Dos de los tres hombres que no entrarán seguro en la convocatoria (así como Quezada) son Federico Piovaccari y Carlos Abad. El italiano sufre una fractura en el primer dedo de su pie derecho y ayer se ejercitó en el gimnasio y también en la piscina.

Parecido trabajo realizó el portero Carlos Abad, que no podrá jugar por una cláusula en su contrato de cesión, por lo que Marcos Lavín será el encargado de evitar, bajo los palos, que el Tenerife se lleve el triunfo. El portero tinerfeño sí entrenó en la sesión de martes, nada más llegar el equipo a Montecastillo, pero ayer tenía leves molestias físicas, por lo que también llevó un plan específico, apartado del resto del grupo. No parece revestir gravedad alguna, pero en cualquier caso el cuerpo técnico no quiso arriesgar con él, sabedor de que no podrá viajar con el resto de sus compañeros a su tierra natal.

También mostró alguna leve molestia durante una de las sesiones uno de los recién llegados, Yann Bodiger, aunque nada que pueda considerarse importante o pueda hacer peligrar su inclusión en la convocatoria.

El equipo aprovecha las completísimas instalaciones del hotel en el que se encuentra alojado y algunos jugadores, incluso, completan las sesiones con trabajo físico posterior en el gimnasio, casos de Jaime Romero, Quezada o Álex Vallejo.

Además, aprovechando que es temporada baja, Curro Torres ha llegado a utilizar en un mismo día hasta tres campos de entrenamiento diferentes, en función del trabajo que había planificado para la plantilla. Tranquilidad y trabajo es la tónica generalizada en la concentración.