Que el fútbol que se avecina será más bien raro es algo que, a duras penas, todo el mundo empieza a asumir. El protocolo del Gobierno deja claro que los entrenamientos son un lugar exclusivo para los futbolistas, el entrenador... y poco más. En la normativa difundida con la entrada de la fase 1 y el inicio de las sesiones preparatorias de los clubs profesionales -el resto empezarán, si empiezan, en la siguiente etapa de la desescalada-, se establecen unas normas de escrupuloso seguimiento.

La normativa no permite la presencia de personal de apoyo y utilero. Los deportistas tendrán que entrenar oportunamente equipados, y cualquier material de refresco o auxiliar deberán portarlo ellos mismos, según establece en su apartado II.2.2.

En el caso del Córdoba CF, la película podría ser inédita. ¿Alguien puede recordar un entrenamiento en más de quince años sin Pepillo dentro? La presencia de José Pedrosa, responsable de material, es el único punto fijo en un Córdoba que ha ido remodelándose a cámara rápida como sello de la casa. De momento, con la ley en la mano, Pepillo se queda al margen. De cualquier modo, la plantilla blanquiverde no ha regresado y, de hecho, está dentro de un ERTE. Ante la ausencia de competición, las sesiones grupales no se van a producir en la Ciudad Deportiva hasta dentro de bastante tiempo.

Los fotógrafos, fuera de escena

Los efectos del covid-19 han hecho que las autoridades sanitarias extremen el celo al máximo. Las imágenes de los entrenamientos serán de lo más extraño para quien las pueda ver, que no serán los medios de comunicación ni los fotógrafos que habitualmente acuden a cubrir la información de los equipos. El protocolo del Gobierno impide asistir a la prensa a las sesiones.

El plan aprobado por el CSD y Sanidad para el deporte profesional impide asistir a los medios de comunicación, aunque prevé que los clubes, federaciones y otras entidades "podrán disponer de mecanismos de toma de imágenes y de difusión de las mismas, con fines deportivos, informativos y comerciales".

El personal que esté involucrado en la obtención de estos recursos audiovisuales "estará sometido a los mismos controles que el resto del personal técnico y auxiliar", expresa la normativa.

La Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV) ya ha advertido que esta medida supone un grave problema para la ya precaria situación laboral que esta pandemia está provocando en la profesión. Por ese motivo, han pedido a La Liga y a la Real Federación Española de Futbol que tenga en cuenta a los fotógrafos y que solicite a los clubs que faciliten su acceso a los entrenamientos.

Los profesionales de este sector subrayan que, pese a que este protocolo es común para todos los deportes, el fútbol es el que más interés genera en los medios de comunicación y el más rentable para los fotógrafos especializados. En este momento, si la RFEF, los clubs o LaLiga quisieran abrir la mano en este punto irían en contra del referido protocolo, con las consecuencias legales correspondientes. La polémica está servida.