La primera victoria de la temporada en Córdoba, el pasado sábado en Tenerife, dejó unos números desconocidos hasta ahora en lo que se lleva de temporada. Tomando como referencia el último encuentro, ante el Albacete, cuya primera hora de partido también fue bastante consistente, el Córdoba remontó ofensivamente de manera sensible. Hace una semana, el Córdoba disparó en ocho ocasiones (tres a portería, 37,5%) en todo el partido, mientras que en Tenerife lo hizo en diez ocasiones (cinco entre los tres palos, el 50%). La distancia media de los disparos a portería, ante el Albacete, fue de más de 18 metros (18,4, concretamente), mientras que ante el Tenerife rebajó la distancia en más de tres metros. Mientras que ante el Albacete disparó en cinco ocasiones desde dentro del área (dos a portería), ante el Tenerife lo hizo en ocho ocasiones (cuatro a portería).

Muchos parámetros del conjunto blanquiverde se han disparado en este partido con respecto al anterior, que ya fue bueno (pese a la derrota) con respecto a otros muchos encuentros de Liga, pero si los ofensivos mejoraron notablemente, los defensivos fueron aún mejores. Mientras que el Tenerife tuvo 73 pérdidas en el partido, el equipo de Torres se quedó en 61. Siguiendo con los datos ofrecidos por la plataforma Instat, el Tenerife recuperó 52 balones, mientra que el Córdoba robó once más, 63. Individualmente, dos hombres destacaron en el apartado de recuperaciones: Miguel Flaño fue el que más recuperaciones firmó, con 13 en todo el encuentro, todas en campo propio, mientras que el segundo en esa estadística fue Yann Bodiger, con 11 robos, cuatro de ellos en campo contrario, el que más balones recuperó en terreno rival de todo el equipo. Pero si hay otra estadística a destacar es la de acciones a balón parado, en concreto, los saques de esquina. El Tenerife puso en juego ocho córners, de los que solo consiguió rematar uno. El Córdoba, por su parte, botó cuatro y los cuatro con remate. De hecho, el primer gol llegó precisamente de esa manera. Una metamorfosis, la del Córdoba, a la que debe dar continuidad.