Más que un encuentro parecía el circo». Paco Jémez, siempre contundente en sus palabras, aparecía en escueta sala de prensa de Los Pajaritos para comentar lo que había ocurrido minutos antes. Un Córdoba que se había distinguido tanto por estar en los lugares nobles de la tabla como por su juego acababa de caer de manera estrepitosa en el campo soriano por 5-0. Una dolorosa manita o un «frigopié» que sacó la vena más irónica del cordobés sobre el análisis del encuentro: «De patinaje artístico no entiendo».

Aquella escena del 17 de febrero del 2012, con jugadores perdiendo la verticalidad contínuamente a pesar de que alguno de ellos había jugado con botas de multitacos, con la zona pegada a banquillos congelada y hasta alguna esquina ha quedado grabada en la memoria. Pero ésta podría refrescarse el próximo sábado, ya que las previsiones de la Aemet así como las de diversas webs de información meteorológica apuntan a que el partido del Córdoba en Soria puede tener, de nuevo, más de patinaje artístico que de fútbol.

La capital castellana se sitúa a casi 1.100 metros sobre el nivel del mar y la temperatura mínima para mañana se prevé en torno a los cinco grados. El Viernes Santo podría situarse en tan sólo dos grados y el sábado, día del encuentro de los blanquiverdes, la mínima estará entre los cero grados y uno sobre cero. Cuando comience el encuentro, a las 16.00 horas, la temperatura puede estar entre los seis y los ocho grados, con una sensación térmica de entre cinco y siete grados.

Lo grave no será la temperatura, sino que el viernes las predicciones afirman que lloverá o nevará en un 90% de probabilidades, mientras que el sábado la posibilidad de nieve aumenta, ya que la cota se ha situado en 1.000 metros. Por si fuera poco, las rachas de viento para el sábado podrían llegar a los 65 kilómetros por hora y la humedad relativa del aire estará entre el 80 y el 90%. Por lo tanto, lo más probable es que antes del encuentro entre rojillos y blanquiverdes haya que retirar nieve del terreno de juego y vigilar mucho que no haya placas de hielo en el mismo.

Porque la experiencia es un grado y un hombre que viajó en aquella expedición de febrero del 2012 lo explicaba ayer a este periódico. «El frío, más o menos, da igual, porque es una cuestión de ponerse una térmica más o guantes y de lograr entrar en calor lo más rápidamente posible». Lo más peligroso son «las placas de hielo. Aquella tarde, antes de jugarse el partido, salimos al campo y había zonas en las áreas en las que había placas durísimas, de esas que si llega a caer un jugador encima de una se hace daño de verdad», recuerda.

Además, este expedicionario blanquiverde comenta que «ellos -por los jugadores rojillos- están acostumbrados a esas condiciones. Entrenan ahí y saben, por ejemplo, que si están corriendo y un rival despeja el balón no pueden pararse en seco, sino que tienen que reducir velocidad progresivamente. Claro, nosotros no estábamos acostumbrados y si había un despeje nos parábamos para volver, patinábamos y, al suelo».

NO ES EXCUSA / A pesar de la evidencia de que los jugadores rojillos pueden adaptarse mejor a un campo en esas condiciones que sus rivales, sobre todo si éstos llegan del sur, la verdad es que la ventaja no es tal. Al menos en lo que a resultados se refiere. Si se toman como referencia los encuentros jugados por el Numancia desde principios de octubre hasta finales de febrero en las últimas seis temporadas (10 encuentros por campaña), de los 60 partidos, el Numancia tan sólo ha ganado 24 de ellos, empató otros 21 y perdió 14. Es decir, que de 180 puntos en juego en esos cinco meses de las últimas seis temporadas, los rojillos sumaron 93. Eso sí, esta temporada ha sido la mejor para ellos, ya que en esa fase de campeonato han ganado seis, empatado uno y perdido dos: 19 puntos de 30.

En aquel día de febrero del 2012, la expedición blanquiverde se desplazó del hotel a Los Pajaritos con una reserva adicional a la de café que suele acompañar a la plantilla: un gran termo de caldo servido por el hotel para entrar en calor.

Sea como sea, el Córdoba tendrá que adaptarse a las inclemencias y buscar en un Los Pajaritos helado alargar la racha de jornadas invicto. Para ello, tendrá el obstáculo del Numancia, pero también el de la nieve.