Después de tantas semanas en las que se suceden, en clave blanquiverde, las malas noticias (un mercado de fichajes desperdiciado, equipo en puestos de descenso, un jugador que se estrella conduciendo, da positivo por alcoholemia y queda apartado del grupo, protestas en la puerta del estadio, pañolada generalizada contra el palco en el simbólico minuto 54…), por fin ayer se produjo una noticia positiva. Deivid Omar Rodríguez Barrera volvió a ejercitarse con sus compañeros. Bien es cierto que a un ritmo algo menor, pero, al menos, el capitán blanquiverde ve la luz al final de un largo túnel.

Porque Deivid lleva justo media temporada en el dique seco. Jugó ante el Alcorcón y ya se sintió molestias en la cadera. Como no se le vio nada, el canario saltó al calentamiento en el encuentro ante el Nástic, en el último triunfo del Córdoba en casa, allá por el 24 de septiembre. Sin embargo, a escasos minutos antes de comenzar el encuentro, el central salió antes que el resto de sus compañeros a calentar y se notó que no podía jugar. Comenzaba el particular calvario del ex de Las Palmas.

CRONOLOGÍA

Al término del encuentro ante el Nástic, el Córdoba hacía público el parte médico. «Una vez agotadas todas las posibilidades de tratamiento conservador en la lesión de la cadera izquierda (labrum) que padece Deivid, y tras las nuevas pruebas-exploraciones, se ha determinado intervenir quirúrgicamente dicha articulación». Aquello fue el 29 de octubre y, lo más preocupante, «periodo estimado de baja será de cinco a seis meses, en función de la evolución».

El 14 de noviembre, Deivid era operado en Cantabria. El canario dejó claro que su objetivo iba a ser «reventar los plazos». No obstante, los tres meses no había quien se los quitase por lo que el club estaba autorizado a poder fichar para suplir su plaza, si así lo estimaba oportuno.

Después de mucho jugar al despiste, que si no se iba a fichar, que luego sí se iba a fichar, que el central vendría esa misma semana, que luego, en lugar de un central, se iba a fichar a un delantero, el Córdoba dejó pasar el plazo para reemplazar al central canario, según se explicó, porque había jugadores suficientes con polivalencia para poder actuar en el centro de la zaga.

El caso es que ya desde hace un par de partidos en casa se ha podido ver a Deivid haciendo carrera continua antes de comenzar el encuentro, acompañado en todo momento por Javi Poveda y José Roca, los que se han encargado de él en estos cuatro meses.

AÚN LE QUEDA

Pese a la idea de «reventar los plazos», desde el club no se atreven a aún a recortar el periodo estimado de baja, con lo que al canario todavía le han de quedar unas cuatro jornadas para poder estar disponible, al menos, con el alta médica. Para la visita al Sánchez Pizjuán, a finales de marzo, se cumplirán los cinco meses de baja.

Deivid ya vuelve a estar con sus compañeros para ejercer como capitán en un momento en el que el equipo está falto de liderazgo

ESTADO DE LA PLANTILLA

En cualquier caso, los que sí están son Bíttolo y Edu Ramos, que tuvieron que pedir el cambio en la última jornada ante el Levante. No obstante, Héctor Rodas tuvo que abandonar el entrenamiento a medias para someterse a pruebas médicas que desde el club no quisieron desvelar. Del mismo modo, Javi Lara se marchó antes de tiempo de la ciudad deportiva, aunque el de Montoro realizó casi todo el entrenamiento. Por su parte, Antoñito estuvo ejercitándose en el estadio, haciendo entrenamiento específico. Cabe recordar que el carrilero derecho es de los jugadores que más desfondados terminan por el desgaste físico de la posición que ocupa.

Por último, del que no se ha vuelto a saber nada es de Bijimine. Después de su sonado escarceo nocturno, el central suma ya dos semanas sin dejarse ver ni siquiera en los entrenamientos.