-La gente ha respondido, a pesar de los problemas del club este verano. Más de 15.000 abonados y un debut.

-Lo he dicho en muchas ocasiones, poco tenemos que decir. Evidentemente, también venimos de un hecho histórico para el club y la ciudad, que también ha animado e influido en eso pero, de cualquier forma, he de quitarme el sombrero con la afición. Vamos a necesitar de ella si pretendemos llevar a este club a lo más alto y los primeros que no pueden decaer son los aficionados.

-Se le ha escuchado hablar de un sector crítico, pequeño, al que le costaba entender.

-A ver, a mí la crítica no me molesta. De los últimos hechos acontecidos es más una sensación de esos pequeños sectores que aprovechan cualquier momento, no de debilidad, pero sí de contratiempos en lo que se puede entender como normal, que aprovechan para mandar mensajes desestabilizadores o que poco ayudan al club. Yo entiendo esto desde otra perspectiva, comparando con otras ciudades, sin hacer mucho uso de ello, hay situaciones que provocan que haya esas situaciones porque lo que hacen esas ciudades es volcarse. Pero bueno, que haya esos sectores pues me parece bien, aunque poco ayuda, proviniendo de donde provienen, pero que no facilitan que yo piense que para ellos el club está por encima de todo.

-¿Quizás sea debido a que en los siete últimos años ha habido tres propiedades, con sus ‘lobbys’, sus familias alrededor del poder instaurado en ese momento en el club y no cercanos al club propiamente dicho?

-La presión la entiendo siempre en términos positivos. Cuando hablamos de esto yo dejo a la afición muy lejos de esto, que entiendo que es una minoría. Pero una minoría de gente que ha estado vinculada de alguna forma al club. Tampoco hay que darle más importancia, porque el club está por encima de eso y la afición también. Pero es hacer referencia a un hecho concreto del último mes, que poco ayuda y es un mensaje a ese sector, que ayuda poco a que siga adelante, porque lo que hace es enturbiar y basándose en la rumorología. Yo también habré contribuido de alguna forma, por falta de información, porque ha habido muchos frentes abiertos este verano, a que eso se pueda dar. Pero a pesar de todo, quiero mandar un mensaje de que, si de verdad hablamos de cordobesismo y lo hacemos patente, sin duda llevaremos al club arriba del todo.

-¿Esos grupos, aunque pequeños, influyen también a la hora de las relaciones del club con instituciones?

-Yo creo que es en lo que más influyen. Yo tengo un objetivo muy claro, sé cuál es, y nada de eso me va a afectar. Lo demostré la temporada pasada y lo haremos en esta, con miles de problemas. Se verá el reflejo, pero pido paciencia, que a veces entiendo que es difícil de entender, pero inevitablemente debo pedirla, aunque en esto del fútbol confluyen muchas circunstancias y hay que pedir esa paciencia. En todo caso, no hablo de esa desestabilización, porque de ahí saco a la afición. Hablo de ese sector que tiene su llegada a ciertas instituciones y a algunos medios que, al final, no aportan nada en positivo. No estoy pidiendo apoyo de ningún tipo, ni que no se critique sobre decisiones que yo tome, porque yo me voy a equivocar, seguro. El que piense que no me voy a equivocar, mal va. Pero que cuando se traslade o se quiera influir en ese sentido, pues que se haga con criterio, con la máxima información posible, contrastada y no hablar por hablar. Porque hablar por hablar, esto que he dicho antes de que el club está por encima de todos, incluido yo, al final esto seguirá. Y depende del trabajo que aportemos cada uno, podré dejar el club en mejores circunstancias o en otras.

-¿Se ha sentido solo institucional o empresarialmente?

--No. Empresarialmente soy una persona solitaria, afronto mis problemas solitariamente. Me he sentido cómodo, tranquilo, nunca he tenido sensación de perder el control de la situación, en ningún momento, a pesar de tantos frentes abiertos este verano. Soy una persona que mantiene la calma e intenta marcar los tiempos para que sean los mejores para el club. Y si hablamos institucionalmente, pues tampoco en esta situación me tenía que haber apoyado en nadie, porque era cuestión de gestión empresarial. Así que, en definitiva, no me he sentido solo.

-Lo digo porque publicamos la cesión de El Arcángel, una reivindicación ancestral del club.

--Sí, pero eso es en otro sentido, lógicamente, no en la gestión de los problemas, que es por donde yo había entendido la pregunta. Institucionalmente, pues sí. Si hablamos de qué apoyo recibe el Córdoba CF, a día de hoy, desde que yo compré el club, pues la verdad es que sí. No yo, el club. Las cosas que se están haciendo institucionalmente es por acercamiento del club a las instituciones y no de éstas al club. Por lo tanto es verdad que en algún caso concreto, como el de Pedro García, las iniciativas que siempre se han tenido han partido de él.

--¿Y del resto?

--No. Vamos, no. Con otros, como José María Bellido, pues mantengo una buena relación, pero está en la oposición y poco puede hacer el hombre.

--¿Y la Diputación?

--Dentro de los pocos que nos han dado apoyo, y dentro de las limitaciones para lo que es el club, son los únicos que nos han ayudado.

-¿Cómo cree que se puede desarrollar la cesión de El Arcángel?

--Yo voy a seguir con el mismo discurso que el día que llegué. Quiero construir y gestionar para poder construir un club grande en todos los sentidos. Eso pasa por muchas cosas y una de ellas es el estadio. En su momento, lo que yo pretendo y he propuesto al Ayuntamiento, con la colaboración hasta ahora notable de Pedro García, es hacer un contrato de cesión del estadio donde se recoja el estadio completo. Con el uso y explotación de todos los espacios, para que nos permita gestionar de alguna forma y, cuando el club esté en Primera División, que espero que no tardemos mucho, no tardaremos mucho, recoger un plan de inversión que haga que este estadio sea merecedor de un club en Primera. Y el club, estando en Primera, va a invertir en el estadio sin pedir nada a cambio. Pero queremos que se recoja en un plazo al máximo tiempo posible, para que ese dinero que invierta el Córdoba en la instalación, siendo municipal, sea por el máximo tiempo posible para que la amortización sea rentable.

-De los frentes de este verano hay que hablar del plazo de pago del club. ¿Qué ha pasado?

-Dentro de las conversaciones que teníamos Carlos González y yo se llegó a un momento de tensión y en ese momento de tensión, busqué modificar alguna de las condiciones contractuales. Ahí se generó cierta tensión, aunque guardando la buena relación que mantenemos Carlos y yo, y durante ese período lo que hubo fue una negociación hasta que se alcanzó un acuerdo. Dije que iba a pagar y he pagado y...

-Pero él negaba ese acuerdo.

-Bueno... Depende del momento en el que lo digas, podría negarlo o no. Durante el período que se está negociando se genera cierta tensión, como he dicho, y en esa tensión cada uno podemos decir lo que más le conviene para entender que la negociación está abierta. Ni lo recuerdo ni hago uso de ello, pero la verdad es que se culminó con una propuesta de acuerdo.

-Otro nombre propio del verano: ¿cuál es su opinión de Luis Oliver?

-Mi opinón de Luis Oliver es que es una persona que cuando yo compro el club es importantísima para contribuir a la salvación del Córdoba. Por la premura con la que yo compro, él dispone de un equipo de gente en el área deportiva que hace que fueran apareciendo los nombres para reconstruir esa plantilla, por lo que su figura ha sido inevitable. Y esa misma intensidad en un proyecto a largo plazo, pues los mismos motivos para que fuera el mejor de España para aquel caso concreto son los mismos que hacen que no continúe ahora.

-El 22 de junio se produce la cesión de Guardiola al Getafe. ¿El 21 de junio sabía el club los problemas con el límite salarial?

-Sí. Lo que pasa ahí realmente es que el área deportiva la llevaba Luis. Por lo tanto, los errores o aciertos son míos, pero con una gestión hecha por Luis. Se sabía y, además, yo también caigo en el error de hacer una mala operación con Guardiola. Lo he dicho públicamente, que ahí me equivocado. Porque encima de la mesa había otras variables, que aparecían en ese momento, con una cierta credibilidad que hacían que se incrementasen los ingresos y que luego no terminaron apareciendo. Esos ingresos venían de patrocinios por participación de jugadores que luego se terminan rompiendo por distintos motivos y eso hace que se firme la operación de Guardiola. Luego, con el tiempo, al desaparecer esas expectativas de ingresos, hacen que la operación quede al descubierto como una mala operación. De haber salido esos ingresos, incluso habiéndose dado, no se hubiera solucionado la situación. El hecho que se cayeran por el camino por motivos totalmente ajenos a mí, provocan que la operación sea una mala operación.

-¿Esas expectativas de ingresos dependían de que Luis Oliver siguiera en el club?

-No. Esos ingresos no se dan porque en ese momento está Luis.

-¿Se pierden porque está él?

-Eso es lo que dicen los que lo iban a hacer los ingresos. Tampoco sé si es verdad o mentira, el caso es que no se han retornado y no se sabe si hubiera sido así o no. La verdad es que la operación la hace Luis, pero todo el mundo tenía mucha prisa, influenciados por unas prisas del futbolista, del Getafe, del propio Luis y yo, que era el que tenía que firmarla, pues firmé. Y esa operación, por la forma en la que se ha hecho, no le pertenece a un club como el Córdoba. Esto no es un club en el que se pueda permitir el lujo de ceder un jugador para ver qué sale. No, porque luego han salido ofertas de equipos extranjeros y no se han podido dar porque estábamos cogidos.

«No voy a revelar nada, pero me encontré

sorpresas tras la salida de Luis Oliver»

-No entiendo.

-Una vez cerrada la cesión han aparecido ofertas de compra de clubs ingleses y, al estar la operación cogida por la cesión, pues no se ha podido dar porque el Getafe siempre ha tenido pretensiones superiores a lo que nosotros entendíamos que podíamos dar. No voy a malgastar ni a malvender el patrimonio del club. Ha habido ofertas de hasta 8 millones de euros, donde el Getafe pedía 12, ocho para ellos y cuatro para nosotros, pues yo no lo iba a admitir. Podemos estar mal, estamos intentando reforzar en lo posible, lo estamos haciendo ahora todo correctamente y no voy a poner en riesgo el patrimonio del club, un jugador con el que se ha hecho una mala operación, nadie se aproveche. Puedo permitir que se haga por un precio justo, pero llegar el último día y «oye, ahí tienes esto», pues no.

-¿Se ha planteado este verano vender el club?

-No, nunca. El club no se vende.

-Bueno, que no está en un movimiento activo de venta.

-Es que no voy a vender. Vamos, es que no sé, es que eso forma parte de la rumorología que te decía antes. A mí me han llegado a decir que tenía ofertas de un chino. Mira, con la de cosas que tenemos... A día de hoy he pagado 4,5 millones por el club y eso viene de un sector, de los que hablábamos antes, que parten de esas informaciones, al final es que «se vende el club», que desestabiliza para una situación que está súpèr tranquila. Que yo no voy a vender el club.

-Bueno, si llega una oferta mareante...

-Pero creo que no es el momento. El momento no es ahora, que llevo seis meses en esto. Pienso en restablecer la situación, que se reconduzca, porque soy capaz de dar muchas alegrías a esta ciudad y a esta afición y no me daré por vencido. Por mucho que quieran algunos yo no me voy a dar por vencido. O aunque no lo quiera nadie, no me voy a dar por vencido porque no es mi forma de ser. No voy a vender. Si mañana me llega uno y, estando en Segunda División, me ofrece 50 millones, yo qué sé, igual hasta me lo pienso, pero la primera respuesta que me sale es «no».

-¿Cuántos fichajes le gustaría incorporar de aquí al 31?

-En defensa, con Luis Muñoz y Quezada creo que ya estamos cubiertos. Me gustaría reforzar algo en el centro del campo y también en la delantera.

-Cada vez que dice públicamente que el club paga en este verano el peaje por la salvación me suena a un mensaje algo victimista, como que hay alguien interesado en hacer daño al Córdoba.

-No, no es eso. El peaje se trata de que cuando compro el club había una plaza de descenso y luego son dos. Eso genera cierta tensión entre los equipos que se juegan el descenso. Fichamos ocho jugadores y los demás equipos llegan a una tensión inevitable. Luego, se ha vivido todo tan intensamente, rozando lo inhumano, que hace dejar otras cosas de lado. Y, al dejarlas de lado, haces cosas mal. Y eso, acompañado por una situación de muchos más problemas por la posición de Luis. Eso, ahora, visto desde fuera.

-No había mucha confianza en él fuera de aquí, ¿no?

-Eeeh... Ninguna.

-Al final, la anterior propiedad tenía razón al dudar de su compañero de viaje.

-He dicho que sin Luis era imposible salvar el equipo. Lo mantengo y lo mantendré de por vida. Pero por su forma, su estilo, por fuera de lo que ha sido el club, pues la situación es conocida. No voy a revelar nada, pero...

«Teníamos una oferta de ocho millones

por Guardiola, pero el Getafe quería 12»

-Se ha encontrado con sorpresas una vez que se marchó.

-Sí.

-Y alguna, poco agradable.

--Hombre, por ejemplo, con la operación de Guardiola. Pero a lo hecho, pecho. Y aquí estamos.

-Debo insistir con Guardiola, entonces. Es poco optimista, pero no da por descartada la operación.

-Es que creo que, ahora, a nosotros no nos corresponde hacer nada, porque ya hemos trasladado el interés y ya conocen todo en Getafe.

-¿Cómo cree que recibirá mañana -por hoy- El Arcángel...?

--Ganando, ganando. Aquí hay que ganar. Si ganamos pues todo es bueno, más cómodo. Y estamos construyendo, además de mandar sólo un mensaje de que lo vamos a sacar adelante, porque soy el responsable de que eso, todo lo anterior, ocurra. No pedí nada más a la afición de lo que está haciendo hasta ahora. Lo que tenemos que hacer nosotros es ganar.