Toni Muñoz, formado en la cantera del Córdoba CF y capitán que fue del Atlético de Madrid, vive el confinamiento en Madrid y, a la situación complicada que vive, junto al resto del país, se le ha añadido el fallecimiento de Radomir Antic, el entrenador que logró el doblete colchonero de la temporada 1995/96, con él llevando el brazalete rojiblanco.

"Es una pena, una muy triste la noticia. Estaba muy unido a su familia, a su mujer y sus hijos. Convivimos momentos muy buenos en el Atleti, consiguiendo el doblete, disfrutando mucho, fueron muchas horas de vestuario, de trabajo, de todo”, comienza rememorando Toni, que explica que la llegada de Antic “supuso un cambio; veníamos de tener bastantes entrenadores y dio con la tecla rápidamente”. Quizá una de las claves del sergio fuera “conseguir que, además de buenos jugadores, fuéramos buenas personas y logró que la metodología de trabajo se plasmara incluso en el estilo de juego, porque logró que la plantilla fuera receptiva a todo lo que quería conseguir”.

Toni Muñoz sigue haciendo memoria y recuerda que “desde el principio” todo encajó con el técnico serbio. “Conseguimos todos los torneos de verano y la inercia de confianza en el juego”. Pero quizá, el mayor logro de Radomir Antic fuera la implantación de un modelo de “convivencia. No se planteaba antes. Con él, un día a la semana nos juntábamos para comer, para tomar una coca cola, un vermú, empatizar más entre nosotros, los compañeros, para dar un paso más allá”, explica Toni Muñoz. Se lo agradeceremos siempre mucho”, asegura Toni, ya que incluso hoy en día “la mayoría de los jugadores de aquella plantilla, de aquel entonces, por suerte somos grandes amigos. Aún nos vemos mucho por Madrid y parte de la culpa la tuvo Radomir”. El resultado de aquella conjunción de buenos jugadores, de caracteres que encajaron y que fueron encajados por el técnico serbio es que “hicimos muy felices a mucha gente del Atleti”.

Toni comenta todos esos recuerdos sobre Antic en clave rojiblanca en pleno confinamiento, en Madrid, “llevándolo con mucha responsabilidad. Aquí, por desgracia, está golpeando fuerte, está siendo complicado, sobre todo para la gente mayor”. En el plano familiar está relativamente tranquilo, ya que “mi madre y mi suegra están en Córdoba, que está algo mejor que Madrid, y lo están llevando mejor. Mi madre está en buenas manos. En mejores manos no puede estar. Y mi suegra está en su casa y muy cerquita de su otra hija y de su otro hijo”.

El ex del Córdoba CF está convencido de que la pandemia de coronavirus y su consiguiente confinamiento “nos va a enseñar muchas cosas. Nos va a poner en alerta en otras tantas y, sobre todo, la reflexión es que hay que resaltar la cooperación que hay entre la gente, gente que ayuda a los demás. Somos muy solidarios en este país”, y tiene claro que “por encima de todo está la salud y la vida de las personas, hay que priorizar, y lo estamos haciendo”. Por ello, pone sus ojos en “Córdoba, que es un ejemplo de cómo de serio se lo está tomando la gente”.

“Luego, como en todos los trabajos, el fútbol se reanudará, los trabajos igual. Imaginate toda la gente que está parada, sin trabajar, en el paro, pero somos un país en crecimiento y luego la gente será valiente para salir a trabajar y a hacer cosas muchas mejores, todo lo que se propongan”.