El exdirector deportivo del Córdoba CF, Luis Oliver, a través de su empresa Bitton Sport, presentó ayer el oficio del embargo cautelar de las cuentas del club blanquiverde a LaLiga. Un representante de la parte actora acudió a la sede de la patronal del fútbol español para presentar este oficio, una vez aprobado el embargo cautelar por el juzgado de instrucción número 7 de Córdoba, donde Oliver solicitó que se paralicen los derechos de cobro del Córdoba CF hasta que se resuelva la deuda que reclama a la entidad presidida por Jesús León.

Estos derechos de cobro, detallados de forma minuciosa por Oliver, van desde los derechos futuros por Andrés Martín hasta los pagarés aún por cobrar al Valladolid por la venta de Sergi Guardiola y Andrés Aguado. Pero el grueso del dinero es la ayuda al descenso. Tras el reparto de la parte que le habría correspondido al Reus, que la comisión delegada de LaLiga aprobó hace unos días que se dividiera entre el Gimnástic, el Rayo Majadahonda y el Córdoba CF, el importe total a percibir por la entidad blanquiverde es de alrededor de 1,8 millones de euros. Y ese es el dinero ahora bloqueado en LaLiga.

EN UNA CUENTA JUDICIAL

La representación de la parte actora, es decir de Bitton Sport (Oliver), aseguró ayer a este periódico que «el 30 de julio iniciamos las diligencias de embargo y las presentamos en las oficinas del Córdoba CF. El juzgado nos ha librado los oficios de embargo, y esta mañana (por ayer) los presentamos a LaLiga». Oliver reclama a la patronal que los 1,8 millones de euros que debe cobrar el club «vayan a una cuenta judicial», ya que «preventivamente debería darse curso al embargo, mientras no se resuelva el contencioso». El entorno de Oliver entiende que la resolución judicial en la sede número 7 de los tribunales cordobeses tardará al menos dos meses en producirse. Hasta entonces, según su versión, el embargo cautelar seguiría su trámite y el club no podría cobrar la ayuda al descenso.

La exabogada del club, Magdalena Entrenas, fue más allá. Aseguró que «las dos primeras partes de la ayuda, que deben cobrarse en octubre y noviembre, están pignoradas por el fondo de inversión que adelantó el dinero al Córdoba CF». Unos 700.000 euros que, según Entrenas, quedarían retenidos. Además, entiende que el resto de plazos, incluida la parte alícuota resultante del reparto de la ayuda al Reus, estarían retenidos hasta que los tribunales decidan.

Este periódico se puso en contacto ayer con Enrique Rodríguez Zarza, nuevo abogado del Córdoba CF y secretario del consejo. «El embargo es cautelar, no es definitivo, y estamos pendientes de que la deuda sea real», aseguró Zarza, quien añadió que «quedará por ver si la presentación del cobro procede o no procede, porque el juzgado aún no nos ha escuchado a nosotros y, cuando lo haga, tiene que decidir si se mantienen los embargos». El club entiende que «se llegaron a una serie de acuerdos que minoraron la deuda en 700.000 euros, y se emitieron pagarés nuevos de 300.000 euros. Con ese acuerdo, entiendo que los pagarés anteriores quedaron sin efecto». Zarza asegura que “hay consecuencias legales por presentar unas deudas que no proceden, es una temeridad», en referencia a la jugada de Luis Oliver.

"LA AYUDA AL DESCENSO NO PELIGRA"

El abogado del club, optimista, cree que «el cobro de la ayuda al descenso no peligra, me estoy ocupando para que todo el dinero vaya al Córdoba CF y ninguna parte vaya a Oliver, nos vamos a oponer y no lo vamos a poner fácil». Incluso, Rodríguez Zarza aseveró que «están haciendo todo lo posible para tumbar a Jesús (León), a ver si les sale bien la jugada, a lo mejor les sale el tiro por la culata».

Preguntado nuevamente sobre si los primeros plazos de la ayuda al descenso peligran, dijo no saber si LaLiga ya ha recibido el oficio del embargo cautelar. «No sé cómo vamos de tiempos y cómo se resolverá, a lo mejor nos liberan los pagos». El abogado del club, por tanto, es más optimista en los tiempos judiciales y cree que hay tiempo para que la oposición del Córdoba CF al embargo prospere y las cuentas queden nuevamente liberadas, unos tiempos que, desde el entorno de Oliver, se entienden serán más largos en sede judicial.