Tras la dolorosa derrota de la primera jornada ante el Cádiz, la goleada lograda en el Carlos Belmonte eleva la moral de la plantilla y del entrenador, Luis Carrión, que compareció contento en sala de prensa. El técnico barcelonés comenzó reflexionando sobre la necesidad de «disfrutar de las victorias», sabedor de que los tragos amargos se viven con un dolor de la misma intensidad.

Carrión comenzó destacando cuestiones a mejorar, en especial en la primera parte: «Cuando te pones por delante tiendes a intentar protegerte, y nosotros no somos un gran equipo así». Pero aseguró que en la segunda mitad, «con el Albacete más arriba, presionando más adelantado, hemos hecho bastantes cosas bien».

Y es que aunque la sensación que ha dejado el Albacete es de equipo pequeño, con muchas limitaciones a la hora de construir juego y nula capacidad ofensiva, Carrión quiso poner en valor la victoria y sacar a relucir algunas cualidades del rival. Para el barcelonés, el Albacete «es un equipo ordenado, como se vio en Granada». Pero reconoce que «sufre» cuando tiene que abrirse. «Va a ser un equipo que si es capaz de ponerse por delante, con lo bien trabajado que está por su entrenador, será a tener en cuenta».

El míster del club cordobesista se refirió finalmente a Jovanovic, el último refuerzo del equipo. Aunque advirtió que «debe dar un poco más», afirmó que «es un chaval que va bien al espacio», trabajador, «con buen dominio de balón, más o menos, y que tiene que trabajar algunos conceptos defensivos».

El bagaje general, para el entrenador del Córdoba, es «positivo. Estoy bastante contento con el rendimiento de los jugadores». Y eso es, al fin y al cabo, lo que cuenta cuando ganas 0-3 fuera de casa.

Por su parte, el técnico del Albacete, José Manuel Aira, se mostró comedido a la hora de analizar el partido. Al berciano le gustó su equipo «hasta el primer gol». Después de encajar el tanto de Edu Ramos, reconoció que les costó encontrar remates claros.

Para Aira, el mayor debe de sus jugadores estuvo «en el balón parado», y en «los despistes defensivos» que, según su punto de vista, fueron los responsables de los tres tantos blanquiverdes. El técnico del Albacete no piensa modificar su estilo pese a la abultada derrota: «No vamos a cambiar la hoja de ruta por un resultado negativo». Y ante la insistencia de la prensa local sobre la necesidad de refuerzos, descartó que ello influyera en el resultado.