El sistema del Córdoba CF de tres centrales, que parecía irrenunciable durante seis jornadas, fue aparcado -nunca será descartado- en el séptimo compromiso, en El Arcángel y ante el Cádiz B. Más allá del resultado y de la manera en la que este llegó, la modificación realizada por Enrique Martín invita, por un lado, a la esperanza, y por otro a tomar nota de posibles problemas en el futuro. Problemas que pueden llegar desde la escasez, principalmente, con una plantilla con nada menos que siete centrales, tres laterales o carrileros y apenas un extremo clásico, de profundidad. Esos condicionantes obligan al técnico blanquiverde a diversas variables que, en caso de no llegar, harán inviable dicho cambio, por lo que estaría empujado a insistir, tanto en casa como fuera, con el esquema de carrileros y tres centrales.

BUENO POR DENTRO

La pareja de centrales no tuvo excesivo trabajo ante un Cádiz B que se mantuvo agazapado durante una hora y directamente arrinconado en su área en la media hora final. Sin embargo, las posibles sorpresas en forma de balones largos fueron solventadas bien por un Fidel Escobar que anduvo serio y contundente en su parcela y por un Momo Djetei que apunta virtudes más que llamativas (velocidad, juego por alto en ataque y defensa), a pesar de alguna pequeña desconexión. Hay que tener en cuenta que uno tiene 24 años y el otro 25 y lograron la titularidad en una plantilla con varios compañeros en su puesto con más experiencia que los dos.

Por delante, Martín conformó un doble pivote con Xavi Molina y José Antonio González. El catalán no sorprendió, porque ya como central mostró cualidades para actuar en ese puesto, una zona en la que en algún momento llegó a recordar a Luso Delgado. Quizá un pequeño paso adelante más en el aspecto físico -llegó justo al tramo final del encuentro- le daría el puesto de manera indiscutible, si no lo es ya. Junto a él, José Antonio González. El pontanés no terminó de convencer a algunos en su anterior comparecencia en casa como titular, a pesar de dejar detalles llamativos, pero ante el Cádiz B fue de los primeros en entender por dónde debía transcurrir el partido, buscando continuamente desplazamientos y aperturas a banda de media distancia. Intentar mover al rival no solo para intentar descolocarlo, también para desgastarlo físicamente. Una visión necesaria en un equipo que debe dar ese paso adelante para intentar controlar los encuentros. José Antonio González debería ser clave en ese aspecto, sobre todo si tiene también por dentro, unos metros por delante, a Javi Flores. El de Fátima volvió a dar un buen tono y fue clave en el tramo final del duelo, en el que se convirtió en un problema para el adversario por sus continuas combinaciones con sus compañeros.

Precisamente, el final de los hombres de la columna vertebral, el domingo, obliga a hablar de los que actúan por fuera.

LAS DUDAS POR FUERA

Owusu se ha mostrado siempre como hombre de banda, con relativa libertad y pidiendo constantemente que se le controle en esa anarquía, principalmente, en lo que a desborde se refiere. Pero destaca más al costado que cuando lo hace como referencia. Miguel de las Cuevas se vistió de superhéroe, algo que no hace olvidar la primera hora de partido ni tampoco las actuaciones en las jornadas anteriores. El alicantino debe progresar aún bastante para ser ese hombre resolutivo que en teoría debe ser. Resolutivo más en el juego que en el aspecto goleador. Zelu transmitió buenas sensaciones, pero es el único extremo real que tiene la plantilla, por lo que el resto de hombres que actúen en esas demarcaciones lo harán de fuera hacia dentro, con todo lo previsible en lo que se puede convertir un equipo con ese perfil de «extremos». Y, finalmente, los laterales. Jesús Álvaro se retiró lesionado y no ha dado aún el nivel que se le vio en Cartagena. Raúl Cámara mostró pundonor, aunque a nadie se le escapa, por ejemplo, el penalti claro sobre Lino con el 0-0 en el marcador. Y Fernández, que tuvo un tercio final destacado en ataque, saltó desde el banquillo. Al igual que ocurre con los extremos, también hay escasez en laterales, con solo tres y esperando, precisamente, a lo que digan los médicos sobre Jesús Álvaro, que se retiró lesionado. La pregunta, por lo tanto, es obligada. El del sábado, ¿es un cambio sostenible?