Alentado por una «caravana de valientes», compuesta por más de 300 aficionados que viajarán con el club camino de Alcorcón, el Córdoba afronta esta tarde (18.00 horas) una nueva final, aunque por desgracia esta temporada se ha repetido tanto esa palabra, que parece haber perdido parte de su relevancia. Porque cuando un equipo se pasa la práctica totalidad de la temporada metido en los puestos de descenso, y es incapaz de sumar dos victorias consecutivas, cada encuentro es una nueva prueba a la fe. Precisamente eso, atar por primera vez en lo que llevamos de curso dos partidos seguidos ganando, es lo que quiere hacer el equipo de José Ramón Sandoval.

El técnico madrileño ha citado a 18 jugadores, en una convocatoria de la que se quedaron fuera por decisión técnica Josema y Noblejas, y por lesión Fernández. El lateral cordobés estará fuera de los terrenos de juego durante cuatro semanas, y su puesto en el once lo ocupará Miguel Loureiro, que «tras trabajar bien toda la semana», según su técnico, será de la partida en el costado derecho de la defensa blanquiverde. Le acompañarán en la zaga Aythami Artiles y Quintanilla, como centrales, y Javi Galán, que vuelve al lateral izquierdo. No estará Noblejas, que pasa por tanto de titular a la grada.

El equipo de Sandoval quiere encadenar dos victorias seguidas por primera vez

En el centro del campo, Sandoval sí repetirá con los mismos que fueron titulares ante el Valladolid la pasada jornada. Con Edu Ramos en el pivote, partirán de interiores Javi Lara y Aguza, aunque desde la llegada del entrenador madrileño, el montoreño ha dado un paso atrás en cuanto al posicionamiento táctico, más preocupado de la organización del juego que del último pase. Aguza, descolgado, ayudará a crear superioridades por la izquierda a Narváez, un jugador que «cuando coge el balón se para el tiempo», aseguró hace una semana su entrenador. Con el colombiano partiendo desde el extremo izquierdo, el ala derecha será de Jovanovic, que hace meses que se adueñó del peto titular. Arriba, como no podría ser de otra manera, partirá Sergi Guardiola.

Enfrente, un Alcorcón de Julio Velázquez al que el entrenador del Córdoba definió en la previa como «un equipo que te embruja y te lleva a su terreno». En la previa, Sandoval se prodigó en elogios sobre Velázquez, y hace unos días ya advirtió sobre las particularidades tácticas del Alcorcón, con un entramado defensivo difícil de abrir, en especial en su estadio, el municipal de Santo Domingo. En la portería del conjunto madrileño es fijo Casto, que tendrá por delante a Laure, Esteban Burgos, Pablo Vázquez y Bellvis.

El Alcorcón tiene el descenso a solo dos puntos, por lo que es un partido vital para sus aspiraciones

Pese a andar a solo dos puntos del descenso (tras la victoria ayer de la Cultural Leonesa ante el Reus), los alcorconeros no son un equipo que encaje una gran cantidad de goles. De hecho, solo llevan 34 en contra en 28 jornadas, muy lejos de los 52 recibidos en los mismos partidos por el Córdoba. Su solidez defensiva suele plasmarse en partidos «feos», por utilizar las palabras de Sandoval, con poco fútbol y un balón que rara vez consigue pasar raso por el centro del campo. En la línea central del campo serán titulares Sangalli, Errasti, Álvaro Peña, Mateo García y Dorca. Cinco centrocampistas que se complementan bien, solidarios y aguerridos, cuya función principal es socorrer a la línea defensiva cuando el rival posee el balón, y lanzar furiosos contragolpes.

Arriba, la gran esperanza goleadora del Alcorcón para esta tarde es Jonathan Pereira. El menudo delantero lleva un pobre bagaje anotador esta campaña (tres goles en Liga y uno más en Copa del Rey), lo que precisamente ilustra el punto flaco de los madrileños. Y es que se trata de un equipo al que le cuesta un mundo marcar un gol. Solo lleva 24 anotados, con una media de menos de uno por encuentro, nueve menos de los conseguidos por el Córdoba. El equipo blanquiverde tendrá opciones de llevarse la victoria, y con ello de dejar la salvación a ocho o nueve puntos, si consigue marcar primero. Cuando el Alcorcón se vuelva en busca del empate, todo su entramado defensivo se viene abajo, y su falta de eficacia ante la portería rival lastra sus opciones de sacar puntos. A ello se debe agarrar un Córdoba que debe hacer de una victoria en el Santo Domingo un motivo más para creer en el milagro.