Día complicado, uno más, el que se vivió ayer en el Córdoba CF. Alrededor de las 13.00 horas, recién finalizada la comparecencia de Rafa Navarro para analizar el partido de mañana ante Las Palmas -ver página siguiente-, se publicaba en la web de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) un comunicado firmado por las plantillas del primer equipo, el Córdoba B y el Córdoba Femenino.

En la nota, «los y las futbolistas» de las tres plantillas denuncian que «llevamos tres meses sin cobrar, febrero, marzo y abril, una situación que consideramos delicada y preocupante». No obstante, consideran especialmente grave «la realidad de los trabajadores del club, que están viviendo una situación similar». Los jugadoras y jugadoras del Córdoba se solidarizan con los empleados extradeportivos, a los que entienden «prioritario» el pago de las nóminas atrasadas.

Un par de horas después, el departamento de comunicación del club se puso en contacto con un par de medios de comunicación, a los que informó que se estaban empezando a pagar las nóminas de febrero a los empleados no deportivos, así como, en algunos casos, las de marzo.

COMIENZA EL DESBLOQUEO

Posteriormente y a lo largo de la tarde, fuentes del club informaron a este periódico que se estaban pagando nóminas de febrero de empleados extradeportivos, jugadores del filial, jugadoras del Femenino e incluso las facturas de algún proveedor. La cantidad que el club, siempre según estas fuentes, estaría utilizando para el desbloqueo de las primeras nóminas impagadas es de cerca de 300.000 euros, dinero proveniente de una de las empresas del presidente y propietario, Jesús León.

No obstante, este periódico se puso en contacto con varios empleados del club ya avanzada la tarde, pero ninguno de ellos había cobrado ninguna de las nóminas atrasadas.

HASTA EL 31 DE JULIO

El movimiento de los jugadores es el habitual en este tipo de circunstancias, ya que denunciando públicamente la situación de impago que sufren se aseguran el cobro futuro de sus salarios. Es decir, se trata de una medida de presión mediática para que, ya sea a través del Fondo de Garantía Salarial del convenio colectivo AFE-LFP o mediante el abono por parte del Córdoba, acaben recibiendo sus emolumentos.

El club blanquiverde tiene hasta el 31 de julio para regularizar la situación, fecha a la que tiene que evitar llegar con impago alguno para no incurrir en problemas federativos. Porque, aún con la denuncia de los jugadores, al estar la competición en las últimas 10 jornadas estos no quedan liberados de sus contratos.

La entidad presidida por Jesús León tiene los pagarés por 4,4 millones de euros por la venta de Aguado y Guardiola al Valladolid, que continúa negociando para su cobro, con lo que, de conseguirlo, obtendría la anhelada liquidez. Además, el Córdoba obtendría 600.000 euros del Pucela antes del 30 de junio si evita el descenso a Segunda, cantidad de una de las variables de la operación del centrocampista jienense y del delantero jumillano.