JOSÉ RAMÓN SANDOVAL / UNA PAPELETA

No ataja la sangría y, además, el equipo se queda sin ideas

Decidió dar más músculo al equipo, pero se olvidó de darle salida por los costados y de encontrar una solución al enganche de una medular con trabajo pero sin ideas a una delantera desasistida. Por dentro le ganó la partida Ramis. Por fuera no se vieron extremos ni problemas al adversario. Así, el equipo se quedó como un grupo que solo buscaba no recibir daño pero ni tan siquiera sabía cómo. Muchísimo trabajo por delante le queda al de Humanes. No solo para aportar ideas, sino también para transmitirlas. No es el único responsable, pero sí el máximo.

ROMAN ZOZULIA / TREMENDO

Solo un gol de penalti, pero decisivo, por él y por otros

Desde el tercer minuto, al recibir ese penalti por parte de Aythami, ya se intuía que el delantero ucraniano iba a tener su propio peso específico dentro del encuentro. La zaga blanquiverde -ahí no se puede generalizar en el equipo- fue incapaz de pararle, lo que provocó que otros hombres, como Eugeni o Acuña, brillaran también en el ataque manchego. Anotó el tercer gol de penalti, pero estuvo peleándose con todos los cordobesistas durante el tiempo que estuvo sobre el campo. Por algo Ramis apuesta por él sentando a Ortuño. Un partido tremendo el del ucraniano.

EUGENI VALDERRAMA

Algunos podrían fijarse en él; su calidad no es un salvoconducto

No tenía una tarea fácil: dar el nivel físico suficiente ante dos medios defensivos. Y la sacó con nota. El tarraconense realizó un gran encuentro, no ya sólo por la calidad que atesora, de todos conocida, sino porque se fajó, bregó y se peleó para ganar no pocas disputas, esas que para otros sólo están reservadas para quienes no tienen otra cosa que aportar. El jugador del Albacete -cedido por el Huesca- mostró lo que necesita un equipo en el fútbol profesional: futbolistas de calidad que no utilizan esta como salvoconducto para pelear absolutamente todos los balones.