Nada se ha roto, ni mucho menos, pero no se ha dado el último paso, el final, el que debe desatrancar definitivamente la operación de traspaso de Sergi Guardiola y Álvaro Aguado al Real Valladolid. Ahora mismo, al menos hasta anoche, el desenlace de dicha operación se veía como un entramado denso, en el que existen muchas partes implicadas, demasiadas. Una operación que, quizás precisamente por ese río de intereses que existen alrededor del traspaso de ambos jugadores, puede desembocar en una transacción que se realizará casi con total seguridad entre mañana y el lunes salvo sorpresa.

OPERACIÓN DE SIETE MILLONES

La jornada fue intensa ayer, ya que a media mañana los representantes del Córdoba se citaron en la misma sede del Getafe con Ángel Torres. También estaba el agente de Sergi Guardiola, Joaquín Vigueras, pero no los de Álvaro Aguado, que renovó el pasado mes de octubre con la clara intención por parte de la entidad blanquiverde de ser traspasado a un club de Primera, principalmente. El Córdoba tiene cerrada la operación de traspaso de los futbolistas al club pucelano en una cantidad que contempla un fijo de cinco millones, variables, porcentajes a futuros y cesiones de jugadores. Una cifra en torno a los siete millones de euros entre todas esas variables, pero la última pata de la mesa, con la que, al parecer, aún no se ha cerrado del todo es con la postura del centrocampista jiennense. No parece, en principio, un obstáculo insalvable, pero mucho se tendrá que afanar el Córdoba y poner a tope todos sus recursos, sobre todo los humanos, para que la operación se haga en un tiempo que pueda facilitar la maniobrabilidad del club en el mercado invernal de fichajes.

Entre otras cosas, la entidad blanquiverde tendrá que manejar el interés que tiene el Málaga en el jiennense. El club de la Costa del Sol hace semanas -si no meses- que mostró dicho interés a los agentes del futbolista y, más allá de lo que podría ingresar la entidad blanquiverde, la ficha que le ofrece el club malacitano es superior a la que plantea el Valladolid. En cualquier caso, dicha oferta sería válida siempre y cuando los malagueños estuvieran en Primera División, por lo que el Córdoba tiene margen para la negociación. Otra discusión es si dispone de tiempo, algo para lo que la entidad blanquiverde tendrá que moverse no solo rápidamente, sino también con habilidad, porque tiene que mirar al entorno de Aguado, escuchar sus pretensiones, encajarlas en el acuerdo que tenía casi cerrado con el Real Valladolid y, a la vez, disponer de tiempo suficiente como para que el Córdoba pueda moverse en el mercado invernal de fichajes. El pacto no está roto, ni mucho menos. De hecho, en el Córdoba se mantiene la tranquilidad, pero sí existe aún ese elemento que convierte la situación en densa y algo pastosa. Y todo porque en la variable no estaba Álvaro Aguado de forma definitiva. Habrá que esperar aún horas. O días.