Que sí, que el Córdoba sabe ganar y tan solo hay que marcarle el camino. Será más bonito (que no) o más feo, pero si se señala a los que visten de corto cuál es esa senda, la seguirán sin ningún tipo de duda. Decía anoche, precisamente, el exfutbolista del Tenerife Diego Latorre (reconvertido a comentarista y columnista) a causa de los problemas de otro equipo que «algunos más 'astutos', para no responsabilizar a determinados entrenadores por el mal fútbol o las derrotas, dicen que los jugadores le hacen la cama. El mismo entrenador que era un maestro del liderazgo y un pragmático. Oportunismo y contradicciones». Probablemente, 'Flexderico' Piovaccari no quiso meter gol ante el Almería en el minuto 28, cuando se plantó solo ante René y el italiano tiró al muñeco. Luego, en el 74, se ve que cambió de opinión y anotó el tanto del triunfo cayéndose y disparando entre adversarios, dejando una estampa preciosa para la imagen del triunfo blanquiverde, el primero en esta Liga.

Pero para que llegara esa victoria, más allá de lo ocurrido en las siete jornadas anteriores, también el partido de ayer tuvo su intrahistoria. Un justificadamente cuestionado Sandoval decidió mandar a la grada a Fernández y dar la titularidad a Loureiro, así como a Quim Araújo, que salía de inicio por primera vez en esta temporada y se colocaba junto a Piovaccari para dibujar un 1-4-4-2 de inicio, en posición defensiva. Pero más allá de transformaciones de dibujos quizás lo más llamativo, por un fondo que puede ser esperanzador, fue la actitud defensiva de este Córdoba, sobre todo en la primera mitad. Fea para el espectador, pero generando la cabeza de puente para intentar lograr el triunfo a posteriori. Si la posesión media de este Córdoba está cerca del 60% en esta Liga, en el primer acto cayó hasta el 35%. Significativo. Sí, abusó del balón largo. Sí, apenas combinó, algo que gusta a la grada aunque este equipo se quede sin profundidad. Y sí, pudo mal entenderse por algunos que había falta de ambición. Pero las dos aproximaciones claras -y otras algo menos- que tuvieron los locales fueron más que remarcables: la mencionada de Piovaccari, que mereció terminar en gol (y cuyo pase, por cierto, fue de Bambock) y otra que llegó en una combinación entre Jaime Romero y Piovaccari (situado en la esquina del área) en la que el manchego pecó de generoso, cediendo atrás, cuando tenía el balón en su pierna buena para cruzar el disparo.

También tuvo un par de llegadas el Almería, pero un punto menos claras y, al menos, el Córdoba llegaba a la segunda parte, por primera vez en Liga, prácticamente, con opciones de llevarse el partido. Algo tristemente novedoso. Además, tras el descanso, mejoraron los blanquiverdes. También es verdad que durante ciertas fases de esa segunda mitad el Almería dominó el balón y generó algo de peligro, pero se notaba que el conjunto blanquiverde iba algo más suelto. Tanto, que amagó de nuevo con romper el partido, con convertirlo en ese ida y vuelta en el que siempre termina perdiendo.

Tras salir de vestuarios, el Córdoba tuvo alguna llegada clara a través de Quim Araújo (min. 50) Piovaccari (min. 54), Jaime Romero (min. 55) y, de nuevo, Piovaccari (min. 56), pero las tablas persistían en el marcador. A ese arranque más que llamativo de los blanquiverdes respondió el Almería con una fase en la que tuvo más posesión, en la que amagó en más de una ocasión generando preocupación en la grada, pero no fue la cosa a mayores. José Corpas, Juan Carlos Real y Luis Rioja generaron algún dolor de cabeza pero la actitud defensiva del Córdoba, ayer, sin ser ni mucho menos perfecta, mejoró con respecto a jornadas anteriores. Posiblemente tuvo que ver que, por fin, se diera cuenta quien corresponde de que no se puede sorber y soplar al mismo tiempo. Si se obliga a este equipo a tocar y a tocar buscando el área rival sin ningún patrón de recuperación de balón, la ruina aparece en el horizonte. Si se reducen espacios y se dan herramientas para buscar las segundas jugadas, este Córdoba puede tener una oportunidad. Evidentemente, quedan muchas asignaturas pendientes, como la primera línea de presión o ir a por el balón tras pérdida, con su correspondiente falta táctica para evitar contragolpes, pero no se puede pedir todo de golpe y seguro que deben llegar otras más cosas. Entre otros motivos porque a este equipo se le pueden sacar.

El gol de Piovaccari, tras una gran jugada de todo el conjunto blanquiverde, culminada en un pase de Jaime Romero a Álvaro Aguado y de éste al italiano era uno de los ejemplos de que este Córdoba puede combinar, sí, pero en Segunda hay que defender y, sobre todo, ser ordenado. Y este Córdoba, incluido el partido de ayer, no puede presumir de orden, amén de que el mecanismo defensivo colectivo es responsabilidad del jefe de vestuario. Un jefe que acertó en los tres cambios, incluido el de Luis Muñoz por Álvaro Aguado a diez minutos del final. Posiblemente, el malagueño debió quedarse en la medular y no incrustarse entre los centrales, ya que con la salida de Aguado cedía al rival esa zona, la del centro del campo, pero en cualquier caso, y visto el resultado, al final todo salió bien. Incluso con la gresca formada por Aythami con José Corpas que no es nada anecdótica, ya que con la lesión de Jesús Valentín, las dos próximas semanas se complicarán especialmente.

Pero por ahora toca disfrutar un par de días del primer triunfo del Córdoba en Liga y descansar. No en la cama, que nunca se ha hecho, pero para eso está el sofá. Qué más da.

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Ficha técnica:

Córdoba: Carlos Abad; Loureiro, Aythami, Álex Quintanilla, Luismi Quezada; Bambock, Quim Araujo (Blati Touré, min. 67), Aguado (Luis Muñoz, min. 82); Jaime Romero, Jovanovic (Javi Galán, min. 63); y Piovaccari.

Almería: René; Romera, Saveljich, Juan Ibiza (Trujillo, min. 34), Andoni López; De la Hoz, Yan Eteki (Chema, min. 76), Corpas; Juan Carlos Real, Luis Rioja (Sergio Aguza, min. 55); y Álvaro Giménez.

Árbitro: Moreno Aragón (Comité Madrileño). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Jovanovic, Luismi Quezada, Loureiro, Aythami, Bambock y Aguado y al visitante Aguza. Expulsó con roja directa al blanquiverde Aythami y a rojiblanco José Corpas.

Gol: 1-0, min. 73: Piovaccari.

Incidencias: Partido correspondiente a la octava jornada del campeonato de Liga 1/2/3, disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante 11.284 espectadores.