Un año como máximo accionista y presidente del Córdoba cumplió Jesús León hace unos días y parece que el tiempo no haya pasado. Pero sí que lo ha hecho. Firmó un club a ciegas con un equipo desahuciado, logró una salvación histórica, falló en la cesión de Guardiola, se complicó la existencia del club con operaciones fallidas que terminaron rompiendo el límite salarial, tuvo que cambiar de entrenador antes de empezar la Liga, volvió a cambiar de técnico cuando le dio al pródigo Sandoval un tercio de Liga y ahora se encuentra en la misma situación que hace un año, por lo que el plan («solo existe el A, no hay plan B», reitera) es afrontar una transformación que en esta ocasión, de nuevo, afectará desde lo más profundo del vestuario hasta la planta noble. Un año intenso en todos los sentidos, para lo bueno y también para lo malo, aunque Córdoba es una ciudad que, tradicionalmente, hurgue continuamente en su propia herida. Doce meses y una causa: la salvación del Córdoba CF. De nuevo.

LA LLEGADA

SIN ARREPENTIMIENTO / El montoreño asegura que «he sido consciente en todos los pasos que he dado de cómo los daba. Es imposible de que me arrepienta de comprar el paquete mayoritario del Córdoba porque era mi ilusión de muchos años». Además, asegura, «el tren pasaba en ese momento y en otras circunstancias nunca lo hubiera vendido el anterior propietario. O se compraba así o no se compraba», asevera. Apenas dio tiempo de mirar hacia atrás, de eso que compraba a ciegas y, poco a poco, se va haciendo pie en la realidad. «No trato de refugiarme en lo anterior para tapar las críticas a mi gestión, que eso da para hablar mucho, pero cuando compras una sociedad sin hacer la preceptiva due dilligence pues no queda otra que mirar lo que hay», justifica. «Evidentemente, después de varios años de gestión de la anterior propiedad estamos obligados a hacerlo y que se asumen las responsabilidades por parte de las que las tengan». Por lo tanto, habría que entender que se tomarán las medidas legales. León entiende que sí. «El club, liderado en ese apartado por Magdalena Entrenas, decidirá en breve las medidas a tomar, si se dan las circunstancias para iniciar un procedimiento legal. A día de hoy, entiendo que hay motivos en algunos de los casos para iniciarlo», anuncia el máximo accionista blanquiverde.

MESES FRENÉTICOS

INOLVIDABLE / «A nivel personal, familiar, fueron momentos inolvidables», explica el presidente sobre aquellos meses frenéticos que finalizaron en una salvación histórica, «porque aquí se olvida la gente del peaje familiar que se paga. Fue duro, pero no perdí la ilusión ni un minuto» y relata un detalle que le impactó en todos esos meses: «La derrota en León fue muy dura y la recuerdo porque mi hijo vino llorando en el tren desde León hasta Madrid, sin parar. Hay que vivir todas esas emociones y esa alegría final con la que me quedé agotado; no me supo realmente a lo que fue, aunque fue inolvidable». Y busca un puente mental y temporal entre mayo pasado y febrero: «Si logramos mantener una velocidad de crucero con aquella energía no hay quien nos pare», afirma.

PRIMER ERROR Y OLIVER

LA OPERACIÓN GUARDIOLA / «He reconocido el error ya en varias ocasiones y también he repetido en más de una ocasión que ya solo me queda flagelarme», reconoce el presidente sobre lo ocurrido en junio con Sergi Guardiola, una operación que se realiza «con la inercia de la salvación», aunque reafirma que «tenía argumentos para darle la vuelta al límite y no consigo dársela». En cualquier caso insiste en que «no debí firmarla, pero tenía un plan con operaciones en las que me penalizaron varias circunstancias; una de ellas, la presencia de Luis Oliver». Precisamente Tebas habló en su visita a Córdoba de los «generosos emolumentos» cobrados por el exdirector general deportivo «A toro pasado a mí también me parecen generosos», reconoce León, aunque justifica que «se recibían en caso de salvar al equipo, por lo que en aquel momento todo me parecía bien, con limitaciones, evidentemente. El hecho de que Oliver cobrara un millón por salvar al equipo en mis números se veían asumibles, porque todas las primas se cobraban en caso de salvación».

FRANCISCO Y SANDOVAL

DECEPCIÓN Y NÚMEROS / «Este proyecto se saca con gente involucrada», expone antes de afrontar el fugaz paso de Francisco, un entrenador al que vio «la cara a principios de julio y no era la que yo conocía de él. Necesito espartanos a mi lado y el que no quiera estar no pasa nada, levanta la mano y se va. Tenía buena relación con él, aunque ya no la mantengo», explica con un gesto de cierta decepción.

La posterior llegada de Sandoval fue «evidentemente algo más que una solución deportiva. La negociación para su renovación provocó un deterioro en la relación, porque no encontraba justificación para partir de puntos tan dispares. Luego vino por varios motivos: era una situación complicada y creía que la forma de ser y actuar de José Ramón iba a ser positivo para el club», aunque luego los números fueron muy deficientes. «Los resultados no acompañaron y hubo que prescindir de él y buscar una reacción del equipo».

LA PLANTILLA Y CURRO

FÚTBOL / León se encuentra en esta temporada con la segunda incongruencia de las que solo da el fútbol, aunque esta más desagradable que aquella salvación histórica y contra toda lógica. «Esta plantilla es mejor de lo que reflejan los resultados. Ni muchísimo menos la clasificación refleja el nivel del plantel ni la imagen que ha dado en varios encuentros», aunque para León la justificación está «en otros temas, psicológicos, que afectan a la plantilla». Y en lo psicológico mete una combinación de circunstancias: «La herencia deportiva que me encontré, los cambios sufridos en estos últimos meses y otras más» que prefiere soslayar. «Hay que cambiar, debemos reactivar y reforzar la plantilla para conseguir el objetivo», comenta con seguridad y mirando al futuro. Para ello tiene a un entrenador, Curro Torres, que parecía que lograba despegar con aquella goleada a Las Palmas pero que ha entrado en el 2019 con mal pie. «Para empezar hay que darle las gracias a Curro Torres, porque hay que ser valiente, como dice nuestro lema. Se ha encontrado una situación complicada y mejoró la imagen del equipo, mejoró y después nos encontramos con la situación actual, en la que parece que hemos perdido parte del trabajo realizado. Es un trabajador incansable, tiene el perfil de entrenador que necesitamos, de trabajo y confío en que se quede mucho tiempo con nosotros y construir con él un proyecto para que sea la punta de lanza de esa estabilidad en lo deportivo», afirma, aunque eso «no se hace en dos o tres días», ya que «debemos tener un coste de plantilla más homogéneo, tirar de cantera y dar estabilidad con coherencia en la gestión deportiva. Hay gente con contratos a largo plazo de grandes cantidades y que a día de hoy no juegan y hasta que no se llegue a un acuerdo con ellos seguirán estando. Pero debemos construir un futuro a medio plazo con una plantilla coherente», avisa el presidente.

DÉFICIT Y ESTADIO

EL COMPROMISO DE LA ALCALDESA / «El déficit se va a arreglar», promete León, que marca dos vías: generar ingresos o venta de jugadores, aunque también hay «otras vías». «Estamos viendo la luz al final del túnel», comenta el presidente, que advierte de que «es una cosa que me preocupa, pero también me ocupa; tenemos una situación esperanzadora y a partir de este mes tengo la sensación de que con las operaciones que van apareciendo y se van haciendo públicas la gente va teniendo la sensación de que hay vías de arreglo, porque evidentemente las hay. Vamos a materializarlas en estos días de mercado y confiamos en darle la vuelta a la situación», explica un confiado León. Otro trabajo se centra en la cesión del estadio para evitar la causa de disolución, «un concepto en el que parece que va a desaparecer el Córdoba y es una cuestión contable, aunque evidentemente, si no se está es mucho mejor». León advierte de que «no quiero que el Córdoba se convierta en el juguete político de nadie, porque en las últimas semanas se ha hablado en un sentido u otro por diferentes fuerzas políticas» y se queda con lo andado hasta ahora: «Magdalena Entrenas es la que está trabajando en ese tema» y ante el miedo por las cercanas elecciones muestra tranquilidad: «El compromiso de la alcaldesa es que se firme antes de las elecciones. Los compromisos se cumplen o no. ¿Que lo cumple? Pues estupendo, porque habrá cumplido su palabra. ¿Que no lo cumple? Pues habrá incumplido su compromiso».

DÍA CERO

EXPERIENCIA / «He pagado la novatada, evidentemente. El fútbol es un mundo complejo», reconoce. Pero mira al futuro ya. «Hay motivos para la esperanza y lo vamos a conseguir. Tenemos buen entrenador y reforzaremos la plantilla. Necesitamos el apoyo de la afición, que también en cierta manera es apoyarse a sí misma. Yo, desde luego, no voy a dejar que el Córdoba se hunda y para ello volveremos, de forma temporal, a aplicar medidas que ya aplicamos la pasada temporada, aunque puedan criticarnos. Nos vamos a salvar e insisto en lo que ya declaré hace un año: no hay plan B». Para ello «va a haber una revolución, quiero activarla para ganarme la confianza de la afición. Lo conseguiremos».