La goleada encajada el pasado domingo en El Arcángel ante el Lugo (0-4) dejó a este Córdoba visto para sentencia y solo espera la confirmación matemática para certificar su descenso a Segunda División B, una categoría que estrenó en la temporada 1978/79, cuando esta solo tenía un año de existencia, en caso contrario, hubiera caído a Tercera, ya entonces. Probaría el fútbol amateur, precisamente, tras un doble descenso: a Segunda B en la 1982/83 y a Tercera en la 1983/84. Recuperó la tercera categoría del fútbol español en la 1984/85 y no volvería a probar el fútbol de plata hasta el 30 de junio de 1999. Su último descenso, hasta ahora, fue tras aquella aciaga tarde ante el Valladolid tras una campaña de enorme gasto y con doble plantilla, una en verano y otra en invierno. Tras 12 años en Segunda, el Córdoba está a un paso de regresar, por cuarta vez en 41 años, a Segunda B.

1977/78 / Cuando se veía como un mal menor

El Córdoba finalizaba los 70 en clara época decadente tras haber saboreado las mieles de Primera durante todos los 60 y ser, a principios de la década siguiente, uno de los gallitos de la categoría del fútbol de plata. Ya no estaban Onega y Burguete empezaba a enfilar sus últimos años como futbolista, mientras que el club, presidido por Mifsut, terminó cayendo a un pozo que no se veía como tal entonces, porque era una categoría nueva y, finalmente, se evitaba la Tercera División. Lasa, Juanín y Bem Barek no lograron hacer funcionar a un equipo con bastante canterano y con algún veterano que ya en la recta final de la competición, vio cómo se le escapaba la Segunda División. El descenso prácticamente matemático se produjo en la penúltima jornada en El Arcángel, con un empate tras el Granada, mientras que en la última jornada liguera se encajó una goleada 6-1, en el campo del Deportivo de la Coruña. Precisamente, esta temporada el Córdoba finalizará la Liga en Riazor. A pesar de todo, aquel Córdoba compitió hasta el final: sumó ocho victorias y 16 empates, con lo que traducidos al reparto de puntos actuales llegaría a los 40

1982/83 / El Reus salvará la peor temporada en Segunda

Aquella temporada pasa por ser, hasta ahora, la peor campaña en Segunda División del Córdoba en toda su historia, ya que en 38 jornadas logró seis triunfos y 10 empates, lo que dejaría 28 puntos según el reparto de puntos actual. El Córdoba de la 2018/19 sigue estancado en los 26 y solo los tres puntos que recibirá dentro de tres jornadas, por su teórico encuentro ante el Reus, le va a librar de tan dudoso honor. También era un Córdoba al que la ciudad, definitivamente, le dio la espalda tras quedar en el recuerdo los felices 60 e inicios de los 70. A un mes de comenzar aquella temporada, el club contaba sólo con 1.358 abonados. El adiós de Manolín Cuesta, que regresó para recuperar la Segunda en la 1980/81, se reemplazó por un desconocido argentino: Marcelo Carreras. Eso sí, formado en el mítico Renato Cesarini de la Primera argentina. Fue, probablemente, lo más destacado que aportó. Sin campos de entrenamiento -algunos se hacían en la tierra del Puga-, con escasísimo respaldo social, sin vías económicas para paliar tantas contrariedades, el presidente José María Romeo aún mantuvo un ánimo que no se correspondió en el campo. Rajkov, antes héroe, fue destituido a mitad de temporada y sustituido por Gonzalo Uceda. El conjunto blanquiverde, al que a duras penas respaldaban 3.000 espectadores cada domingo en El Arcángel, finalizó colista de Segunda División, descendía a Segunda B por segunda ocasión en apenas seis años y abría una primera etapa dantesca en los 80, que culminaría un año después con el descenso a Tercera División.

2004/05 / Un descenso que costó 13 millones de euros

Aquella temporada pasa por ser, hasta ahora, el golpe más duro recibido por la afición cordobesista. Tanto por el fondo como por la forma. Regresar a Segunda B tras aquel ascenso histórico de 1999 después de 16 temporadas en el pozo generó algo más que miedo. Para colmo, la manera también fue durísima. Tras un arranque de temporada horroroso, con solo un punto de los primeros 21 en disputa, la entidad blanquiverde -que había iniciado la campaña con un presupuesto en torno a los 10 millones de euros- cambió por completo el plantel y la famosa trituradora de entrenadores pasó a ser también de jugadores. Justo cuando el club cumplía 50 años, se había estrenado el himno de Queco y la entidad estaba en un punto notable de respaldo social, el conjunto blanquiverde vivió cuatro entrenadores: Esteban Vigo, Roberto, Crispi y Juan Carlos Rodríguez. Se estrenó la nueva preferencia de El Arcángel, se dispuso del mayor presupuesto de su historia, pero la mala planificación, dudosas inversiones y desavenencias continuas entre los propietarios dejó un reguero de hasta casi 40 futbolistas utilizados en una temporada. Aquel encuentro en El Arcángel ante el Valladolid (3-4), en la penúltima jornada liguera, al igual que 26 años antes, terminó de cercenar las ilusiones de la afición y del propio club, encaramado como estaba a una lucha sin resuello por ir recuperando posiciones en un final de campaña que recordaba, trece años después, a la experiencia vivida -esta vez con éxito- la temporada pasada.

Días después de la decepción se supo que el descenso le costaría a la entidad blanquiverde algo más de trece millones de euros: los poco más de 10 presupuestados en verano así como el desvío producido por los cambios de entrenadores, los fichajes en el mercado de invierno y el regalo de entradas para que el equipo se sintiera arropado, dejó un presupuesto destrozado que tuvieron que arreglar los máximos accionistas de la entidad blanquiverde y un cambio profundo en la misma para el futuro. Tras dos temporadas en Segunda División B el Córdoba regresó al fútbol de plata. Porque hasta ahora, el Córdoba siempre volvió.