Pocos partidos ha tenido el Córdoba tan importantes como el de esta noche en Reus, que comenzará a las 20.30 horas. Todos recuerdan aquel encuentro en Gran Canaria, o el mítico ascenso en Huesca. Del primero dependía subir a Primera, y del segundo volver a la vida tras el paso por el infierno de la Segunda B.

Hoy, sin embargo, lo que está en juego es la supervivencia del proyecto deportivo iniciado por Jesús León desde su llegada a la presidencia de la entidad cordobesista. La salvación, en caso de conseguirse, no solo permitiría jugar una temporada más en Segunda, sino que mantendría a flote el mandato renovado de Jesús León, lo que traería consigo nuevas ilusiones en el aficionado balompédico cordobés. Una caída al averno de la división de bronce dilapidaría todo lo gestado desde el cambio de propiedad, iniciaría un carrusel de salidas de los principales artífices de la heroica remontada y mermaría el nivel de la entidad cordobesista.

Por tanto, perder hoy en Reus no solo significaría poner casi imposible la salvación deportiva, sino que también pondría muy cuesta arriba el destino inmediato del Córdoba, que caería a la difícil categoría de la Segunda B. Obviamente el club resistiría en la categoría de bronce y antes o después volvería a Segunda. Pero ello significarían años de sufrimiento, de promociones de ascenso eternas, de decepciones, de viajes en autobús, bocadillo de tortilla de patatas en mano, a Jumilla, Mérida o Marbella.

RETOQUES TÁCTICOS / Para salir por fin de la zona de descenso, el Córdoba confía en un nuevo giro de tuerca de José Ramón Sandoval, su técnico. El madrileño reconoció en sala de prensa que retocaría el esquema, aunque manteniendo la filosofía de esfuerzo, entrega y solidaridad. La receta del éxito del de Humanes es hacer creer a los futbolistas que la gesta es posible. Si se han recortado 13 puntos con la zona de la permanencia, ¿cómo no se va a ganar al Reus?

Pero no quiere Sandoval que se echen las campanas al vuelo, ni es comerciante de pieles de oso no cazados. El esfuerzo será prioritario esta noche para echar abajo la puerta de una de las defensas más fuertes de la Segunda División. Es el Reus un equipo que marca pocos goles y encaja aún menos. El 0-0, el 1-0 y el 0-1 son sus marcadores preferidos. A base de marcar su golito, encerrarse y mantener la puerta a cero encarrila sus partidos, saca sus puntos. Así ha sellado la permanencia con varias jornadas de adelanto, y nada hace pensar que la idea vaya a cambiar. Con Aritz López Garai, insigne excordobesista, a sus mandos, el Reus tratará de hacerle la vida imposible al conjunto blanquiverde. Ya avisó en la previa el técnico de los catalanes de que meterán la pierna y disputarán el partido como si la vida les fuera en ello.

Pero realmente no les va nada más que la honra. Y la dignidad suele caer ante la desesperación. El hambre aprieta en el Córdoba y sus jugadores tendrán la motivación extra del que, exhausto tras escalar una dura pendiente, ve ya la cima a un par de esfuerzos más. El equipo que disponga Sandoval esta noche no diferirá mucho del que se impuso con autoridad frente al Almería la pasada jornada. Prevalecerá el músculo en el centro del campo, la solidez en defensa y la verticalidad en ataque.

En portería saldrá de nuevo el incombustible Pawel Kieszek, que tras varias jornadas acumulando errores volvió a ser vital ante el Almería. Delante del guardameta polaco Sandoval repetirá una defensa de cinco formada por Javi Galán en el carril izquierdo, Aythami, Quintanilla y Valentín en el centro de la zaga, y Fernández en la banda diestra. El cordobés ha vuelto a ganar su sitio tras varios meses fuera de los planes de su técnico ante la irrupción de Miguel Loureiro. Un bajón en las prestaciones del gallego volvió a darle la oportunidad a Fernández.

Por delante volverá a ser el eje del centro del campo el malagueño Edu Ramos. Es posiblemente el jugador más importante para Sandoval, ya que de su trabajo callado en la recuperación y en la distribución depende el equilibrio del Córdoba. Para ayudarle estará a su lado Sergio Aguza, que ha recuperado su mejor versión precisamente en la parte más importante de la temporada. Sus incorporaciones al ataque pueden ayudar a desatascar la maraña defensiva que siempre planta el Reus, especialmente en los primeros minutos.

La misión de dirigir el juego y de encontrar los espacios recaerá en José Antonio Reyes y Álvaro Aguado. El joven mediocentro jiennense disfruta con el veterano utrerano, del que parece aprender a cada minuto que comparten participación en el campo.

EL ENIGMA DEL ‘KILLER’ / Sin embargo, las carnes del cordobesismo se abren en canal por las noticias sobre Sergi Guardiola. El hombre-gol por antonomasia del Córdoba esta temporada viajó ayer por la mañana a la ciudad califal, tras abandonar la concentración en Barcelona, para asistir al parto de su mujer. Su participación en el partido de esta noche no está asegurada. A lo largo de la mañana de hoy sabremos si finalmente regresará a tiempo o no para el duelo. En caso de que no pueda hacerlo, Narváez y Eneko se disputarán el puesto de delantero.

Enfrente, un Reus del que Lekic es pieza clave en el ataque y que apuesta por lo grupal como principal baluarte. Dos cordobeses, Pichu Tienza y Sillero, parten con opciones de salir de inicio. López Garai dispondrá de nuevo su esquema equilibrado, con un 4-2-3-1 en el que Yoda, Carbia y Máyor tratarán de conectar con Lekic, siempre prestos a recuperar el balón en el centro del campo y a salir a tumba abierta en busca de los espacios dejados por el Córdoba. Será un partido de los que se maduran, de marcador corto, estrés, tembleque de piernas y mucho trabajo colectivo. Al Córdoba le va la vida en ello, y a buen seguro que por motivación y esfuerzo no será. Que el balón ruede y dicte sentencia.