El resultado final es esa buena capa que todo lo tapa. También ese resultado puede ser el punto de inflexión para que los problemas vayan solucionándose. Siempre será beneficioso mejorar desde el éxito efímero de una jornada (la victoria o la derrota son unos impostores, hasta Sandoval lo reconoció recientemente), que no tener que hacerlo desde lo más profundo de la clasificación. El conjunto blanquiverde, en esta campaña, está teniendo diversos problemas y alguno de ellos no tiene fácil solución, al menos en apariencia. Así, el técnico de Humanes optó por diversos cambios de sistema desde la primera jornada, y unos partidos después, optó también por el palo o zanahoria en función de los resultados, lo que generó que la titularidad en este Córdoba resultara, en cierta medida, algo barata, salvo en un par de puestos. A pesar de todo, el equipo no termina de transmitir una identidad o un plan claro en el camino al éxito o, como mínimo, a la estabilidad y el partido del pasado sábado, con triunfo ante el Extremadura, no fue sino la confirmación de la vía que ha tomado el conjunto de Sandoval.

Esa locura o épica, reflejada en los dos goles anotados en el descuento y con la aún no ponderada colaboración de Álvaro Fernández, recordó a muchos en El Arcángel al equipo de la pasada temporada. Y, desde luego, no iban descaminados, porque 10 de los 32 puntos sumados por aquel Córdoba de Sandoval llegaron a través de remontadas, goles en el descuento o en la última fase de los encuentros y dando la vuelta a un marcador adverso. El 31,25% de los puntos para la histórica salvación llegaron de esa forma, empezando por aquel duelo ante el Valladolid, a orillas del Guadalquivir, en el que los blanquiverdes perdían por 0-1 en el minuto 70 y aquella expulsión de Luismi provocó una mutación en los locales, que anotaron en el 73 (Jovanovic, precisamente) y en el 87, por medio de Guardiola. Una jornada después, algo parecido en el Santo Domingo de Alcorcón, que anotó en el minuto cuatro para lograr la igualada Narváez en el minuto 19 y Aythami el tanto del triunfo a 13 minutos del final. Tres jornadas después, la remontada quedó a mitad, ya que el gol del Oviedo en El Arcángel (min. 25) fue igualado por Aythami a tres minutos del final, mientras que la última gran remontada de la pasada campaña tuvo lugar en otra «casa» de Sandoval: Vallecas. Los franjirrojos ganaban desde el minuto 11, pero los dos goles de los blanquiverdes (Fernández, en el 51’ y Guardiola, en el 75’) dieron el punto número 10 y un empujón fundamental para lograr aquella histórica permanencia en Segunda.

Mientras las áreas rivales permanecen casi sin pisar, este Córdoba se entrega a una identidad: la de las remontadas.