Queda mucha Liga y puntos por disputar. Así piensa el aficionado que apuesta por la serenidad y transmitir solamente confianza al equipo. Salir de la zona de descenso es complicado: debes ganar y depender de otros y, en ambos casos, las sensaciones de este Córdoba no son las mejores para la confianza. De esta manera piensa otra parte de los seguidores blanquiverdes.

Pero quizás una visión global de lo ocurrido en el siglo XXI en Segunda División pueda aclarar algo el futuro cercano que le espera al equipo de Carrión, actualmente, el segundo peor Córdoba de las últimas 17 temporadas y de los peores de la historia blanquiverde en Segunda División.

En el actual siglo, 68 equipos han descendido a Segunda B o han terminado entre los cuatro últimos, ya que en algunos casos, como el Mirandés de la 13/14 o el Murcia de la 12/13 no descendieron porque se bajó administrativamente a Murcia y Guadalajara, respectivamente. También, casos como descensos desde Primera del Atlético y del Villarreal, que arrastraron a sus filiales. Así, de esos 68 equipos que terminaron en los cuatro últimos lugares de la clasificación, 46 ya ocupaban zona de descenso en la jornada 25 de la Liga. Es decir, más del 67% de los equipos que a estas alturas de competición se situaban en la zona fatídica terminaron cayendo a Segunda División B.

La temporada en la que más equipos evitaron esa tendencia fue la 2007/08, en la que bajaron el Racing de Santander, el Cádiz, el Granada 74 y el Ejido y sólo este último ocupaba plaza de descenso en la jornada 25. De hecho, el Cádiz andaba en la primera mitad de la tabla allá por marzo.

Por contra, las temporadas en las que más se castigó esa posición en la jornada 25 fueron la 2010/11, 2009/10, 2008/09 y 2000/01, en la que los cuatro equipos que estaban a estas alturas de Liga en la zona roja terminaron perdiendo la categoría. Algunos de ellos, el Alavés, el Éibar, el Cádiz o el Getafe, que están hoy en Primera o han estado recientemente, aunque también otros como el Compostela, el Alicante o el Salamanca. El Córdoba tendrá que agarrarse a ese tercio de posibilidades de salvación.