Hoy cumplo un sueño». Fue una de las frases significativas que dejó Jesús León ayer, en rueda de prensa, después de comprar a primera hora de la tarde el paquete mayoritario de acciones del Córdoba CF a Carlos González por 9,5 millones de euros, tal y como adelantó la edición digital de este periódico, diariocordoba.com. Ese montante de 9,5 millones de euros, uno más del precio que inicialmente estaba fijado en el contrato de arras del 20 de diciembre, se ha debido a que los plazos de pago también se amplían hasta el 2020. Tras los dos millones entregados ayer a Carlos González, a León le restan aún cinco plazos más: en julio de este año, en enero del 2019, en julio del 2019, en enero del 2020 y en julio del 2020. La negociación fue intensa durante esta semana ya que los contactos nunca se perdieron, como se informó desde este periódico. Como detalle, cabe señalar que en la noche del miércoles al jueves, los abogados de ambas partes terminaron de sobrepasar uno de los escollos finales cerca de las cuatro de la madrugada.

«Ha sido la operación más difícil, pero también la más emocionante, de mi carrera profesional. El ánimo no ha decaído en ningún momento, aunque en los últimos días se complicó respecto a nuestras expectativas iniciales», reconoció León en la sala de prensa de El Arcángel, en donde también confirmó las declaraciones realizadas en este periódico el pasado viernes, en contestación a las exigencias de González: «Hoy -por ayer- se ha añadido una cláusula mediante la cual avalo personalmente, y con todas mis sociedades, la operación», de ahí que la parte vendedora, Azaveco, se aviniera a prolongar los plazos hasta julio del 2020.

En la despedida de Carlos González, al que ha dado carpetazo a seis años y siete meses del tinerfeño en el club, León aseguró que «Carlos González me ha dado muchos abrazos. He sentido que él se encontraba en un momento de emoción, y para mí ha sido agradable».

Otro de los aspectos que confirmó el ya nuevo máximo accionista y presidente de la entidad blanquiverde es el papel de Luis Oliver, al que el ya ex máximo accionista quería fuera de la operación, en el Córdoba. «Luis explicará a partir del lunes todos los detalles deportivos. Respecto al consejo de administración, en la junta de accionistas del lunes quedarán explicitados todos los cargos», aunque uno de ellos será Antonio Romero Campanero, presente ayer en la rueda de prensa junto al presidente de honor, su abuelo, Rafael Campanero.

Con respecto a Oliver, que será director general deportivo de la entidad blanquiverde, León reconoció que «a medida que ha ido avanzando el tiempo las hipótesis de posibles fichajes han ido cambiando», de ahí que emplazara a «trabajar con celeridad» con el objetivo de reforzar la plantilla blanquiverde.

Porque un aspecto en el que incidió el nuevo propietario del Córdoba fue en la necesidad de «unión» de todos los estamentos para lograr «el único objetivo: la salvación».

PRIMERA MEDIDA URGENTE / Precisamente por ese objetivo y la imperiosa necesidad de puntuar, León tiene claro que se debe buscar la vuelta de la afición a El Arcángel, por lo que aplicó su primera medida urgente: «Para el partido de mañana -por hoy-, los abonados podrán sacar dos entradas gratis, los menores de edad podrán sacar entradas por un euro, y el resto de aficionados, por cinco euros. Llenar el estadio es vital para la salvación», avisó el nuevo mandatario cordobesista.

Para terminar de imponer todos sus deseos, Carlos González incluyó una cláusula en la que durante cinco años León no podrá hacer ningún movimiento accionarial. Es decir, podría vender todo el paquete (98,7%), en cuyo caso González se embolsaría un 10% de la plusvalía, pero León no podrá vender una parte del mismo. De esa manera, no podría obtener dinero de un inversor (por ejemplo Oliver) para aliviar la carga financiera que supone el pago del club. Pero León habló ayer de «valentía», de «ilusión», de «unión» y de necesitar «la ayuda de todo el mundo». Hoy se estrena en un palco que también deberá cambiar.

El nuevo propietario del Córdoba, Jesús León, saluda a Carlos González, ayer, junto a la notaría de Madrid donde firmaron la escritura de compraventa. CASAVI