El Arcángel va a por su octavo cartel consecutivo de «no hay billetes». De hecho, en un día de fiesta como fue ayer, con apertura de taquillas reducida (apenas tres horas), se vendieron 350 localidades, con lo que son ya casi 2.500 las vendidas en los dos primeros días de la semana. Los fondos de El Arcángel ya se encuentran agotados para el trascendental encuentro del próximo sábado (16.00 horas) contra el Huesca y Álex Quintanilla reconocía ayer en sala de prensa el esfuerzo de los seguidores blanquiverdes.

«La afición, la ciudad, la provincia y la entidad están dando una lección de lo que es un club y de lo que significa el Córdoba», aseguraba el defensa blanquiverde, que añadía que «es un sentimiento y una forma de vivir para mucha gente, y nosotros somos conscientes de ello. La afición es imprescindible para nosotros. El apoyo de todos lo notamos, somos conscientes del esfuerzo que están haciendo, se lo agradecemos y los necesitamos», sobre todo tras el golpe recibido en el Reino de León, en el que se encajó «una derrota dura, que nos ha hecho daño, pero no va más allá. Estamos en la zona de pelea y si queremos estar en ella hay que estar dispuestos a encajar y seguir peleando. Estamos ya pensando en el Huesca, otro partido importante, y que seguimos dependiendo de nosotros». Así, no toca otra que reorganizarse y plantear desde ya el encuentro del próximo sábado ante el Huesca como una nueva final. Quintanilla, consciente de ello, mandó un mensaje claro: «Para nosotros es fundamental contar de nuevo esta semana con el apoyo de la afición, tenemos por delante un desafío muy grande. Hemos llegado a las últimas cinco jornadas con opciones y todos lo hubiéramos firmado. Sabemos que lo del otro día fue una decepción pero esto es muy largo y tenemos que seguir unidos».

El Arcángel debe ser fundamental en las tres jornadas como local que ha de disputar el conjunto blanquiverde y la primera será el próximo sábado, ante el Huesca.