Extraños tiempos estos en los que no pocos, principalmente jóvenes -alguno no tanto-, buscan un «eterno rival» futbolístico. Aunque apenas se haya coincidido en ninguna categoría. A pesar de que largas décadas de fango nada tengan que ver con brillos de otros, incluso con títulos, que hacen que la distancia sea muchísimo más larga que unas cuentas decenas de kilómetros. Posiblemente el Córdoba CF tenga en el Real Murcia un candidato a esa figura de adversario que ha paseado paralelamente en los mejores momentos, rival con el que se ha cruzado para lograr hitos históricos u ogro que le ha hecho morder el polvo en el peor momento. Algo parecido podrían decir también los pimentoneros de los cordobesistas.

No en vano, con el del domingo, el Murcia se convertirá en el tercer equipo del fútbol español contra el que más partidos ha disputado el Córdoba CF, tan solo superado por el Recreativo de Huelva y el Elche. De los 66 años de historia blanquiverde, en 61 encuentros ha estado ahí el Decano como rival. Con uno menos, 60, el conjunto franjiverde. Y justo después, con 57 -contando con el próximo-, el Real Murcia, que el domingo superará a Xerez, Cádiz y Granada, que quedan con 56.

Hace poco, el 18 de noviembre, se cumplieron 64 años del primer cara a cara entre granas y blanquiverdes, en La Condomina, con clara victoria local por 3-0. Corría la temporada 56-57 en Segunda División, en la que ambos se estrenaban pero en la que los «condomineros» -apelativo que también se utilizaba entonces- se ganaron el favoritismo para el ascenso. De hecho, en la primera visita del Real Murcia a El Arcángel en su historia, en abril del 57, los granas llegaban como líderes, con el Granada igualado a puntos y con los blanquiverdes en cuarta posición a cuatro puntos de los dos equipos de cabeza.

El Córdoba CF desbancó del liderato al Murcia con un triunfo por 3-1 en el que hubo sus más y sus menos. Ya entonces los nervios afloraban. «¡Aunque sea en la calle le tengo que pegar!», gritaba un futbolista visitante al finalizar el encuentro en El Arcángel, agarrado por Urbieta, su entrenador, que pedía tiempo para atender a la prensa «para que se serenen los jugadores». El Murcia no ascendió a Primera, lo hizo el Granada, y el Córdoba CF quedó igualado a puntos con los pimentoneros, en la cuarta posición.

Podría decirse que el Murcia le devolvió la moneda al Córdoba CF dos temporadas después, en la 59-60. En una liga de 30 jornadas, los blanquiverdes se situaban a solo dos puntos del liderato tras la jornada 19 y en la vigésima recibían a los granas, alejados de los puestos de cabeza. Al Murcia lo entrenaba Orizaola, padre del que después sería presidente cordobesista, que ganó con un gol de un nombre mítico para el fútbol español en general y sobre todo para el murcianista: Felipe Mesones. El Córdoba CF, finalmente, se quedó a un solo punto de proclamarse campeón y ascender a Primera y mucho tuvo que ver esa derrota en El Arcángel, que fue la única en toda la temporada de los cordobesistas en casa.

Dos años después se produjo el primer ascenso del Córdoba CF a Primera División y un año más tarde, en la 62-63 lo hizo el Murcia. Así, el primer cruce entre ambos en la máxima categoría se disputó el 24 de noviembre de 1963, en El Arcángel, con victoria local por 2-1 y con Juanín como héroe, anotando el gol del triunfo a diez minutos del final. En el banquillo grana, una leyenda como Fernando Daucik, el técnico extranjero con más partidos en la Primera española y cuñado de Kubala, que sería entrenador del Córdoba CF y de la selección. La lista de equipos de Daucik da para capítulo aparte: Athlétic, Barcelona, Atlético de Madrid, Betis, Sevilla, Zaragoza, Cádiz… Hasta al Indautxu, en Segunda, entrenó el eslovaco.

Nombres de ida y vuelta entre granas y blanquiverdes hay docenas. El mismo Javi Flores vistió la camiseta murcianista. También Rícar, que coincidió con el Murcia, en Primera División, con el que fuera director deportivo del Córdoba CF, Pedro Cordero. Cordero estaba destinado a ascender con el Cartagena en la 90-91, que en la última jornada tenía que ganar en El Arcángel y esperar a que el Racing no lo hiciera en Getafe. «Ganamos 0-3 en Córdoba, sí, después de que el Córdoba destituyera a Crispi antes de la fase de ascenso», recuerda el cartagenero, que guarda en la memoria que en el conjunto blanquiverde jugaba «Paco Jémez y Rafa Berges, entre otros, era un gran equipo». Berges no disputó aquel encuentro final y ya estaba prácticamente rumbo a Tenerife. El Racing perdía 2-1 en Getafe tras la primera hora de encuentro y terminó ganando por 3-4. «Ahí hubo de todo», comenta con una sonrisa Pedro Cordero, que la temporada pasada fue director deportivo del club grana durante unos meses.

Curiosamente, una década después, Crispi logró con el Murcia lo que no pudo o no «le dejaron hacer» en Córdoba: ascender a Segunda División A. Lo hizo exactamente 360 días después del Cartagenazo blanquiverde, con lo que se repetía la historia de los años 60 y la llegada de ambos a Primera División.

Hasta el próximo domingo, el Murcia y el Córdoba CF se han visto las caras las mismas veces en Primera que en Segunda B, cuatro partidos, ya que el grueso de sus enfrentamientos fue en el fútbol de plata. De los 56 en total, 42 han sido en Segunda División A. Historias para contar habría docenas, pero es obligada contar la última, porque refleja ese paralelismo entre una entidad y otra. El mismo brillo que deslumbró a ambos les llevó a los sótanos en los que se encuentran ahora y que aún permanece indeleble en la memoria de ambos, ahora inmersos en el barro de bronce y tras pasar graves apuros económicos. La semifinal por el ascenso a Primera División, en junio del 2014, en la que Cordero era director deportivo blanquiverde. Aquel 1-2 en la Nueva Condomina (hoy Enrique Roca) llevó al Córdoba CF a la gloria y al Real Murcia a Segunda B, descendido por argumentos económicos de LaLiga.

La historia señala que si hay algún «rival clásico» aspirante a enemigo íntimo en el Córdoba CF ese es el Real Murcia. Y este domingo vuelven a cruzar sus caminos.