-Siete meses en Córdoba y sin debutar aún, porque le pilló el confinamiento.

-Con cero partidos perdidos. Ni he ganado tampoco.

-¿Cuáles son sus sensaciones en Córdoba después de tantos cambios?

-Cuando tú vas a un club en una situación convulsa te puede generar dudas, pero aquí me las han despejado desde el primer día. Siempre me han transmitido tranquilidad, nos han apoyado al máximo en el día a día, están siempre pendientes de que no nos falte de nada y creo que ni los futbolistas ni el cuerpo técnico tenemos ningún tipo de queja. La pretemporada está siendo muy larga pero la necesitábamos, porque teníamos a mucha gente con más de 30 años, con más de cuatro meses de inactividad y decidimos hacerla más larga. Esto, al final, lo que te hace es ponerte mejor tener una mejor puesta a punto a nivel físico y el conocernos mucho mejor. Estamos conviviendo, esta es la segunda semana completa conviviendo en ‘stage’ y todo hasta ahora es positivo.

-¿Tuvo dudas de que le renovaran después de celebrar tan solo tres entrenamientos antes del confinamiento?

-No me lo planteé. Si a ti te contratan y luego deciden no darte confianza en la continuidad, tú ahí no puedes hacer nada. Es una decisión que no te compete a ti. Estaba tranquilo. Sé hasta dónde puedo llegar y la fe que tengo en el trabajo que realizamos en el cuerpo técnico. A partir de ahí ya que haya una decisión de no continuar, ya no depende de mí, no me preocupa. A mí me preocupa el día a día, el que los futbolistas se sientan a gusto, que el mensaje llegue, que el jugador venga todo el día motivado a trabajar, eso es lo qu e me preocupa. Lo que se sale de mi ámbito profesional, ya a mí…

-Siempre se remarca su carácter motivador como técnico. De hecho, un jugador me comenta que siempre dice que hay que entrenar con una sonrisa.

-Es que no está peleado el trabajo con una sonrisa y con un buen ambiente. Me gustan los equipos que se parecen a familias. Y tú eres un padre con los hijos. Eres más mayor, tienes una trayectoria profesional detrás como futbolista y como técnico importante y lo que intento es sacar lo mejor de toda mi carrera para que el futbolista se sienta a gusto y que su preocupación solo sea el hacer las cosas bien. Para que el club, que te paga, esté a gusto con lo que tú haces, con lo que desarrollas todos los días. Esa misma es la ecuación: trabajo, constancia, fe en el trabajo, buen ambiente y sobre todo que los equipos en los que yo esté nunca den su brazo a torcer. Soy de los que piensan que no existen los problemas, existen las soluciones. En el tema profesional uno debe estar buscando siempre lo mejor, en sacar el máximo rendimiento de los futbolistas, a nivel individual y colectivo.

-El esfuerzo no se negocia para usted, por lo que escucho. El equipo del año pasado, además de irregular, parecía no tener esa marcha de más para cambiar el partido.

-Soy muy respetuoso con los compañeros de trabajo y cuando llego a un equipo intento buscar lo que a mí no me gusta, pero no busco con lupa los errores que pueda tener el equipo. Busco la mejora. No sé cómo era en ese sentido el equipo el año pasado, lo que sí te puedo asegurar es que a mi no me gusta que un jugador falle un pase o falle una ocasión de gol o tenga un error individual y baje los brazos, porque entonces lo tengo que quitar. Creo que la mente tiene que estar limpia. A mí me pasaba como futbolista. He fallado un penalti al principio del partido y ya no te encuentras en todo el partido. Eso es lo que yo no quiero que le suceda a mis jugadores. Un penalti lo puede fallar cualquiera, un error individual lo puede tener cualquiera. Ahora, si queda tiempo para arreglar esos errores, vamos a por ello. No bajamos los brazos, la cabeza arriba, no me gustan los equipos que se vienen abajo cuando le vienen dificultades o cuando el rival le pone en dificultades. Si te pone en dificultades, vamos a hablar, vamos a comunicarnos, vamos a buscar soluciones para poder contrarrestar al rival.

-Comunicación, palabra que ha repetido mucho aquí en Montecastillo y en la pretemporada en general.

-Es que no me gusta un futbolista callado. Tú puedes ser introvertido fuera del terreno de juego, pero dentro del campo tienes que comunicarte con los compañeros. El fútbol es un deporte de grupo, entonces, tu comunicación tanto verbal como gestual es importante para tu compañero, para el que está al lado. Me gusta que se hable, me gustaría decir alguna vez: “Parad ya, que me aburrís de tanto hablar”. A base de comunicación y de ánimo o una bronca… No pasa nada porque se abronque a un compañero, no pasa absolutamente nada. Lo que busca el compañero es la mejora, tanto tuya como del equipo. Me gusta que los futbolistas hablen mucho dentro del terreno de juego.

-Tradicionalmente, eso no se ha visto bien, lo de abroncar.

-Sí, puede haber un rifirrafe. En las familias tú te peleas con tu hermano y al minuto o a los 10 segundos se acaba, ¿no? Y sigues peleando porque tu hermano esté bien. Se trata de eso. A mi no me importa que un tío coja del pecho a otro si es para bien y para que reaccione. Si es para mal, lógicamente, no lo vamos a tolerar. Pero siempre con el respeto y las ganas de mejorar en el terreno de juego, no pasa nada porque haya una bronca, ya lo solucionaremos.

-La juventud ha destacado este verano. La plantilla era de las más veteranas el año pasado. ¿Esa juventud está llamada a tener protagonismo?

-Me gusta rodearme de gente joven. Y me gusta que la gente joven dé un paso adelante y le ponga las cosas difíciles a los veteranos. ¿Cuántos futbolistas cordobeses han jugado en Primera o Segunda? Muchísimos. Tienes que tener un filial competente, que esté constantemente gente joven subiendo al primer equipo y que le ponga las cosas complicadas a los veteranos. A partir de ahí la dirección deportiva se puso como objetivo rejuvenecer la plantilla, porque era veterana, y lo ha conseguido con un nivel y una capacidad muy buenas. Los chicos que están entrenando con el primer equipo, más algunos que se han quedado en el filial, porque no los podíamos traer a todos tienen un nivel muy alto y muy exigente que nos lleva a mejorar cada día en la competición por lograr un puesto en el once.

-Lo que decía Guardiola de que “hay que ponerlos”.

-Yo soy valiente. Yo soy de los que pone a los jóvenes. En el Extremadura, por ejemplo, a Antonio Perera lo hice debutar con 19 años y está jugando en la Primera de Croacia, pertenece al Alavés. Es un ejemplo que me viene a la mente, pero debutaron más en el Extremadura conmigo. Si tú eres bueno ¿por qué no te voy a poner? Si me haces un gran trabajo y me ofreces rendimiento, ¿por qué no te voy a poner?

-¿Es una dificultad añadida para el equipo una Liga tan corta? De más de 40 partidos para el objetivo ahora pueden ser menos de 30. ¿Condiciona algo física o tácticamente?

-Al final te crea dudas. Estás acostumbrado a una Liga larga, una Liga en la que puedes cometer errores y te da tiempo a subsanarlos. El año pasado por no irnos más lejos, el Córdoba CF estuvo irregular todo el año y cuando yo llegué teníamos muchísimas opciones porque quedaban 10 partidos, 30 puntos, para meterte entre los cuatro primeros. Aquí el problema es que no te da tiempo a cometer muchos errores, no te da tiempo a fallar y te obliga a estar con todos los sentidos puestos para conseguir el máximo de victorias posibles para meternos entre los de arriba. Este año es mucho más complicado. Fíjate, si otros años son cuatro plazas de ascenso entre 80 equipos y te parece un mundo cuando empieza una temporada, imagina ahora, con 102 equipos. Creo que al final tenemos que marcarnos objetivos a corto plazo. Que el equipo llegue con el máximo de competitividad posible para entrar en los campos a competirle y ganarle a cualquier equipo. Y meternos ahí arriba, hacer el máximo de puntos posibles, porque los necesitamos. Vamos a ir poco a poco y ya que el destino venga como sea y lo lidiaremos de la mejor manera posible.

-¿La pretemporada tan larga tiene también esa explicación en la gente veterana? Porque ha sido todo tan atípico.

-Sí, pero fue decisión nuestra. Llevábamos mucho tiempo inactivos y podía venir mejor a nivel físico. Es una decisión de la dirección deportiva y la dirección técnica del club y no sabemos si luego nos equivocaremos. Creo que no. Entrenar no hace mal a nadie, ni en vacaciones. Vamos a intentar que el jugador esté lo mejor posible físicamente.

-Me dicen jugadores que ha tenido que es ecléctico con los sistemas, que no tiene una idea excesivamente fijada con un dibujo, que se adapta.

-Es que si yo vengo con una idea preconcebida de cómo quiero jugar, voy como un martillo pilón con eso y no tengo los futbolistas adecuados para ese dibujo me estoy dando un chocazo contra la pared. Siempre busco el estudiar el grupo deportivo, profesional y humano que tengo y luego busco el dibujo. Podemos jugar con 1-4-2-3-1, porque tenemos dos delanteros a día de hoy y doblamos posición y tenemos una segunda línea de jugadores muy técnicos e importantes, y además, en el doble pivote también doblamos posición. Podemos poner dos pivotes defensivos perfectamente para darle libertad para los de arriba o poner un pivote defensivo y otro creador. Atrás hemos doblado con gente importante. Creo que tenemos una buena defensa, la portería la tenemos bien guardada. Tenemos un equipo doblando posiciones muy bonito, muy atractivo de trabajar y vamos a intentar adaptarnos al dibujo que a mí me gusta a día de hoy, que es el 1-4-2-3-1, que es un sistema que es ofensivo pero a la vez si pones dos pivotes puedes tener seis futbolistas por detrás del balón en un momento si se rompe el partido o si es de correcalles. Jugaremos muchas veces en circunstancias a lo que te dé el partido: el rival, nosotros, nosotros lo primero, pero también juega el rival, el terreno de juego, las condiciones que se dan en un partido -que te expulsen a un jugador o se lo expulsen al rival, en función de las circunstancias que se den en ese partido así jugaremos. Eso es lo que yo intento inculcar.

-¿Es más importante ser fuerte defensivamente que no lograr atacar mucho?

-Hombre, si tú cierras tu portería, en Segunda B, tienes mucho ganado. Pero ahora, tiene que meter goles también. Hay que buscar un equilibrio entre el ataque y la defensa y si encontramos ese equilibrio pues tendremos mucho ganado. Que atrás cerremos nuestra portería, que seamos difíciles de batir y arriba tenemos muchas armas y muchas condiciones para hacer gol.

-¿Es mejor ganar 3-2 o 1-0?

-De cara al espectador es mejor ganar 3-2. De cara al entrenador,1-0 al final, refuerza tu idea defensiva, aunque te quedas corto a nivel ofensivo.

-¿Le está dando muchas vueltas a la llegada de hombres de ataque, que además parecen ser sub-23?

-Me he tirado todo el verano yendo al club, en contacto constante con la dirección deportiva, y yo creo que han hecho un gran trabajo, un filtro de jugadores magnífico, no han escatimado horas de trabajo este verano. Y estoy tranquilo en ese aspecto. A día de hoy creo que tengo un equipo que puede competir a cualquiera y si lo mejoran pues siempre será bienvenido. Pero a día de hoy estamos contentos. Doblamos posiciones, en alguna posición a lo mejor es demasiado joven y dicen “¿te gustaría más veteranía?” Pues tampoco, tampoco. Creo que la juventud no está reñida con ser veterano dentro del campo y estoy súpercontento con lo que tengo. Ahora bien, siempre uno quiere más. Toda plantilla es mejorable y si lo que viene mejora lo que tenemos, bienvenido.

-No le pregunto por el objetivo, que parece estar claro para todo el mundo: el ascenso.

-No hay otro objetivo.

-¿Puede crear ansiedad?

-Yo creo que no, no tiene por qué. Al final buscamos… Hay mucha gente que dice… Ansiedad. Nosotros somos unos privilegiados de la vida. A nosotros nos pagan por hacer lo que nos gusta. Es tu hobby. Tú a lo mejor eres un albañil que te tiras ocho horas trabajando todos los días y que tiene una preocupación terrible para sacar a su familia adelante y luego, además, saca dos horas para irse con sus amigos dos horas a jugar al fútbol y pegarse un palizón. Ansiedad tienen las personas que no llegan a final de mes. Creo que el que no tenga ansiedad por desarrollar una profesión que es muy bonita, emocionante y agradable pues… Y si alguien tiene ansiedad lo trabajaremos también. Al final, en el fútbol el tema psicológico manda mucho. En un tanto por ciento muy elevado de saber aprovechar los estados físicos, psíquicos o mentales del futbolista. Tú tiene que intentar alargar las corrientes positivas al máximo y las corrientes negativas enseguida intentar cortarlas. Creo que el Bayern ha ganado la Champions porque era el equipo que mentalmente estaba como un avión, el que mejor ha llegado mentalmente. Aparte de las condiciones futbolísticas que tiene el Bayern, pero se ha enfrentado con equipos que también las tienen. Creo que les ha arrollado a nivel psicológico. Si alguien tiene ansiedad le daremos una colleja y le ayudaremos también en ese aspecto. No es una frase para ganarme a nadie, es la realidad: soy una persona de familia humilde, de gente que trabaja y que tiene que generar dinero a casa para vivir, por lo que no entiendo que se genere un estado de ansiedad en una profesión tan bonita como es el fútbol. Pero si la hay, que también la puede haber, por eso hay psicólogos deportivos, nos apoyaremos en esa figura.

-¿Es un hándicap para el equipo jugar con puerta cerrada o con el aforo limitado?

-A nosotros nos perjudica. Porque yo quiero jugar en mi estadio con 12.000 o 15.000 personas, apretar al rival y apretar a todo el mundo. Hacerte fuerte en casa, que hay equipos que solo van 1.000 personas, desgraciadamente porque es así, pero no tienen ese apoyo. Pero hay que adaptarse a lo que se tiene. Lo haremos lo mejor posible porque no podemos hacer nada.

-¿Qué le diría a la afición para esta temporada 20-21?

-Es que de la afición del Córdoba CF poco hay que decir, porque hay aficiones entregadas a su equipo, que se adaptan a todas las circunstancias. Que sigan igual, entregados a su equipo, que a la vez sea exigente, porque nos tienen que exigir y vamos a intentar no defraudarles en ningún momento.