El Córdoba puso fin en Montilivi a una decepcionante primera vuelta que, preocupantemente, arroja una proyección que se acerca más al cincuenta puntismo que al objetivo proclamado de ascender a Primera División y consolidarse en la élite. Es decir, una vuelta al Córdoba de antes de la llegada de los González. Porque desde que Ecco Documática aterrizó en El Arcángel y salvando el año en Primera, este es el peor equipo que se ha visto en El Arcángel, al menos, en cuanto a números se refiere: el que está más lejos del ascenso directo, el que está más lejos de los puestos de promoción y, los más alarmante, el que está más cerca de los puestos de descenso.

Habría que remontarse al último año de Lucas Alcaraz, cuando se instauró el sistema de play-off de ascenso, para ver al Córdoba con menos puntos que en la presente temporada. Porque a las órdenes del granadino el equipo tenía un puntito menos que en la presente temporada y aquello de la promoción de ascenso era para otros clubs, porque el conjunto blanquiverde estaba a 6 del play-off y lo que de verdad importaba, la salvación cuanto antes mejor, se veía difícil, ya que el descenso estaba a tan solo 3 puntos, lo más que se ha aproximado el Córdoba a la zona roja de la tabla al cierre de la primera vuelta desde que está el actual sistema de ascenso a Primera División.

COMPARATIVA ODIOSA

En este sentido, las comparaciones con el pasado reciente resultan odiosas. El Córdoba del año pasado cerraba la primera vuelta fusionándose con la grada de los desplazados a Almería, donde los blanquiverdes se imponían gracias a un gol de Florin en la mejor primera vuelta de la historia del club en la categoría de plata. Aquel Córdoba llegaba a la mitad del campeonato en ascenso directo y con la sensación de haber cedido el liderato. Vivía plácidamente con 5 puntos sobre la promoción y el descenso ni se intuía a 19 puntos. Aunque, pese al buen arranque, el equipo acabó 5º y cayendo en la promoción, es decir, sin cumplir el objetivo.

Obviando el curso en Primera, el año del ascenso, todavía con Pablo Villa en el banquillo cordobesista, el equipo estaba octavo, muy cerca de los puestos de promoción (1) en una clasificación bastante más apretada que la presente. Por ello, el ascenso directo se veía a tan solo una victoria y el descenso se veía lejano pese a estar a 5 puntos. Al final, el equipo logró meterse en los puestos de promoción gracias al buen hacer de las últimas jornadas.

Rafa Berges tenía al equipo en enero en 10ª posición con cuatro más que el actual. El ascenso se intuía complicado a ocho puntos, si bien los play-off estaban a tan solo una victoria -claro que el club todavía no había vendido a Fernández- y el descenso ni tan siquiera preocupaba a 10 puntos de distancia antes de que la categoría comenzase a igualarse tanto.

EL DESEMBARCO

Mientras, el primer año de Carlos González, con Paco Jémez en el banquillo, el Córdoba ocupaba la 7ª plaza, con 34 punto (8 más que el equipo de Carrión) estaba a solo cinco puntos del ascenso directo y a dos de los puestos de promoción en el segundo año de la implantación del vigente sistema de ascenso.

Pero lo realmente destacado de aquel curso es que al cierre de la primera vuelta el equipo estaba sorprendentemente lejos del descenso, a 15 puntos, confirmando el cambio de mentalidad en el primer año de la nueva junta directiva. Pero, pese a la buena situación, aquella temporada el club dio solo una baja en el mercado invernal y fichó a tres jugadores de peso y dos de ellos para pasar directamente a la titularidad: Ximo Navarro, Dubarbier y Airam Cabrera.

PEOR PUESTO

Pero más allá de los puntos en la buchaca, el Córdoba de la presente temporada ocupa la peor posición en la tabla desde la temporada 2008/09, cuando el equipo entonces dirigido por Juan Luna Eslava, que había relevado a José Manuel González López, ocupaba la 20ª plaza con tan solo 18 puntos.

De las 15 temporadas que el Córdoba ha estado en la categoría de plata tras el ascenso en Cartagena, solo en cuatro ocasiones el Córdoba ha ocupado una posición inferior a la 15ª en la que está en estos momentos. De hecho, la peor posición (22º) la ocupaba el equipo en la temporada del descenso del 2005.

Ni tan siquiera el equipo aquel de Lucas Alcaraz estaba tan abajo en la clasificación. Entonces, el Córdoba estaba 13º, mientras que este equipo va 15º.

GESTIÓN MENTAL

Así pues, el Córdoba arrancará el próximo sábado en Tenerife una segunda vuelta en la que está obligado a revertir la situación si quiere cumplir con el objetivo autoimpuesto del ascenso y no tildar de decepcionante la temporada después de haber vivido en las últimas cinco campañas tres promociones de ascenso, una de ellas saldada con el salto a la élite, aunque durase muy poquito, y al segundo equipo cordobesista tres temporadas en la categoría de bronce.

Además de la gestión mental (el problema apuntado desde el propio club) para que la presión no afecte, lo bueno es que todavía queda una segunda vuelta entera para enmendar los errores que se hayan podido cometer en el arranque de temporada y que todavía quedan dos semanas para que se cierre el mercado invernal de fichajes.