Hay partidos que nunca debían celebrarse. El Arcángel fue un campo más, uno de esos estadios que se contemplan a finales de cada temporada cuando el equipo local no ha cumplido sus objetivos, cuando ha protagonizado una temporada para olvidar, cuando casi ya se ha pasado el enfado. Porque lo que viene tras el cabreo es, posiblemente, peor. Es la melancolía, el vacío, las dudas, el horizonte borroso, la tristeza... La cifra oficial que dio el club sobre la asistencia no llegó a las 3.000 personas, aunque la sensación fue aún peor, la impresión era de que allí no había ni la mitad, de ahí que la programada manifestación o queja o llámelo usted como quiera se transformara en un escrache. Se estaba, en general, más atento a los cánticos del fondo sur que a lo que ocurría en el césped. Porque lo del césped, precisamente, era lo que no se quería ver. Ya se había contemplado -y sufrido- demasiado a lo largo de la temporada, por lo que la mayoría no estaba, precisamente, receptiva a nada. Quizás lo que más llamó la atención fue la referencia a los Phoskitos, que logró arrancar una media sonrisa. Pero la sensación de vacío era devastadora.

Rafa Navarro ha decidido apostar, en el final de temporada, por los más veteranos, por los que teóricamente más debían tirar del carro durante la campaña pero por los que ningún entrenador -incluido él en el principio- no llegaron a confiar ciegamente. Tampoco importa ya. La penúltima comparecencia del Córdoba en El Arcángel con fútbol profesional fue lo más parecido a un partido de pretemporada. El Nástic llegaba en la misma situación que los blanquiverdes. De hecho, ya han anunciado el entrenador y el director deportivo para la próxima temporada, por lo que no se jugaba tampoco nada. Tan poco se traía entre manos que en siete minutos, del 20 al 27, encajó tres goles. Javi Lara, Andrés Martín y Alfaro dejaron en un pispás un marcador que solo provocaba una media sonrisa irónica. Enrique Martín se enfadaba y hacía un cambio antes del intermedio, pero tras volver de las duchas, de nuevo Alfaro anotaba para los locales. Probablemente, si se hubiera cosechado una derrota los pocos allí presentes se hubieran enfadado aún más, pero el triunfo no les hacía olvidar una temporada tan dolorosa que incluso hasta la llegada de la derrota en Almendralejo casi nadie había reparado en que los protagonistas eran los del verde. Y para entonces ya era demasiado tarde.

El caso es que este Córdoba, ni tan siquiera en esa penúltima comparecencia consiguió defraudar con respecto a sus maneras en esta campaña. El primer gol visitante llegó un minuto después que el cuarto blanquiverde. Rafa Navarro realizó unos cambios que probablemente ni él mismo se creía y el rival, en los últimos cinco minutos, anotó dos goles más. Si el partido dura un ratillo más de los dos minutos que dio De la Fuente Ramos se le hubiera escapado la victoria a este Córdoba. Un Córdoba que incluso en los amistosos es capaz de encajar goles a mansalva.

El equipo celebra un gol ante unas gradas casi vacías. FRANCISCO GONZÁLEZ

Durante las dos horas de partido solo hubo un momento en el que parecía que había más público del que anunció oficialmente el club: justo cuando el colegiado decretó el final del encuentro. La pitada fue lo suficientemente fuerte como para transmitir, ahí sí, el enfado de una afición hastiada. Una afición a la que se le va a tener que proponer un proyecto no solo atractivo, sino creíble. Porque si el planteamiento va a ser -no puede ser de otra manera- el del regreso lo más rápidamente posible al fútbol profesional, eso tendrá que hacerse con la participación de todos. También, y sobre todo, con el embarque de los que ayer se bajaron del carro. Todo apunta a que esa bajada es momentánea y que ojos y oídos están prestos para escuchar y ver qué es lo que se puede plantear en un futuro a corto y medio plazo.

Porque la capea que había ayer en El Acángel no le importaba a nadie. Todos están ya a otras.

Ficha técnica:

Córdoba: Marcos Lavín, Fernández, Chus Herrero, Luis Muñoz, Álex Menéndez, Álex Vallejo, Quim Araujo (Piovaccari, min. 70), De las Cuevas (Carbonell, min. 46), Javi Lara, Alfaro y Andrés (Chuma, min. 76).

Nástic de Tarragona: Becerra, Pol Valentín, Noguera, Djetei (Pol Prats, min. 30), Mikel Villanueva, Abraham, Thioune, Imanol, Javi Márquez (Palanca, min. 51), Uche y Kanté (Luis Suárez, min. 46).

Goles: 1-0, min. 19: Javi Lara. 2-0, min. 21: Andrés Martín. 3-0, min. 26: Alfaro. 4-0, min. 61: Alfaro. 4-1, min. 62: Uche. 4-2, min. 88: Pol Prats. 4-3, min. 90: Luis Suárez.

Árbitro: De la Fuente Ramos (Comité Castilla y León). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Alfaro, Luis Muñoz y Carbonell y a los visitantes Abraham, Imanol, Pol Prats y Thioune.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo novena del campeonato nacional de Segunda División, disputado en el Estadio Municipal El Arcángel ante 2.986 espectadores.