A pesar de que Carlos González asegure que acudirá a los tribunales, palabras muy similares pronunció hace un año, en julio del 2018. El día 1 de ese mes Jesús León debía abonarle 2,5 millones de euros del segundo plazo de la compraventa de acciones, aunque tal pago no se produjo. Entonces, aunque ambos empresarios iniciaron una batalla mediática, acabaron firmando un acuerdo para la renegociación de los plazos.

Finalmente, Jesús León abonó un millón de euros en la primera semana de julio, otro millón de euros el 26 de julio y el medio millón restante a finales de ese mes. De hecho, se estipularon cantidades extra como gastos por la tardanza en el pago por parte de León y se culminó un nuevo trato.

Además, se renegociaron los plazos siguientes, ya que en el calendario de pagos aprobado en enero del 2018, cuando se firmó la compraventa, se estipulaban enero del 2019, julio del 2019, enero de 2020 y julio del 2020 como las fechas para el pago de los 4,5 millones de euros de la discordia. Ese posterior acuerdo de julio del 2018 centró todos los pagos en julio del 2019, con ayer día 31 como límite.

Ahora, a falta de saber si León ha cumplido con esa fecha, no puede descartarse que ambos acaben sentándose para firmar un nuevo acuerdo que desatasque la situación sin que llegue a la vía judicial. Un extremo que González asegura no contemplar. Pero tampoco lo contemplaba hace justo un año, cuando aseguró que demandaría por vía judicial la restitución de las acciones del Córdoba y llegó a decir, palabras similares a las de ayer, que solicitaría «al registrador que convoque una junta extraordinaria de accionistas, y si no me la dan pediría un administrador judicial».