A poco más de 24 horas del crucial partido del Córdoba ante el Sevilla Atlético, el ambiente a final merodea por el estadio El Arcángel. Así se pudo ver en el corto entrenamiento de ayer con un protagonismo claro para el trabajo defensivo en el área.

Tras esta sesión, el entrenador Juan Merino analizó en rueda de prensa la situación en la que se encuentra su plantel, así como su estado en el banquillo cordobesista tras una semana en la que, como ya apuntó este periódico, desde las entrañas del club se ‘activó’ el nombre del técnico del filial, Jorge Romero, como posible inquilino del banquillo del primer equipo. Pero mientras no se produzcan novedades en los próximos días en función del resultado que produzca mañana, Merino seguirá «con todas las ganas y la ilusión para revertir esta situación». Además, el técnico insistió en que «solo tengo en mente ganar este partido y no pienso en un empate o una derrota porque las distracciones siempre son malas».

Así se lo hizo saber el preparador linense, cuyos jugadores estuvieron «cabizbajos durante un día o dos tras otra derrota». Merino subrayó la seriedad que reina en el vestuario «cuando se encajan una serie de derrotas, además de ser el colista». A pesar de ello, «debemos estar animados y con muchas ganas en cada entrenamiento para darle la vuelta a esta situación». Una de las opciones que ha intentado el preparador blanquiverde es el cambio de sistema con cinco defensas, ya que «debemos probar diferentes formas de juego, pues la confianza del equipo va en función de los resultados que dé ese sistema». Unos marcadores que el cuadro cordobesistas desea conseguir cuanto antes.

Para la cita de mañana, Merino deberá realizar otro ajuste más ante la baja por sanción de Sergi Guardiola. «Es una ausencia importante que desajusta a cualquier entrenador por el momento en el que está; si hay un jugador que marcado diferencias hasta ahora ha sido él dadas sus actuaciones», recalcó el técnico que dispone de una plantilla «con jugadores que están trabajando para ganarse una oportunidad; unos jugadores que sin importantes dentro de un equipo que van a dar un rendimiento importante, sin duda». Una de las claves para que un conjunto de futbolistas ofrezcan resultados óptimos es, además del esfuerzo de los mismo, en el trabajo de su técnico. En este aspecto, Merino asumió su parte de responsabilidad recalcando que «he venido aquí como entrenador para ganar partidos y aún no lo he hecho, aunque estoy aquí para levantar la moral y quiero un triunfo cuanto antes». Dice el tópico que en el fútbol manda el resultado, independientemente del juego. No lo cree así Merino, ya que quiere un equipo «que gane desde el convencimiento de un partido bien trabajado, pues se pueden ganar de muchas formas, pero si se generan dudas y no eres superior al rival, pues esas dudas persisten».

El partido del Viejo Nervión puede ser una gran oportunidad, punto de inflexión «para nosotros, pues ellos (por el Sevilla Atlético) han alcanzado un buen camino tras su victoria en Granada; ese es el camino que debemos coger nosotros».

SÓLIDOS Y COMPACTOS

Respecto al filial sevillista, Merino subrayó la juventud de sus jugadores, aunque también presentan «carencias que deben pulir con el día a día, sobre todo en la maduración de la jugada». El técnico del Córdoba es consciente de ello, ya que «he estado en un filial y los chavales suelen comenzar con dudas, pero suelen ir de menos a más».

En el caso del Sevilla Atlético, Merino lo definió como un equipo «compacto que ha empatado en casa partidos importantes como el Zaragoza y el Tenerife». Pero sobre todo, analizó su actuación ante el Granada, en cuyo estadio consiguió su primera victoria. «Allí se presentaron prácticamente sin delantero centro, con Pozo en punta y David en segunda línea y realizaron un partido tremendo», recordó el linense sobre un rival del que también destacó «el comportamiento solidario». Para combatir esas virtudes, Merino recalcó que «debemos estar sólidos con las ideas que estamos trabajando, pero con acierto pues los resultados están ahí».

El conjunto comandado por Tevenet «se encuentra en una situación similar a nosotros», por lo cual mañana es el día adecuado para que la dinámica en la que se encuentra sumergido este Córdoba de un giro de 90 grados. El colista de la división de plata tiene un solo empate, algo que Merino consideró «anecdótico cuando en Segunda se dan más empates que derrotas o victorias».

Esa victoria es la que busca el Córdoba de Juan Merino. Un triunfo que se busca como agua de mayo. Por eso y como diría el malogrado Luis Aragonés, solo hay un único propósito en la cabeza: ganar.