvación, zona que cierra precisamente el próximo rival de los blanquiverdes, que empató en casa ante Las Palmas en el último encuentro de la jornada 20. Quizás uno de los detalles más importantes que muestra la tabla clasificatoria al borde del final de la primera vuelta del campeonato es que la segunda mitad de la tabla parece apretarse cada vez más. De hecho, desde el último clasificado, el Nástic con 16 puntos, hasta el 13º en la tabla, el Lugo con 22 puntos hay una separación de seis puntos en los que se encuadran 10 equipos, de los que ocho están encuadrados en tan solo dos puntos.

Por ello, el partido del próximo domingo ante los majariegos se presenta como vital para las aspiraciones de los blanquiverdes por muchos motivos. El primero, porque llegarían a los 20 puntos, cuando la pasada temporada se superó esa barrera a finales de febrero y ocho jornadas después, en la 28. Segundo, porque sería meterse de lleno en ese grupo que lucha por la salvación. Tercero, porque se derrotaría a un rival directo por esa pelea. Y, finalmente, porque ese triunfo, teniendo en cuenta los enfrentamientos directos que habrá en la próxima jornada entre equipos que ocupan esas posiciones, dejaría al Córdoba en una buena posición para afrontar la salida de los puestos de descenso en las dos oportunidades que se le presentarán posteriormente fuera de casa, sobre todo en Soria, en donde le espera un Numancia inmerso en la lucha por la salvación.

CRUCES DE CAMINOS

Cuatro de los 11 partidos que cierran la primera vuelta medirán a equipos que se encuentran en esa lucha por la permanencia. Además del Córdoba-Rayo Majadahomda, la jornada 21 depara un Reus-Numancia, Lugo-Extremadura y Elche-Gimnàstic. A partir de ahí, cada punto adquirirá un valor determinante en esa gran pelea.