-Apuesta del míster, un gol, otra ocasión. En Vallecas vivió usted un día de inflexión.

-La verdad es que sí. La temporada no ha sido nada fácil. Nadie se esperaba encontrarnos en la situación en la que nos hemos encontrado y lo cierto es que ha sido difícil. El domingo pasado fue un golpe de moral, porque Vallecas es un campo de los más complicados de la Liga y la verdad es que el equipo fue de menos a más. En la primera parte estábamos más dubitativos, como con demasiado respeto al rival, pero en la segunda parte el míster dio sus indicaciones, nos hizo ver el partido de otra manera y bueno, conseguimos los tres puntos.

-Este año parece que le ha costado estar al nivel normal, la situación del equipo habrá influido.

-Son situaciones muy difíciles. Es cierto que por suerte nunca he estado en la situación en la que nos hemos encontrado. Soy de aquí, siento esto como el que más y a mí anímicamente me ha afectado mucho la situación en la que hemos estado durante toda la temporada. He sufrido mucho, porque es mi equipo y lo último que quiero es ver el nombre del Córdoba en las posiciones de abajo. Y es verdad que a mí, anímicamente, pues la verdad es que lo he pasado bastante mal. Y la gente cercana a mí lo sabe. Desde que vino el nuevo propietario fue un cambio de rol muy diferente y ahora se ven las cosas de otra manera muy distinta.

-¿Cree que por lo anímico le ha venido mejor un entrenador con ese perfil que otro?

-Creo que le ha venido bien a todo el grupo. Porque es un entrenador emocional, muy motivador, le apasiona su trabajo y eso es algo que ha transmitido al equipo y el equipo ha sabido cogerlo. Con esto no quiero decir que los anteriores entrenadores no supieran transmitir eso, pero él vino con una idea clara y el equipo lo ha cogido al cien por cien.

-¿Se plantea acabar su carrera aquí, en su tierra?

-Me gustaría acabar mi carrera en el Córdoba, pero no cuando acabe mi contrato. Claro que me gustaría acabar aquí. Yo, hasta que el físico me lo permita y no me diga «hasta aquí he llegado» a mí me gustaría estar aquí en casa, está claro. Tú sabes que todos los veranos últimos ha sido una telenovela con mi vuelta y ahora que estoy aquí, realmente visto la camiseta que quiero vestir, pues claro que me gustaría aquí el máximo tiempo posible.

-Vivió un momento extraño en Oviedo.

-El primer año sí que fue extraño, porque me pasó algo similar aquí. Me lesioné en un partido contra la Ponferradina, precisamente con un cordobés, Jesús Berrocal, tuve ese percance y estuve seis semanas lesionado. Y a la vuelta no participé porque el equipo estaba bien. Luego pasó lo que todo el mundo sabe, se achacó a una discusión, que en realidad no fue nada, un intercambio de opiniones. Me vi envuelto en una polémica que en nada me pega, porque a mí me gusta trabajar en la sombra, no estar envuelto en polémicas, ni quiero estar en la boca de nadie, pero me vi envuelto. Ese año fue extraño, como dices, y luego, en el segundo cambió la película y la gente estuvo genial conmigo. Se olvidó todo y me llevé muchos buenos recuerdos de Oviedo y muchos amigos.

-Vallecas puede ser un punto de inflexión para usted, no solo para lo que resta de campaña sino también para el futuro.

-Claro que sí. Siempre que juegas y ayudas incluso marcando es un golpe anímico. Para mí y para todo el mundo. Sabíamos de la complejidad del partido en Vallecas y dimos un golpe sobre la mesa que yo creo que nadie se esperaba. Para mí es un golpe de moral muy grande y también para la gente, que lleva sufriendo con nosotros toda la temporada Un golpe de moral increíble.

-¿Sería raro para usted no salir de titular el domingo?

-Es el míster el que decide. Yo entreno todos los días para ser titular. Tanto cuando lo he sido como cuando no lo he sido he entrenado igual. Son cosas que debe decidir el míster.

-¿Es un partido definitivo el del Almería o aún habría margen?

-No, no. Para mí es la final de las finales. Es el partido más importante de la temporada. Después de la campaña tan mala que hemos hecho, todavía tenemos opciones y este partido para poder decir: «Hostia, que estamos ahí». Contra el Almería es la final de las finales.

-¿Cree que la gente irá al estadio concienciada de la importancia de este partido?

-Claro que sí. Nos hemos visto en épocas peores y la gente siempre ha respondido. Si de algo me enorgullezco es de la afición que tenemos, de la gente que viene domingo tras domingo, que no para de animar. La gente sabe que es el partido más importante de la temporada.

-Ustedes hacen números. ¿Qué porcentajes ve de salvación?

-Es... Ahora decirte eso es tontería, porque hay que ganar. Si queremos salvarnos tenemos que ganar al Almería.

-Y si se gana, ¿qué porcentaje?

-Muy alto. No sé decirte el porcentaje, pero muy alto, altísimo. Porque vienes de ganar en Vallecas, una segunda victoria en El Arcángel va a hacer que el equipo se suelte.

-Hábleme de entrenadores.

-De todos me he llevado algo positivo, siempre. Lucas me dio la oportunidad de debutar, de Paco Jémez, ese año aquí en Córdoba, nunca se va a olvidar. Berges lo conozco desde siempre, desde pequeño, es de aquí. Jorge Romero me ha demostrado que es un entrenador de los pies a la cabeza. Ranko Popovic, lo tuve en Zaragoza y hablo mucho con él. Luis Carrión... Todos, de todos se aprende y me llevo algo bonito. Cuando tienes contacto con las personas y más allá del fútbol es porque algo positivo te han transmitido y algo les has dado. Y eso es muy bonito.

-¿Lo mejor del cambio en la propiedad es la vuelta a la normalidad?

-Sí, se ha notado mucho. Hay que decir todo. El cambio ha supuesto todo, el cambio del Córdoba, de estar muertos a estar vivos hoy en día. Y eso todo el mundo lo sabe. Antes veníamos a El Arcángel y parecía que jugábamos fuera de casa, porque siempre pasaba algo que, al final, no te sentías del todo cómodo a jugar en tu casa. Ahora es gloria, te arropan, te dan todo. Y la gente necesitaba eso. Soy cordobés y aficionado del Córdoba y la gente que tengo, amigos y familiares, me lo dicen: que ese era el cambio que necesitábamos y gracias a Jesús León y a todos los que han entrado nuevos les ha dado esa luz a Córdoba, que era lo que necesitaba.

-Un mensaje para los que vayan el domingo a El Arcángel.

-Sabemos que va a ser la batalla más grande que El Arcángel ha visto en muchos años. El Córdoba siempre ha estado en una situción tranquila y es la final de las finales. Le pediría a la gente que se comportara como lo hace domingo tras domingo. No más, porque ellos nos lo dan todo. Todo su cariño, lo que tienen dentro nos lo dan. Necesitamos que estén con nosotros, estando juntos se sacará adelante. Que nos animen como saben hacer.