La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) lo tiene hoy tan claro como ayer. Desde el pasado mes de octubre, los responsables de Infinity conocen que el organismo que rige el fútbol español se ceñirá a su normativa en vigor para abordar el «caso inédito» de la adquisición de la unidad productiva de una SAD para su integración en otra nueva.

Según refleja de forma taxativa un escrito de la Federación al juzgado número 5, al que ha tenido acceso este periódico, la postura es tajante. No hay impedimento alguno a la operación que ha permitido la subsistencia del Córdoba, pero distinto es el asunto de la inscripción en Segunda B -o en la categoría que corresponda por méritos deportivos- para el ejercicio 20-21. El Córdoba CF SAD -que es el que está compitiendo estos momentos federativamente, aunque su gestión esté a cargo de Unión Futbolística Cordobesa-, no estaría, en caso de consumarse el trasvase a la nueva sociedad, en condiciones de participar en otra categoría distinta a la más baja del ámbito territorial: la Segunda Provincial.

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) insiste en apoyarse en su Reglamento para dejar claras sus reticencias sobre la venta de la unidad productiva del Córdoba, aunque admite que se ceñirá a lo que en los juzgados se pueda determinar al respecto de esa operación.

Precisamente, en ese último aspecto se basó ayer Javier González Calvo cuando se le preguntó por el escrito de la RFEF. «No nos crea preocupación», aseguró el consejero delegado, «porque era algo que ya estaba señalado en el Juzgado de lo Mercantil» y la propia RFEF «dice que cumplirá con los requisitos legales hasta la fecha si hay un auto en firme que transmite la unidad productiva, con los derechos federativos». El consejero delegado, además, insistió en que no negociará para comprar la SAD: «Por ahora, por la información que recibo, va a costar entrar en una sociedad como esta», aseveró.