En una comparecencia corta, de alrededor de 20 minutos, y sin estridencias, compareció ayer el nuevo director deportivo del Córdoba, Alfonso Serrano, para explicar el proyecto de la próxima temporada en Segunda B. El «objetivo final es el ascenso», aseguró el vallisoletano, aunque pidió «tener la paciencia necesaria» porque «el proyecto comienza desde cero con futbolistas que nunca han jugado juntos». Calmado, serio y reflexivo, Serrano incidió en la idea de la «normalidad y el sentido común», ya que «si trabajamos desde esas dos premisas el camino será más fácil».

La presentación de Serrano al cordobesismo corrió a cuenta del presidente del club, Jesús León, que le acompañó en la sala de prensa del estadio, aunque fue breve. «Con él empezamos un nuevo proyecto que no deja de ser ilusionante a pesar de la categoría en la que nos toca militar», dijo León, que destacó que «estamos poniendo los cimientos de lo que hay que construir para que seamos un club ordenado y estable».

El director deportivo aseguró que le gusta tomar las decisiones «por consenso», ya que «no ficho a jugadores por decreto, siempre hablo con el míster y con el club». Ese perfil de hombre de grupo, coral, se puso de relieve en el hecho de que tanto la consejera, Magdalena Entrenas, como el también consejero y director general, Alfredo García Amado, estuvieron presentes, aunque en un segundo plano, en la sala de prensa.

De su relación con García Amado también habló Serrano, que aseguró que «Alfredo y yo tenemos relación desde hace mucho tiempo, aunque no habíamos trabajado juntos. A partir de ahora espero conocerlo mejor y no reñir mucho». No obstante, aunque la pregunta se le hizo después de que mencionase al director general en varias ocasiones, en una de ellas agradeciendo su «confianza» para firmar por el Córdoba, posteriormente fuentes del club blanquiverde aseguraron que, en realidad, se refería al segundo entrenador de Enrique Martín, Alfredo Sánchez Benito.

AVISO A NAVEGANTES

No obstante, Serrano fue contundente en el capítulo de bajas, aunque, al igual que con los posibles refuerzos, no quiso dar nombres ni entrar en especulaciones. En al menos dos ocasiones afirmó que «el que no quiera estar no tiene ningún problema en irse». Incluso, aventuró que «el que no quiera seguir tiene la carta de libertad encima de la mesa».

Preguntado sobre el nuevo técnico, Enrique Martín, el director deportivo blanquiverde reconoció que «en cuanto al entrenador hemos barajado distintas opciones y desde el principio sabíamos que queríamos un entrenador con experiencia y peso en el vestuario». Así definió al veterano Martín, del que espera que deje su sello en la futura plantilla del Córdoba.

El vallisoletano manifestó que «estamos en contacto con el míster, planificando la temporada, y cuando tengamos decidido los que pueden hacer la pretemporada y los que repesquemos de las cesiones lo comunicaremos». Sobre el perfil de los fichajes, quiere a jugadores «con hambre», independientemente de que sean «veteranos o jóvenes».

REALISMO Y «SENTIMIENTOS»

Eso sí, en su mensaje flotó constantemente el concepto de la calma y de la humildad. «Queremos estar lo más arriba posible, no soy quien para quitar la ilusión a ningún cordobesista, pero tenemos mucho trabajo por delante y hay que ir con mucha humildad para el ascenso», que «no se consigue en noviembre sino en junio».

Eso sí, apeló a un aspecto emocional para explicar su llegada al Córdoba. «No me muevo por categorías, me muevo por sentimientos y por corazón, por un proyecto que sea atrayente».

De hecho, Alfonso Serrano afirmó que «esta ciudad, esta afición y el club tienen todo a lo que un director deportivo puede aspirar, estoy muy ilusionado para trabajar desde cero y hacer un equipo competitivo para devolver al Córdoba lo antes posible donde se merece», aseguró tajante.