Resultó llamativa la posición de Javier González Calvo, hace unos días, sobre la no continuidad de Fidel Escobar en el Córdoba CF. En principio, la operación para la entidad blanquiverde podía ser más que rentable. Abonar 400.000 euros para hacerse con el en dos pagos, la mitad en agosto y el resto en octubre y añadir su ficha, que importa 110.000 euros incluyendo ayuda a vivienda (algún compañero en su demarcación cobró un 50% más), según estipula su contrato, podría parecer una buena inversión, sobre todo teniendo en cuenta que, en caso de que un club se interesa en él, su cláusula de rescisión era de 2,5 millones de euros en caso de que el Córdoba CF milite en Segunda B o de 5 millones en caso de hacerlo en Segunda, con una cantidad adicional si su club de destino es inglés.

Recientemente, la prensa gallega se ha hecho eco de que el Deportivo de La Coruña sigue al internacional panameño y aunque el Córdoba CF pudiera «jugar» con la cifra de su cláusula, la apariencia es que el margen de negociación, teniendo en cuenta la inversión blanquiverde, era suficiente como para poder sacar un notable beneficio del paso del jugador por El Arcángel.

González Calvo, a pesar de todo, señaló la operación como «inviable» por las cantidades e hizo especial énfasis en las comisiones «cuantiosas» que supondría para el Córdoba CF. Fidel, ni como negocio.