El periplo de tres años y cinco meses de Plantas y Jardines Córdoba (PyC) con el Córdoba CF es tristemente conocido. No el suyo en particular, que leerán aquí y ahora -por lo que les aconsejo paciencia-, sino la actuación de la entidad blanquiverde, que ya es un sufrido estándar para proveedores y empresarios cordobeses. Lo más llamativo del enésimo jardín en el que se ha metido el Córdoba sean los detalles que lo jalonan, los pequeños cardos que se atisban en el aparente vergel que intenta enseñar el club al exterior mientras se empeña en cerrar a cal y canto el cuarto de las maquinarias y de los tratamientos. Es decir, el estado real de la sociedad anónima deportiva y la gestión que se hace de la misma.

Plantas y Jardines Córdoba (PyC) acudió a la llamada del club en el primer trimestre del 2013 tras el enfrentamiento de éste con el que durante más de un lustro fue su cuidador, Antonio Moreno, antecesor en los trabajos del césped de El Arcángel y de la ciudad deportiva. PyC estuvo a cargo los campos sólo seis meses, durante los cuales la relación tuvo sus altibajos. El estado de los campos fue, como mínimo, correcto durante esa época. A pocas semanas del cumplimiento del contrato, el gerente de PyC, Juan Daniel Bermejo, expuso al Córdoba su deseo de dar fin a la relación profesional y, cuando sólo quedaban 48 horas para la extinción del contrato, el césped de El Arcángel fue atacado por un hongo. Plantas y Jardines, a pesar de la intención expuesta al club de no continuar, realizó un tratamiento de choque mientras el Córdoba encontraba sustituto, Jardinsur.

PyC extrajo muestras de todos los campos mientras el Córdoba le insistía en continuar un mes más y «después lo pensamos bien y decidimos si seguir o no». El club deseaba la continuidad, insistió y le hizo una oferta de renovación, prueba del reconocimiento de su competencia a la hora de los cuidados de los campos. El gerente de PyC hizo amago de meditar el ofrecimiento, pero apenas unas horas, ya que la decisión, en realidad, estaba tomada: «No renuevo», fue su respuesta, a pesar de que el Córdoba le debía más de 23.000 euros e intuía que no iba a ser fácil cobrarlos.

«UN CAMPO NUEVO»

Apenas unos días después, y ya con Jardinsur trabajando en los campos, Plantas y Jardines Córdoba recibió un requerimiento por parte del Córdoba en el que le exigía casi 160.000 euros, es decir, «un campo nuevo». A pesar de esos 23.000 euros de deuda, PyC no tenía intención inicial de plantear ninguna batalla legal. Pero ese requerimiento empujó a la empresa de mantenimiento a iniciar un camino judicial que en estos días ha tenido su punto final.

La presentación de demandas reconvencionales por parte del Córdoba a cada juicio que plantea un proveedor insatisfecho es tan común en el club como los entrenamientos diarios del conjunto blanquiverde

A finales de julio del 2015, el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Córdoba falla a favor de PyC en la reclamación de los más de 23.000 euros que debía la entidad blanquiverde, más intereses y costas procesales, dejando claro la magistrada en su sentencia que el estado del césped se debió a una enfermedad fúngica y no a la negligencia de PyC.

El Córdoba recurrió a la Audiencia Provincial, quien volvió a dar la razón, en marzo del año pasado, a PyC, condenándole por tanto a las costas derivadas del proceso. Pero cuando te cruzas judicialmente con el actual Córdoba, una cosa es que un juez te dé la razón y otra, muy diferente, cobrar lo que sentencia el magistrado.

PyC, representado por el letrado José Guillermo de la Torre, tuvo que iniciar un segundo camino para cobrar, a pesar de la sentencia judicial. El Córdoba volvió a recurrir, incluso, la tasación de las costas efectuada en abril del pasado año. Y volvió a perder. Y, por supuesto, se aprobaron las mismas hace seis meses, con su correspondiente liquidación de intereses tras tan largo proceso. Un proceso que supone para el Córdoba una cantidad superior a los 70.000 euros, más del triple de lo que hubiera desembolsado inicialmente al pagar lo que, simplemente, le obligaba el contrato firmado con PyC. Casi 50.000 euros de diferencia sólo en intereses y costas procesales.

Un detalle a tener en cuenta: las costas procesales se calculan en base a las cantidades que se reclaman. Por lo tanto, en el caso que nos ocupa, la mayor parte de dichas costas se deducen de la enorme cantidad exigida por el club en la demanda de reconveniencia, esos 160.000 euros

PROVISIÓN DE LA LFP

Hace apenas dos meses y medio, y ante la negativa del club a cumplir la sentencia -pagar-, PyC lanzó una primera orden de embargo sobre las cuentas de la entidad blanquiverde, con la que consiguió cobrar el principal y los primeros intereses, alrededor de 30.000 euros. Al ver las cuentas bloqueadas, el club presentó un escrito para el desbloqueo de las mismas apenas unas horas después de realizarse el embargo. Lo más llamativo ocurriría poco después, cuando De la Torre presentó un segundo embargo sobre las cuentas, hace menos de dos meses, y de éstas sólo se pudieron obtener 9.000 euros de los poco más 40.000 que aún quedaban por pagar, por lo que el letrado presentó el pasado mes de enero escrito ante la LFP. Hace sólo unos días, la patronal del fútbol ha comunicado que ha hecho provisión de casi 40.000 euros sobre los ingresos del club para que PyC termine de cobrar lo que por derecho, bajo sentencia firmada por una magistrada y con sus correspondientes intereses, le pertenece.

LA CASA DE LOS LÍOS

Olvidado el largo periplo judicial, PyC continúa trabajando en campos de golf de la comunidad autónoma, obras civiles y ha colaborado en otros campos de fútbol, alguno de ellos de Primera División. Lo mismo ha ocurrido con otras empresas que han pasado, antes y después que PyC, por el Córdoba. Desde Antonio Moreno hasta Royalverd, que también rompió su relación contractual con una deuda pendiente en torno a los 90.000 euros.

Más allá de las cantidades, que pueden parecer pequeñas en comparación con los ingresos del club, cercanos a los 17 millones de euros, baste reseñar que esos 50.000 euros de diferencia (sobre la deuda inicial) que ha debido pagar el Córdoba representan una cantidad superior a lo que, por ejemplo, cobrará alguno de los fichajes invernales del Córdoba.

Sin dejar en el olvido la ausencia de liquidez en las cuentas del club el pasado noviembre, cuando hace sólo un año, el máximo accionista presumía en rueda de prensa de tener en el banco más de cuatro millones de euros. Más de 700 millones de las antiguas pesetas que volaron en apenas 10 meses. Un caso más para deducir que la casa de los líos en la que se ha convertido el Córdoba tiene un jardín plagado de preguntas sin respuesta.