El peligro de que el Córdoba se quede sin campos donde entrenar, avisado desde estas páginas hace ahora un año, está en su último paso. Según pudo saber este periódico, la vista en la que las partes aportarán documentación y expondrán sus razones al juez se celebrará el próximo 14 de diciembre. Tras dicha vista, el magistrado deberá dictar sentencia, algo que no se espera para antes de las siguientes seis semanas y, una vez dictada y comunicada a las partes, éstas actuarían legalmente a modo de recursos. En el caso de que el juzgado otorgue la razón a Tremon, que pide que el Córdoba desaloje la ciudad deportiva, el Córdoba tendrá que hacerlo en el plazo de un mes, más allá de que la entidad blanquiverde plantee un recurso a la decisión del tribunal. Es decir, que aunque el Córdoba presente dicho recurso no tendría más remedio que desalojar las instalaciones de Camino Carbonell. En caso de negarse, sería Tremon el que solicitaría al juez el lanzamiento del club, por lo que, en el mejor de los casos para el Córdoba en caso de sentencia contraria, en abril no dispondría de campos donde poder entrenar y también donde jugar sus categorías inferiores.

En mayo pasado, este periódico informó de que el magistrado entendía que la propiedad de dichos terrenos es de Tremon tras haber presentado Rafael Gómez otra demanda en la que aseguraba ser el verdadero propietario. Dicha reclamación ha retrasado prácticamente un año la decisión del juez, un año en el que el Córdoba ha podido trabajar en la ciudad deportiva, pero un periodo muy diferente al del 2016, cuando el Córdoba instaló -incluso con turnos nocturnos de trabajo- los dos campos de césped artificial y anunció que para octubre -del año pasado- instalaría también un campo de césped natural. Posteriormente, el club aseguró que no se hizo porque «los técnicos lo desaconsejaron» y dejó entrever que se haría para este año.

Sin embargo, el abandono de las instalaciones ha ido en aumento en esta temporada. En las últimas semanas se ha explicado en estas mismas páginas el notable deterioro de los campos de entrenamiento, a pesar de que el pasado 24 de octubre, el propio Córdoba informó a este periódico de que «los campos estarán bien en 15 o 20 días». Las fotos que acompañan a esta información son de ayer mismo, del entrenamiento del primer equipo en las instalaciones de Camino Carbonell.

No son los únicos síntomas del abandono paulatino al que ha sometido el Córdoba a unas instalaciones que tendría que abandonar en pocos meses en caso de dictamen del juez. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, diversos padres que acudían a los partidos de sus hijos comprobaron cómo las palmeras situadas alrededor de los campos se han convertido en un gran nido de ratas. Desde hace años, las «barbas» de dichas palmeras no se han cortado, lo que provoca que los roedores trepen por los troncos y utilicen dichas «barbas» como nidos, con el consiguiente riesgo para la salud.

Asimismo, los comentarios de varios entrenadores y delegados de equipos de fútbol base -tanto blanquiverde como de otros de la ciudad- recalcan la insalubridad de los vestuarios de la ciudad deportiva, sin ningún tipo de limpieza, sin agua caliente y con elementos a punto de desprenderse de las paredes.

Esta situación de grave deterioro por falta de mantenimiento parece ir de la mano del proceso legal por el que el Grupo Tremon presentó hace un año largo la demanda de desalojo del club de la ciudad deportiva. Carlos González aseguró, entonces, que no se sabía de quién era. Luego, que llegaría a un acuerdo. Hoy, simplemente, sólo existe silencio sobre el asunto.