No se le puede negar a los dirigentes del Córdoba las ideas claras desde el inicio, porque esas mismas que han terminado con la continuidad de Sandoval son las que le trajeron a El Arcángel. Jesús León y Luis Oliver dejaron claro, ya en diciembre, que Sandoval era su favorito para tomar las riendas del equipo. Sin embargo, escucharon algunas voces cercanas al club recomendando dejar en el banquillo a Jorge Romero. A pesar de sus deseos, esperaron los resultados del joven técnico cordobés, a pesar de que tiempo, precisamente, era lo que no le sobraba al equipo. Finalmente, contrataron al de Humanes y el tiempo, más la remodelación de la plantilla en el mercado invernal les dio la razón.

A pesar de aquel primer partido ante el Granada en El Arcángel, perdido en los últimos minutos (cuando se ganaba 1-0 en la primera hora) de manera frustrante, la trayectoria del Córdoba de Sandoval ha sido espectacular. Diez victorias, dos empates y cuatro derrotas para sumar 32 puntos de 48: el 66,6% de los que había en juego y dos puntos pos partido de media.

Aunque inicialmente no lo contempló, las modificaciones constantes terminaron en un esquema que le dio muchos réditos: los tres centrales llegados en enero con Fernández o Loureiro en la derecha y Javi Galán en la izquierda como carrileros. Consiguió mitigar la sangría defensiva y mantener el ritmo goleador del conjunto blanquiverde. No todo fueron flores, ya que tuvo más de un encontronazo con algún peso pesado de la plantilla, incluso visible en algún encuentro de competición. Sin embargo, había un objetivo común por el que tanto él como la plantilla y el club, se centraron: la salvación. Una permanencia histórica que le certifica una sobresaliente hoja de resultados.