Con lo puesto, o mejor dicho, con los que se han querido poner la camiseta y el peto. Así llega el Córdoba hoy a Riazor, donde desde las 20.30 horas se juega, en horario unificado, el partido ante el Deportivo de la Coruña. El último de una temporada decepcionante en la que los blanquiverdes han dado con sus huesos en Segunda División B. Tanto es así que esta tarde-noche el equipo entrenado por Rafa Navarro no se juega absolutamente nada pero puede influir, y mucho, en las posibilidades de su rival de acceder al play-off de ascenso.

Pero antes de analizar lo que será una jornada de infarto en la pelea por la promoción de ascenso acabe analizar la convocatoria del Córdoba, una lista de 18 jugadores que completaron ayer un largo viaje de punta a punta de España para cumplir con el trámite y competir con dignidad en Riazor. Y sin que se levante ningún tipo de sospechas ahora que los casos de amaños de partidos están en portada de los medios escritos y abriendo los informativos de las televisiones nacionales.

“LOS QUE QUIEREN ESTAR”

Jaime Romero, Marcos Lavín y Quezada no entraron en la convocatoria por molestias, al menos en la versión oficial. Curioso el caso del joven guardameta, que se hizo con la titularidad con Rafa Navarro y acabará la temporada sin vestirse de corto en la despedida de Segunda División. Navarro aseguró el pasado jueves que “en la convocatoria van los que quieren estar”, aunque rompió una lanza por “hay hombres como Quintanilla o De las Cuevas que no pueden y les gustaría estar ahí”. Sí entraron para completar la expedición los canteranos Alberto, Moyano y Chuma.

Así las cosas, lo esperado es que Carlos Abad sea el portero titular, con el joven Alberto en el banquillo en relevo de Lavín. Loureiro y Fernández son los laterales citados y el gallego esperará en el banquillo. Con Luis Muñoz sancionado por acumulación de tarjetas amarillas, Miguel Flaño y Chus Herrero son los únicos centrales disponibles para el técnico del Córdoba y serán de la partida. No está en La Coruña Kevin, que tuvo un acto de indisciplina en la pasada jornada y del que su técnico afirmó en la última rueda de prensa que “se le han dado vacaciones para que piense. Creo que es un jugador recuperable, con futuro, pero tiene que ser profesional”.

En el centro del campo nada hace pensar que no repitan como en jornadas pasadas Javi Lara, Alfaro y Quim Araújo por delante del pivote Vallejo. Si Navarro se decide por un doble pivote en el que formen el vasco y el francés Bodiger quedaría suplente Carbonell, mientras que si parte como eje Vallejo en solitario Carbonell sí sería de la partida.

Arriba, dado los problemas físicos que arrastra Andrés Martín y la importancia de que acabe la temporada en las mejores condiciones posibles, todo hace indicar que Piovaccari será el delantero titular, aunque Andrés tendría muchas papeletas de salir del banquillo en la segunda parte.

TODO O NADA EN EL SUDOKU

En una temporada en la que aspiraba al ascenso directo, el Deportivo de la Coruña -que tiene 65 puntos- afronta este partido como un todo o nada. Si derrota al Córdoba se garantiza entrar en la promoción de ascenso y, además, si el Mallorca -actualmente con 68 puntos- pierde en Extremadura le quitaría la quinta plaza. Pero si no lo hace comienza el sudoku del play-off. Un empate entre Deportivo y Córdoba no sería suficiente para los gallegos si el Cádiz -64 puntos- logra la victoria en el campo del Sporting de Gijón. Los asturianos, sin nada en juego, podrían estropearle a su eterno rival, el Oviedo -63 puntos-, la posibilidad -remota, pero existente- de acabar en la sexta plaza y jugar la promoción. Y es que el Oviedo necesita vencer en Navarra a un Osasuna ya ascendido como campeón, que el Córdoba le gane al Deportivo en La Coruña y que el Sporting arranque al menos un empate en su duelo ante los amarillos. Cosas más raras se han visto, pero en todo caso los ovetenses dependen de su máximo rival sportinguista para meter la cabeza en la promoción.

No quiere saber nada del sudoku el técnico del Deportivo, Pep Martí, que aseguró ayer que “hay que ser realistas, dependemos de nosotros mismos y eso transmite entusiasmo”. De todos modos, pese al entusiasmo, Martí convocó a todos los disponibles para evitar que el Córdoba tenga una idea clara de su alineación y suplentes. Porque aunque los blanquiverdes acaben la temporada ya descendidos, hay mucho en juego en Riazor.