Jesús León es el protagonista de la nueva era que, desde este momento, inicia el Córdoba CF. El empresario montoreño ha firmado hoy la escritura de compraventa del paquete mayoritario de acciones a Carlos González por un montante de 9,5 millones de euros, uno más del precio que inicialmente estaba fijado en el contrato de arras del 20 de diciembre, debido a que los plazos de pago también se amplían hasta el 2020. La negociación ha sido larga en el tiempo e intensa durante esta semana ya que los contactos nunca se perdieronlos contactos nunca se perdieron, como se informó desde este periódico, por lo que desde hace unos instantes, Jesús León se ha convertido en el propietario del Córdoba CF SAD y será el nuevo presidente.

Quién es Jesús León, cronología de su operación de compraventa del CCF día a día

En la misma notaría madrileña que el pasado día 10, León ha firmado el documento público por el que se convierte en el máximo accionista del club blanquiverde y también próximo presidente, cargo que tomará en la junta general extraordinaria que se celebrará el próximo lunes, 22 de enero. Uno de los consejeros que formará parte del nuevo órgano de gobierno cordobesista es Antonio Romero Campanero, nieto de Rafael Campanero y que hasta el pasado verano fue el abogado del club. Mientras que unos han dado el sí, otros pidieron a León unos días de reflexión para acompañarle en la aventura cordobesista, pero en cualquier caso, varios de sus nombres se desvelarán en la rueda de prensa que tiene previsto ofrecer el nuevo propietario del Córdoba, esta tarde en la ciudad. En principio, será un consejo corto en número de componentes, con profesionales de diversos ámbitos de la ciudad y, en general joven, como lo es el nuevo presidente, que cumplirá 40 años el próximo mes de marzo.

Las condiciones marcadas por Carlos González se impusieron y Luis Oliver sale de la operación de compraventa, aunque no del Córdoba, ya que desembarcará en el club a través de un contrato de gestión firmado con León por el que se convertirá en director general deportivo, parcela en la que tendrá plenos poderes y autonomía.

Tal y como informó este periódico, la pignoración de las acciones desapareció por completo de cualquier documento y es solo González el que bloquea las mismas mientras que tenga cantidades pendientes por cobrar.

También ha aceptado Jesús León ofrecer su aval personal y de sus propias empresas que le exigía González públicamente y que de la misma manera aceptó el montoreño en las páginas de este periódico el pasado viernes. Será León quien responda con su patrimonio personal y empresarial de los pagos a González, aunque ha logrado a cambio que dicho pago se difiera en seis pagos en total, el primero de ellos abonado hoy mismo, en la firma de la escritura de compraventa.

Para garantizarse el cumplimiento de sus deseos, González ha impuesto una cláusula en la que durante cinco años León no podrá hacer ningún movimiento accionarial. Es decir, podría vender todo el paquete (98,7%), en cuyo caso González se embolsaría un 10% de la plusvalía, pero León no podrá vender una parte del mismo. De esa manera no podría obtener dinero de un inversor (por ejemplo Oliver) para aliviar la carga financiera que supone el pago del club.

También incluye González una cláusula de liberación de responsabilidades penales por pasivos ocultos o por la gestión general del club, cláusula de dudosa validez judicial, ya que protege a Azaveco como máxima accionista hasta hoy, aunque no a los gestores del club en sí, según informaron a este periódico expertos en Derecho.

La era González ha tocado a su fin y comienza la de Jesús León, que se inicia con un reto brutal: salvar al conjunto blanquiverde del descenso a Segunda B cuando está a 10 puntos de la salvación, por lo que el encuentro de mañana, ya con él en el palco de El Arcángel, se antoja como vital para el futuro de la etapa que acaba de nacer.