Manolo no se entiende sin su bombo y el bombo no se entiende sin Manolo, como no se entiende la animación sin la percusión, bien sean las palmas o bien sea un instrumento. Manuel Cáceres Artesero (San Carlos del Valle, Ciudad Real, 15 de enero de 1949), más conocido en el mundo del fútbol como Manolo el del bombo, es famoso por acompañar a la selección española, allá donde vaya, animando a La Roja con su carismático bombo.

Por eso, Manolo no sale de su asombro cuando se entera de lo que pasó el fin de semana en El Arcángel, cuando la seguridad le requisó el bombo a Incondicionales alegando que el reflejo molestaba en el palco, una versión luego matizada, con alfileres, por el club, que argumentó que los destellos molestaban a los jugadores del Numancia (desmentido por los propios futbolistas rojillos y una queja que no aparecía reflejada en el acta arbitral) para después decir que el destello incordiaba a la señal máster en la retransmisión, una versión que también caía por su propio peso. Así pues, había que recurrir a un experto en la materia, como es Manolo.

«Nunca me ha pasado nada similar. Después de 51 años que llevo con el bombo, nunca me ha ocurrido, ni me he enterado. Es la primera noticia que tengo», responde a Diario CÓRDOBA, aún con la voz entrecortada tras su operación de corazón de hace apenas un mes, cuando se le pregunta por lo acontecido ante el Numancia.

Preguntado por los argumentos aludidos por el club, Manolo, que está acostumbrado a todo tipo de climatologías y a estar presente en retransmisiones que levantan una expectación ligeramente superior a la de un apasionante duelo por la salvación en Segunda, asegura (sobre las quejas por los destellos) que «me extraña que se reflejara hacia la tribuna porque se podría reflejar un segundo, pero el bombo siempre se mueve y ya no daría. Veo que es muy difícil». En cualquier caso, Manolo aplaude que los grupos de animación pongan la banda sonora en los estadios. «Lo veo bien que se anime con un bombo, mientras que el que lo lleve procure no molestar o que se mueva, que no esté en el mismo sitio. Que esté con el grupo de animación y no tiene porqué molestar a nadie».

Manolo no estará el viernes en Gijón en el encuentro ante Israel, se reserva para viajar en junio a Macedonia. Y se quiere despedir con «un abrazo a todo mi Córdoba».